"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


martes, 6 de febrero de 2024

JEFES Y EMPLEADOS

 


En la actualidad persisten formas de esclavitud en el mundo. No hay justificación para ello después de siglos de desarrollo de las civilizaciones. El concepto de que  una persona posea a otra es inaceptable.

Efesios 6: 5-9 habla del vínculo siervos y amos. En el primer siglo después de Cristo, la esclavitud no siempre equivalía a una opresión, ya que, en muchos casos, los esclavos se convertían en parte de la familia y su servicio era voluntario. En este sentido, la aplicación práctica de este pasaje se traduce en un llamado a los empleados a obedecer a sus jefes no solo por temor, sino con una actitud de sinceridad y dedicación, como si estuvieran sirviendo a Cristo mismo.

La ilustración de la auto regalada taza al "mejor jefe del mundo", reminiscente del personaje de  TV  en la serie La Oficina, destaca la percepción común de que los jefes no siempre son bien apreciados. Así, la reflexión podría instar a los empleados a ver más allá de estereotipos, reconociendo que su servicio no es solo para agradar a los hombres, sino para honrar a Cristo en su labor diaria.

Para los jefes, el pasaje sugiere un cambio de perspectiva. Más allá de ejercer autoridad, se les insta a tratar a sus empleados como colaboradores valiosos, abandonando amenazas y reconociendo que, en última instancia, todos están bajo la autoridad del Señor.

En resumen, este pasaje ofrece principios atemporales que pueden transformar las dinámicas laborales actuales, fomentando una cultura de respeto mutuo, dedicación sincera y reconocimiento de la autoridad divina en todas las esferas de trabajo.

 


PADRES DE FAMILIA

 


En Efesios 6:4, encontramos una guía conmovedora sobre la relación entre padres e hijos. La sabiduría impartida en este pasaje va más allá de la mera crianza; es un llamado a la responsabilidad y el amor incondicional. El mundo ahorraría muchas lágrimas si esta instrucción  se aplicara masivamente.

En primer lugar, se insta  a los padres (Mamá y Papá) a no provocar la ira de los hijos. Esto implica ser conscientes de nuestras palabras y acciones para no convertirnos en fuentes de amargura o enojo innecesario. En cambio, la tarea es levantarlos, nutrirlos y proveer para su crecimiento.

La disciplina se presenta como un componente clave, para fomentar la responsabilidad. Permitirles  a los hijos tomar decisiones y enfrentar las consecuencias es una parte esencial de este proceso, ya que la libertad va de la mano con la responsabilidad.

La amonestación, por otro lado, se presenta como una forma de advertir sobre los peligros de decisiones poco sabias. Los padres tienen la tarea de prevenir a sus hijos sobre riesgos que van a encarar  y enseñarles a considerar el costo-beneficio de sus elecciones.

No es a nuestro criterio, sino en la disciplina y amonestación del Señor, nuestro padre Celestial. Recordarles  a los hijos que tenemos un Padre celestial, uno perfecto que ofrece amor incondicional, es esencial. Al igual que Dios no rechaza a sus hijos a pesar de todo, los padres terrenales también deben emular este amor incondicional. No solo se trata de proveer materialmente, sino de ser guías sabios y amorosos que fomenten el crecimiento y la responsabilidad.

viernes, 12 de enero de 2024

EL JONAS QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO

Tengo la firme convicción, basada en mi experiencia caminando en la fe a lo largo del tiempo, de que Dios siempre está cerca, tal como su Palabra lo establece. Somos nosotros quienes, en ocasiones, optamos por distanciarnos de Él, y luego nos sorprendemos de por qué las cosas no van bien.

Una lección importante que he aprendido es que nuestra actitud de seguir nuestro propio parecer, cuando no concuerda con la dirección, instrucción o guía divina, complica las cosas. Un ejemplo claro es el caso de Jonás, quien no estaba de acuerdo en absoluto con el plan que Dios le propuso. Tomó la decisión de huir de la presencia de Dios, ¿pero realmente es sensato hacer algo así?

Mis reflexiones, basadas en la experiencia de Jonás, sugieren que alejarnos de Dios solo complica más las cosas, afectándonos a nosotros y a quienes se cruzan en nuestro camino. Cuanto más lejos estamos, menos sensatas son nuestras actitudes. En el mejor de los casos terminamos regresando al punto de partida para obedecer, después de haber padecido las consecuencias de nuestras acciones. Pero a veces el precio que pagamos es muy alto o lamentable.

Reconozco que todos, en algún momento o de alguna manera, nos hemos comportado como Jonás, con obstinación, soberbia y falta de compasión, formando una fórmula poco saludable. Vale la pena considerar si es sabio disputar de esa manera con el Creador. 

*Imagen: Pixabay de uso libre. 

martes, 2 de enero de 2024

10 HÁBITOS PARA ESTAR ESPIRITUALMENTE EN FORMA

Basados en Romanos 12: 1-2  

Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto. (RVC)

Estas son mis notas del Sermon predicado en ingles por el pastor Josh Moody, en College Church, el Domingo 31 de Diciembre del 2023. 

1.    Cultivar una visión coherente del mundo y nuestro lugar en él. El creyente es la obra maestra de Dios, creada a imagen de Cristo, con un propósito y significado.

2.    Comprometerse con una iglesia local, donde el concepto de hermandad adquiera significado. Saltar de una iglesia a otra impide establecer los lazos de pertenencia necesarios para edificarnos mutuamente en la fe.

3.    Mantener el enfoque en quién es Dios, no en quién eres tú. A menudo, dedicamos demasiado tiempo a centrarnos en nosotros mismos y nuestras luchas, lo cual puede generar sentimientos negativos. Como alguien dijo con respecto a Dios: "Si no puedes ver Su mano, confía en Su Corazón".

4.    Concentrarse en lo que Dios ha hecho, no en lo que has hecho tú. Esto nos permite reflexionar sobre la misericordia que Dios nos ha mostrado.

5.    Incluir nuestro propio cuerpo en nuestro compromiso con Dios. Presentar nuestro cuerpo de manera física implica incluso pureza sexual y cuidado de nuestra salud.

6.    Congregarnos semanalmente para experimentar una adoración relevante y emocionante que impacte nuestras vidas.

7.    Ser sabios acerca de las influencias culturales y aprender a pensar de manera más profunda. No conformarse a este mundo.

8.    Permitir que el Espíritu Santo obre en nosotros para transformar nuestras vidas, en un proceso continuo de renovación interna.

9.    Confirmar con experiencias diarias que el camino de Dios es el mejor.

10.                  Mirar siempre hacia adelante, hacia el bien final de todo: lo bueno, lo agradable y lo perfecto.