"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


martes, 22 de noviembre de 2022

MOTIVOS DE ESPERANZA EN ADVIENTO

 

Photo: Pixabay, uso libre. 

¡Adviento, tiempo de esperanza! Este es el período designado por los cristianos que se ubica entre los cuatro domingos antes de Nochebuena, el 24 de diciembre de cada año.

En el calendario litúrgico, el tiempo de Adviento tiene características de preparación y expectativa, con dos enfoques principales:  primero, se hace memoria de las profecías y las expectativas del pueblo hebreo ante la venida del Mesías, según las Santas Escrituras, para liberar al pueblo judío y reinar en el mundo. Esto se cumplió con la llegada de Jesús Nazareno, cuyo nacimiento es celebrado por los cristianos el 25 de diciembre.

En segundo lugar, ahora los cristianos esperan la nueva venida del Mesías o Salvador, llamado Cristo. Estos tienen la certeza de que su retorno al mundo terrenal será para juzgar a los pueblos, y establecer un reino de paz, justicia y bienestar espiritual por toda la eternidad. Adviento es el espacio litúrgico que evoca esa esperanza. 

El Adviento es tiempo de confianza, aunque esta estación se ha convertido en una época para incrementar el comercio y las celebraciones festivas que, muchas veces, sólo son expresiones seculares de esta observancia religiosa.  

A pesar del desgaste espiritual y la secularización del Adviento, los cristianos y los seres humanos de buena voluntad, consideran que esta temporada no puede extinguirse, ni tampoco marchitarse; por eso, la estación pre-navideña es tiempo de esperanza y de preparación para la evocación del nacimiento de Jesús el Cristo.  

Adviento es ocasión ideal para incrementar la fe, la esperanza y el amor. Es propicio hacer el llamado para la devoción, el fortalecimiento de la hermandad y la voluntad de realizar hechos de benevolencia y caridad. Es el momento para oír de nuevo la misma voz de Jesús, diciendo: “Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca, vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias” (Marcos 1: 15).

Es cierto que el mundo está convulsionado. Hay muchas mentes perturbadas, innumerables corazones angustiados, separaciones de familias, guerras, brotes epidémicos, corrupción moral, carencia económica, intolerancia, opresión, degradación de seres humanos, empobrecimiento material y espiritual, desprecio a la dignidad de   seres creados a imagen y semejanza de Dios, humillación  a menesterosos,  prejuicios raciales y culturales; a pesar de todos estos males, anualmente se aviva la esperanza, se reanima la ilusión, los buenos deseos florecen y la buena voluntad de muchos se hace manifiesta, con el propósito de prepararse a fin de celebrar la fiesta del nacimiento de Jesús el Salvador.

Entramos de lleno en el proceso para organizar la fiesta del nacimiento del Cristo. Se ven las ofertas comerciales, decoraciones de casas y calles, expectativas de dar y recibir regalos, anhelo de intercambiar felicitaciones, agrado de encontrarse con familiares y amigos.

El pueblo en general ofrece muestras de gozo, actividades de confraternidad y alegría espontánea. Aunque no hay dimensión profunda de espiritualidad, ni conciencia religiosa; sin embargo, persiste el sentir de lo sagrado y los creyentes cantamos: “Ven Jesús muy esperado, ven y quita de tu grey, sus temores y pecados, pues tú eres nuestro rey”, y porque, ¡Adviento, es tiempo de esperanza! 

Telesforo Isaac


lunes, 7 de noviembre de 2022

PEQUEÑOS Y VULNERABLES

 

Foto: Pixabay de uso libre

Llevábamos  un grupo de 4  pequeños escolares, tres chicas y un varoncito de entre 9 y 10 años a visitar el oftalmólogo. Se trata de niños de una comunidad empobrecida, favorecidos por una misión que les provee escuela, alimentación y cuidados en área de salud física, emocional y espiritual.

El punto de encuentro para esta cita médica sería por supuesto, la escuela. Al Recogerlos, notamos que una de las niñas  llegó con sus ropitas rotas y ajadas. Hubo que hacer un movimiento rápido en el lugar para conseguirle otra vestimenta.

Al subir al transporte, me ocupé de ayudar al jovencito a ponerse el cinturón de seguridad. Me miraba maravillado y sonriente mientras exclamaba “ ¡Wow, nunca había usado un cinturón de seguridad!”

