"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


miércoles, 13 de mayo de 2009

EL MICROFONO Y YO, UN VIEJO ROMANCE

La comunicación es un trabajo innovador, retador y exigente, cuando se asume con responsabilidad.
Recuerdo desde niña haber sentido una especial atracción por la radio. Yo encendía el aparato en mi casa y me fascinaba cambiar emisoras en el dial. Me queda absorta oyendo voces distintas y tenia la idea de que aquello era mágico, fabuloso. En la TV veía a los presentadores con un micrófono en la mano y una vez, en un periódico salió precisamente, la foto de un micrófono. La recortè y la pegué a un pedazo de cartón, y créanme, eso se convirtió en mi juguete favorito. Años más tarde, cuando terminaba el bachillerato, hice un curso de locución de 6 meses el primero y único que impartió un profesional de la radio en San Pedro de Macorís en ese tiempo.

Recuerdo cuando, en 1987, con un certificado de bachiller todavía caliente de lo reciente que era, y con una vocecita apta como para doblar la voz de la ratoncita Mimi, me paré ante el jurado examinador para hacer mi prueba oral de locución. Qué felicidad cuando días después el cartero llegó a mi puerta en San Pedro de Macorís, con un telegrama de la comisión de Espectáculos Públicos avisándome que estaba aprobada para tomar el examen escrito.
Recuerdo haber viajado nuevamente a Santo Domingo para tal fin y en las instalaciones del otrora teatro Paco Escribano, bajo un intenso aguacero, pasé dos horas llenando aquella interminable planilla con preguntas de cultura general y aun me resuenan en los oídos las palabras del veterano locutor Teo Veras, que paseandose entre los que estabamos tomando el examen dijo, “Dios sabe porque mandó toda esta lluvia, con la quemazón que se está dando aquí”. Pero gracias a ese mismo Dios esa sentencia no cayó sobre mí y logrè aprobar aquel examen tan temido.

Y el siguiente capítulo de esta historia fue ir a buscar el codiciado carné... Casi no lo podía creer cuando lo tuve en mis manos, era como un sueño. Llegué de regreso a mi pueblo exhibiendo el Carné. En mi pared atesoro el certificado firmado por la Dra. Oneida Zayas el 18 de Mayo de 1987.

Con el paso del tiempo entendí que ese carné era el permiso para ser parte del proceso de formación de mucha gente, eso y me dio una cuota de exigencia y responsabilidad, que me ha hecho cuidar más mi trabajo y nunca tomarlo como un pasatiempo.

Los comunicadores entramos a miles de hogares, donde la gente nos oye, nos ve o nos lee y queramos o no contribuimos en un proceso de edificación y eso tiene que hacerse con responsabilidad. Los medios de comunicación son una forma y un espacio de integración social, y constituyen un manto del que nadie que viva en comunidad puede escaparse.

El profesor Lipe Collado en un ensayo sobre la radio, se inspira y dice que la radio es infinita, es uno de los instrumentos más cautivantes inventados por el hombre, no se puede detener, es más que el agua y que la luz. Penetra por puertas cerradas, por paredes de cárceles, atraviesa montañas, mares, ríos

Y aunque hacer radio a algunos les parecerá pan comido, al grado que juegan a hombre o mujer orquesta haciendo de todo un poco, como decimos en béisbol, jugando todas las bases, lo cierto es que el concepto de producción radial, debería ser el resultado de la intervención de un conjunto de personas que juegan diversos roles, conjugados con los elementos técnicos y financieros.
Cuando regrese sobre este tema planteare en detalle cuales son esos elementos


CONTINUARÀ…

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