"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


miércoles, 26 de mayo de 2021

EMPRENDER: EL NUEVO ENFASIS A UN PRINCIPIO ANTIGUO


Estamos en la era post moderna.  La historia  humana registra que  ya  hemos pasado  por dispensaciones de esclavitud, industrialización, del mundo empresarial corporativo y la  era digital. Aun convivimos con cada uno de esos modelos de economía en un grado u otro en diversas modalidades y  entornos.  Por otro lado, se ha dicho y reiterado  que si usted no quiere o no puede pasar  toda su vida en el rol de empleado debe emprender. Si usted quiere poner las reglas, definir su  misión, visión, estrategias y objetivos, debe emprender.

Estamos por así decirlo, en la era del emprendimiento. La bibliografía al respecto a estas alturas en abundante.  Los Gurúes dictan todas las pautas para los que se quieren lanzar al ruedo de iniciar su propio negocio.

Entonces pienso en el contexto:

El joven privilegiado, recién egresado de la universidad, que no quiere seguir la línea profesional de sus padres y decide establecer su propio negocio, pero cuenta con una base que garantiza un inicio sin  mayor riesgo de fracaso, con un horizonte  bien definido en cuanto a rentabilidad y crecimiento.

Y está el ciudadano de a pie, humildemente situado en la base de la pirámide, con recursos  escasos, insuficientes para la vida cotidiana digna. El ciudadano que se levanta de una cama incómoda, bajo un techo vulnerable, en un populoso sector marginado. El ciudadano que se levanta muchas  veces sin tener garantía de lo que va a comer.  El ciudadano cuya escasa escolaridad limita su acceso a empleo, y por tanto le priva de acceso a seguro de salud. Esa persona, si quiere sobrevivir, tiene que emprender.

Y es ahí donde he visto y vivido el emprendimiento en mayor medida: Recuerdo las experiencias de pequeños negocios que mi familia desarrolló a lo largo de toda nuestra etapa de niñez y adolescencia. Veo las madres ingeniosas que venden helados, dulces, que tienen talleres de costura o pequeños salones de belleza paralelo a su rol de ama de casa. Veo a los que tienen su pequeño negocio de venta de ropa, accesorios, artesanías.  Veo al técnico emprendedor que da servicio privado de electricidad, plomería y otras necesidades domésticas… ¿Qué les falta para ser reconocidos como emprendedores? Tal vez, apoyo financiero, asesoría para administrar sus finanzas y algunas técnicas de mercadeo y ventas…

Como digo, emprender ha existido desde que existen las necesidades humanas y alguien tiene que responder a ellas. El emprendedor de hoy tiene el reto de descubrir cuál es esa necesidad a la que tiene la oportunidad de responder, definir cómo la va a financiar, y cómo la va administrar.

Las historias de superación que muchos cuentan son excelente fuente de inspiración. La determinación de  trabajar con disciplina, constancia,  fe, sumado a la búsqueda de aprender cómo hacerlo mejor cada día, son los ingredientes idóneos para quien quiere hacer camino al andar. ¡Si se puede!

viernes, 14 de mayo de 2021

PRUDENCIA: UNA CUALIDAD PARA TODOS

 


Leyendo la Biblia en Tito capítulo 2 he encontrado la exhortación del apóstol Pablo a los creyentes, segmentándolos por edad y género.  A los hombres, mayores y jóvenes y a las mujeres mayores y jóvenes y  a les invita a modelar una serie de cualidades que varían entre un grupo y otro. Sin embargo, una palabra en común que se repite para cada segmento resaltó ante mis ojos de manera particular, una condición que se espera  acompañe a todo cristiano sea joven, maduro, hombre o mujer: Prudencia.

La prudencia se define como “Actuar o hablar con cuidado, de forma justa, adecuada, con cautela, moderación, previsión, reflexión y  sensatez para evitar posibles daños, dificultades, males o inconvenientes.”

La prudencia implica consideración a uno mismo y a los demás, respeto, dominio propio, capacidad de pensar y disciplina.  Es hermana de la sabiduría y de la responsabilidad.  Puede ser esa “voz de la razón” que a veces ignoramos para luego lamentarnos.

La prudencia contrasta con la temeridad, con el actuar compulsivamente y con el hábito de ser inoportunos.

Sin embargo, es bueno señalar también que la prudencia en exceso puede tener sus desventajas, porque, a causa de ella, nuestro nivel de “atrevimiento” para realizar algunas acciones puede verse frenado. Es importante entonces verificar si la estamos confundiendo con timidez.  La timidez puede impedirnos hacer una llamada, tocar una puerta, emprender alguna iniciativa, e incluso sufrir por prolongar enfrentar situaciones que requieren confrontación, etc. Entonces estaríamos en el plano de las excusas como aquella frase: “El león está fuera, seré muerto en la calle” (Proverbios 22.13). La prudencia actúa oportunamente, por lo cual, los resultados son mejores.