Mi esposo conducía y una maestra del centro nos acompañaba. Yo me senté detrás entre dos de las niñas.  El estómago de una de ellas crujía tan fuerte que los demás escuchamos  y reímos porque nos pareció gracioso.  Entonces ella dijo: “ Tengo taaanta hambre!” .  Me avergoncé de haber reído y le prometí que tan pronto llegaremos a destino, les compraría desayuno.

Mientras avanzamos por la ciudad, estos pequeños expresaban  sorpresa y admiración por los túneles que pasamos y los edificios en el recorrido. Fue chocante para mi pensar que, viviendo en zonas marginales no tan distantes del centro de la ciudad, estos pequeños estuvieran disfrutando esto como un paseo, como una experiencia extraordinaria.

En el centro médico, hicimos de todo un poco para entretenerlos en la sala de espera, mientras el doctor recibía a cada uno. Comimos, jugamos y compartimos risas y lágrimas. Una de las niñas dijo tener sueño y se recostó en mi regazo. Fue cuando pude notar los piojitos que inundaban su cabello. Su descanso fue interrumpido con el llanto de la niña que salía de la oficina del doctor, emocional porque su problema de visión era más serio de lo que esperábamos. La tuve abrazada a mi hasta que se calmó.

Yo pasé solo una mañana con 4 chicos y tenía el corazón quebrantado. Así que,  considero héroes a quienes dedican su vida a estas misiones y todos sus días están trabajando con cientos de pequeños vulnerables, cuya condición en general es que les falta casi todo.

El perfil de un niño en riesgo es:

·      Un hogar roto, madre soltera y trabajando…padre ausente

·      Un hogar roto, ambos padres ausentes, criados en el contexto abuelos o tíos, usualmente marcados por la carencia de afecto.

·      Hogar de extrema pobreza, padres iletrados o de baja escolaridad (Y en consecuencia poca conciencia de la necesidad de enviar los niños a la escuela);luchan por una subsistencia cotidiana, poca y mala alimentación, salud precaria,

·      Hogares marcados por el hacinamiento, el alcoholismo, el abuso en todas sus manifestaciones… todo un drama.

Estos pequeños, por tanto, están en alto riesgo de perpetuar  el círculo de pobreza y miseria.

Foto: Durante la visita con los niños al oftalmólogo. 

En el evangelio de Marcos, capitulo 10, del 13 al 16 hallamos una escena en la que muchos adultos traían sus niños a Jesús para que los bendijera. Los discípulos reprendían a estas personas pensando que los niños molestarían o interrumpían la agenda del Señor. ¡Nada más equivocado!

Hoy como ayer, llevar a los niños a Jesús es lo mejor que podemos hacer por ellos.  Cuando esto hacemos, Él los abraza y los bendice, y nos declara que Su Reino le pertenece a los niños y todos aquellos que vengan a él tan ingenua y confiadamente como un pequeñito.

Parece ser que, en un mundo caído, con estados fallidos, sistemas corruptos y hogares rotos o disfuncionales, seguiremos necesitando  que las iglesias y fundaciones  de base cristiana sigan asumiendo la tarea de proveer soluciones alternativas para estos pequeños inocentes. Gente con vocación de rescatar, de mitigar carencias y de proveer espacios seguros y afectuosos para estas criaturas. 

El fruto de estos esfuerzos ha hecho y seguirá haciendo la diferencia en el destino  terrenal y celestial de muchos niños pobres en el mundo.

viernes, 4 de noviembre de 2022

AMBICIONES ¿CUANTAS TIENES YA?

 

El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha pensaba que podía  haber hecho jaulas para pájaros y palillos de dientes si  su cerebro no hubiera estado tan lleno de ideas de caballería.  La mayoría de la gente tendría éxito en las pequeñas cosas si no estuviesen preocupados con las grandes ambiciones.

Southey dijo: "No es del hombre el descansar en absoluto contentamiento. Ha nacido para alimentarse de esperanzas y aspiraciones, como las chispas vuelan hacia arriba,  a menos que haya embrutecido su naturaleza y apagado su espíritu de inmortalidad que es su porción."

Sin embargo, hay que canalizar las ambiciones, pues estas  pueden ahogar la palabra de Dios y hacerla infructuosa en nuestras vidas. Jesucristo dijo, en el contexto de la parábola del Sembrador: "el que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra y la hacen infructuosa." Si desea salvar su alma eternamente, tenga cuidado con sus ambiciones.

(Foto por Georgina Thompson. Don Quijote en Casa de Campo, Rep. Dominicana)


OPORTUNIDAD

Después del silencio, más silencio.  Paredes blancas, techo blanco, salones blancos.  Sentimientos: Incertidumbre, confusión, temor, impotencia.

