"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


viernes, 29 de julio de 2016

EL DOLOR DE ESTAR MUERTO



Por Juan Vega Gonzáles

Hace años vi en una película de horror que le preguntaban a un zombi capturado porque comía cerebros.
Su respuesta fue: “Para evitar el dolor…”.
Cuando le preguntaron ¿el dolor de qué? Respondió: “¡El dolor de estar muerto!”.

Al igual que el zombi de la película, muchos seres humanos no soportan la idea de estar solos y presentes en sus vidas.
Los medios de comunicación y el sistema educativo han contribuido a crear una sociedad que se encuentra más solitaria que nunca.
El proceso de recuperación de esa soledad existencial, requiere de una buena dosis de amor, que haga sentir a la persona que no está sola, que sus seres queridos la aman y están con ella.
Pese a las dificultades que pueda haber, la vida es demasiado fugaz como para darnos el lujo de no aprender a disfrutarla.

Puede iniciar aplicando la enseñanza que nos dejó Jesús “ama tu prójimo como a ti mismo”; para lo cual el primer paso es aprender a amarse uno mismo.  Cuidar el balance de: cuerpo (comida sana, ejercicio), mente (actitud positiva, automotivación) y espíritu (paz interior y felicidad plena en el corazón).

La vida se construye cada día, y puede enriquecer sus relaciones personales brindándole a las otras personas:

    Pensamiento positivo y abierto al entendimiento.
    Palabras amables y oído atento.
    Corazón comprensivo, compasivo y en paz.

El principio básico es evitar hacer daño (a uno mismo y a los demás), para lo cual le podría ser útil seguir los siguientes consejos:

Agradezca lo bueno de la vida, trátese con amor y bondad y comprenda que la energía universal que nos relaciona a todos está constituida de amor.
Desconfíe de los mensajes internos que le inciten a hacer daño. Reconozca a las personas que le aman, y compruebe permanentemente su lectura de la realidad (la verdad es personal, y las otras personas no tienen por qué ver las cosas como usted las ve).    Decida disfrutar de su vida encontrando su propósito.  Algo que ame/en lo que sea bueno(a), que el mundo necesite y por lo cual esté dispuesto a pagar.

No son las enfermedades las que matan, son las toxinas generadas por el estrés, la mala alimentación y vida sedentaria, las que nos hacen sentir “el dolor de estar vivos”.

– Aprende más en: www.123libertadfinanciera.com