Pero la falta de prudencia provoca muchos problemas y  muchas desgracias: conflictos, problemas de salud, problemas financieros,  accidentes de toda magnitud, guerras entre naciones, y un largo etc.

Mi lectura de Tito capítulo dos, reitero, me guía a pensar que la prudencia es indispensable en cada etapa de la vida, para una mejor convivencia, para prevenir o mitigar situaciones no deseadas.  

“Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión.” --Hesíodo


jueves, 13 de mayo de 2021

COVID 19: ETICA Y RESPONSABILIDAD PERSONAL

 Por Telesforo Isaac.

Se requiere ética moral y responsabilidad personal de todo individuo, grupo, comunidad, gobierno o nación, para dar ejemplo efectivo de solidaridad y asistencia en lucha mancomunada a fin de combatir y liquidar el nocivo efecto de la pandemia del Covid 19. El mundo está en un tiempo cuando este micro organismo azota a todos los pueblos en la faz de la Tierra; por tanto, se requiere que la ética moral y responsabilidad personal asuman importancia, sean observadas de manera objetiva y la lucha sea unida a fin de exterminar definitivamente este flagelo.

La conciencia del ser humano debe sensibilizarse y tomar los debidos pensamientos, planes y acciones para enfrentar la pandemia del Covid-19 que incide en todo el planeta y que requiere de una serie de formalidades para ayudar a los afectados, ya que hay gente de todas clases y condiciones que sufren y mueren. Entre estos hay mayormente personas de edad avanzada por su condición de vida y a causa del deterioro físico; también aparecen casos de personas de edades menos avanzada que han sido afectadas y se ha oído decir, que infantes han sufrido la infección de la enfermedad del coronavirus.

Puesto que la pandemia del Covid-19 ha incidido en todo el planeta y se requiere de una serie de formalidades protocolares para asistir y salvaguardar a los infectados, ya que hay gente sufriendo de todas clases y condiciones. Se requiere una demostración de ética, responsabilidad personal, buena voluntad y disposición para encarar el problema y asistir a los habitantes de todo el globo terráqueo.

Hay la necesidad de observar el protocolo y las exigencias que demandan la ética sobre las ideas, conjeturas y comportamiento, para amparar la salud de los pueblos con los requisitos recomendados por los médicos, científicos, farmacéuticos y las disposiciones gubernamentales. Pero, por desgracia, hay individuos, grupos y comunidades que reúsan ser vacunados. Esa actitud choca con lo que corresponde a la moralidad razonada y el comprometido ánimo personal de los que piensan y actúan de esa manera.

 

Las personas de mentes sanas, de buena voluntad y con capacidad para razonar objetivamente, están sorprendidas y reclaman vehemencia, a los que reúsan aprovecharse de los medios científicos y sanitarios para ellos y el bienestar de las comunidades.

Son muchos los hechos catastróficos que han ocurrido en el mundo y de lo que se sabe en la historia; pero, lo que sucede actualmente con la pandemia del coronavirus, parece ser un fenómeno global que solo tiene comparación con el gran diluvio narrado en Génesis 7.

Lo que acontece en este momento debe ser analizado juiciosamente por todo individuo y por los conglomerados en general; sin embargo, cada miembro de la sociedad es personalmente responsable para hacer los necesarios esfuerzos para sanar a los enfermos, mitigar a los descorazonados, asistir a los más vulnerables, acompañar a los solitarios y sobre todo cuidarse a sí mismo para tener salud, habilidad y fuerza para brindar apoyo y auxilio a otros.

Se debe notar que el requerimiento de ética moral y virtudes personales, van más allá del involucramiento en los asuntos concernientes al problema de la pandemia (que es supuestamente pasajera) y dedicar tiempo y espacio en las actividades en que se está enfrascado, sean labores personales, seculares, comerciales, gubernamentales, educacional, militar o comunicacional.

Dado esto, se requiere que las normas de seriedad, rectitud y moralidad, sean condiciones y actitudes permanentes en la sociedad y propio de ministros religiosos, comerciantes, políticos, educadores, comunicadores, militares, policías, profesionales de todas las áreas de la vida cívica y gubernamental; en fin, toda persona que vive y labora, cual sea su modus vivendi. Esto debe ser así para ofrecer el régimen ético, las exigencias de disciplina y el aporte de buena voluntad; es necesario apoyar las buenas intenciones y ejecuciones en todos los niveles de las actividades, programas y servicios sociales. Se debe corregir lo malo, apoyar lo bueno y mantener siempre la claridad y transparencia en que se está sumergido por vocación o compromiso laboral.