"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


sábado, 26 de enero de 2013

JUAN PABLO DUARTE, PADRE DE LA PATRIA.


Este 26 de Enero la República Dominicana conmemora el 200 aniversario del nacimiento de la figura cimera de nuestra independencia: Juan Pablo Duarte. ¡Honor a la memoria de nuestro noble  héroe nacional!.


Himno a Duarte:



En la fragua de la escuela

nuestra patria fue forjada,

y al calor  de tu enseñanza

le infundió vida sagrada.

La gloriosa Trinitaria

que fundara tu heroísmo

fue la cátedra primera

de moral y de civismo.

 

Fuerza era que un maestro

preparara la conciencia

donde habría de nacer

la soñada independencia.

Y es así como cantamos

tus virtudes allá el estro,

junto al Padre de la Patria

la figura del Maestro.

 

En la escuela se te honra

por tus hechos sacrosantos

en las letras y las notas

encendidas de sus cantos.

 

Y al honrarte recordamos

tu patriótico heroísmo,

es el prócer y el maestro

que los dos son uno mismo.

 

La Bandera dice Patria

y al decirlo se revela

que el alma de la patria

señalándonos la escuela.

 

Letra: Ramón Emilio Jiménez

Música: José de Jesús Ravelo

sábado, 19 de enero de 2013

CAUTIVA -II-



Cuarenta años, ni uno menos,
Tal vez algunos más.
Así he vivido,
cuarenta años
Congelada en el tiempo
Vagando en un desierto sofocante
Comiendo lo mismo
Vistiendo lo mismo
Pensando en el pasado
Rumiando recuerdos agridulces
Tragando aguas amargas
Renegando del  favor de la providencia.

Cuarenta años,
ni uno menos, tal vez algunos más
¡Cómo los han vivido otros!
Mientras en el desierto
Se instala mi lápida
Sin siquiera haber vislumbrado
La tierra prometida.

Gthompson 19-Ene-2013

lunes, 14 de enero de 2013

CAUTIVA



Pienso que emulamos la danza
De Orgullo y Prejuicio,
Pues me oprimes y maltratas
Pero  no me dejas ir.
¿Me necesitas?

Hasta que,  con soberbia,   dices “vete”
Y  yo, huyo de prisa camino a la libertad.

Entonces persigues el objeto de tu desprecio,
Agilizas vehemente tu paso para alcanzarme.

De  pronto me detiene un inmenso mar;
Acorralada,  veo lo imposible suceder
¡Se ha abierto el mar!
¡Debo estar soñando si creo  que aún hay tiempo
Para atravesar las aguas,
Sin mojar mis pies,
Sin mirar atrás
De prisa camino a la libertad!

Y ahora, que he cruzado y las aguas nos separan,
Debo celebrar que estoy a salvo,
Pero ¿Qué hago?
Lamento en mis adentros haber huido de tu lado
Sueño con tus dones y tus deleites
¿Te necesito?

Mi cuerpo ha cruzado, pero mi alma ha quedado
Atrapada en tu fango y en  tus muros ensangrentados.
Sali de prisa camino a la libertad,
pero dejé atrás mi alma
Y ya no puedo regresar.
No puedo.

GThompson 14-1-2013

miércoles, 2 de enero de 2013

FLASHBACKS: EN LAS ALTURAS


El viento fluye con libertad a través de los amplios ventanales adornados con cortinas rústicas de diseño artesanal. Desde esta elevada colina, la panorámica es cautivante, con el borde verde de la costa demarcado por las curvas espumosas de las olas que trae el inmenso océano.  De algún lugar en aquella sala brota el sonido de un clásico en que se destacan los sonidos de un violín. No recuerdo porque estoy aquí ni como llegué. Tengo los brazos entrecruzados por encima de un chal con el que intento atesorar y entibiar el aire fresco que me acaricia.
Me doy vuelta al escuchar  pasos. Él se acerca como en cámara lenta por el pasillo que a cada lado  exhibe un entorno que entremezcla prodigiosamente,  muebles postmodernos con centenarias piezas de colección.
 Él es tal como su ambiente, fresco y añejo. Fresca su sonrisa que me luce inocente, fresca su fragancia suave, cítrica y varonil; añejo su estilo caballeroso y su saludo cortesano.  Me extiende la mano y es entonces, que mis sentidos vuelven en sí y deposito mi mano en la suya. Se me antoja cálida, segura y protectora, mientras la colina empieza a temblar. Entonces su otro brazo me rodea y su aliento penetra mi oído: “no te preocupes, que no te dejaré caer”. Respiro y antes acostumbrarme a la idea,  despacio, lo empujo y me desprendo de su apoyo. “¿Por qué habría de caer?” le pregunté. Él me mira por pocos segundos, contrariado y perplejo; entonces hace una mueca de decepción y lanza el dardo envenenado que echa por tierra toda la magia: “Te crees inalcanzable”. No respondí, pero pensé para mis adentros: “lo que no soy es un trofeo, ni una pieza de museo”.

Gthompson/ Enero 2, 2013.