Ahora alguien viene, puede oír pasos acercándose: entonces la puerta se abre y un hombre vestido de Blanco aparece seguido por atrás, de otros vestidos de verde, su cama está siendo movida, pero él no reacciona, solo sus ojos revelan que aún está vivo.

La lenta procesión por el corredor le recordó las ocasiones en asistió a los funerales de familiares y amigos, la muerte había sido siempre para los demás.  Él siempre había sido fuerte, arrogante y arriesgado.

Una nueva habitación.  Una fuerte luz sobre su cara. Podía escuchar el sonido agudo de objetos metálicos y luego, solo silencio una vez más.

Otro día comienza.  Él abre sus ojos; caras sonrientes alrededor de la cama.  todavía está aquí- le dijo una voz familiar.

Si, pensó El, estoy todavía aquí ¿Por qué? ¿Para qué?

(Foto: Pixabay de uso libre)

miércoles, 2 de noviembre de 2022

ENRIQUECER

 


“…La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” Lucas 12: 15

El promedio es el indicador estadístico que menos me simpatiza, porque digamos, si usted tiene dos gallinas y yo no tengo ninguna, en promedio tenemos una gallina por persona.  Con datos así quedan maquilladas muchas realidades que nos impiden ser conscientes de los desequilibrios que se dan en la distribución de los recursos para subsistir en este mundo.  Los más pobres suelen aspirar a cambiar de situación.  Muchos que disfrutan de holgura económica viven de espaldas a la realidad de los demás.

Cuando su experiencia personal es la de alguien que ha tenido recursos limitados, que ha tenido que esforzarse, disciplinarse, trabajar duro y sufrir carencias, perder sueño, padecer estrés, posponer sus propios antojos o renunciar a ellos con el objetivo de superarse o mejorar su calidad de vida, le puede resultar difícil entender el perfil de una cultura hedonista que florece en medio de tener garantizados los elementos necesarios para la cotidianidad.  Un escenario en el que la gente está tan cómoda y satisfecha, que no aspira a nada, que no tiene metas, excepto pasarla tan bien como se pueda.  Se hace difícil creer que ese mismo nivel de bienestar pueda llevar al individuo a sacrificar relaciones significativas  por dar prioridad a cosas materiales.

Sea cual sea nuestra condición económicamente hablando, nos conviene preguntarnos  ¿Qué es lo que satisface al alma? Aunque sea válido aspirar  a tener un estilo de vida plácido, ¿Es eso el todo de la vida?  

Consideremos invertir en la eternidad,  viviendo vidas productivas, caracterizadas por la generosidad y el desapego a lo material.

¡CORRE, CORRE TAN RAPIDO COMO PUEDAS!!!


“…Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”  Hebreos 12: 1.

¡Corre, corre, tan rápido como puedas! No me  puedes alcanzar. ¡Soy el hombre de jengibre! Este cuento infantil que siempre me ha hecho mucha gracia. Correr suele implicar prisa, aunque no siempre se tenga sentido de dirección.

En las películas es muy típico que veamos escenas de persecución en las que alguien corre por miedo al peligro, intentando escapar de algo o de alguien.  Otros corren para atrapar al que huye, usualmente sospechoso de algún delito. En el deporte, nos entusiasman las competencias en que los  atletas corren en una pista rodeados de una gran cantidad de espectadores que aclaman a sus favoritos para incentivar su impulso. Los primeros en llegar a la meta saborean gloria, regocijo y premios.

En las Sagradas Escrituras, correr es una ilustración, utilizada por más de un escritor como figura del avance de los creyentes en el camino de la fe. El autor de Hebreos  usa la figura de una carrera luego de resumir lo que muchos hombres y mujeres lograron en tiempos antiguos por medio de la fe en el Dios verdadero. En esas personas tenemos una numerosa cantidad de ejemplos. Esto implica que nosotros también podemos ir adelante por la fe. El propio Señor Jesucristo es nuestro supremo ejemplo y a la vez nuestra gloriosa meta. Es una invitación a considerar que la vida cristiana es una carrera de fe, que se corre con paciencia. No es una competencia, todos estamos llamados a alcanzar la meta y lo que Pablo llama “el premio del supremo llamamiento de Dios”.

Nosotros también podemos vivir más con sentido de trascendencia, sabiendo que todo lo adverso que podamos sufrir en esta vida será superado por un final gozoso y glorioso.