"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


martes, 27 de diciembre de 2022

LA PUERTA DE LA ESPERANZA

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Al comenzar un nuevo año, 2023, en el calendario gregoriano de la Civilización Occidental, se precisa oír las palabras del Profeta Oseas, quien promulgó a nombre de Dios, diciendo: “Convertiré el valle del desastre en puerta de esperanza” (Oseas 2: 15). La puerta aludida por el profeta se presentó en espacio y tiempo en la persona de Jesús de Nazaret, quien vino y se identificó como Hijo del Dios Viviente, el Verbo Encarnado, Alfa y Omega, el Camino, la Verdad y la Vida, y en docenas de títulos más. Él declaró de sí mismo: “Yo soy la puerta; el que por mi entre se salvará”. (Juan 10: 9). La expectativa de la añorada esperanza se culminó con el nacimiento, vida, ministerio, muerte en la cruz y resurrección. 

Es conveniente y alentador, escuchar esta expresión aquí y ahora, entre nosotros y en todo el mundo. Esto es así, porque la situación que impera en todo el globo terrenal, es similar a lo que sucedía cuando Oseas habló al pueblo de Israel, alegando que las desgracias que los seres humanos estaban cometiendo eran similares a las de tiempos pasados.

En aquel entonces, el pueblo hebreo estaba en un desierto de aridez espiritual, la corrupción moral y la degradación humana separaban a los fieles de Dios. Sin embargo, a pesar del estado deprimente en que se encontraba aquella gente, Dios quiso dar muestra de su misericordia, su ternura y su amor por los hombres y mujeres de esa nación. El benévolo señor también puede hacerlo ahora en la isla de Quisqueya, y en todo el mundo, debido a la coyuntura histórica del momento. 

El deseo y la voluntad divina se hicieron saber a través del profeta Oseas, quien anunció la intención del Señor de convertir el valle del desastre en “puerta de esperanza”. Esa puerta de esperanza anunciada por Oseas, hace más de 700 años antes de la venida de Jesucristo, se hizo una realidad cuando Jesús mismo dijo: “Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará” (San Juan 10: 9). Escuchemos, pues, las palabras de Jesús y cambiemos los desastres en bienaventuranzas.

Jesús es la puerta por donde entra el pecador, el apóstata, el descorazonado, el vicioso, el que anda por malos caminos, el borracho, el mujeriego, la prostituta, el drogadicto, el ladrón, el opresor, y todo aquel que anda a espaldas de Dios o está en conflicto consigo mismo, con su familia o con la sociedad, para llevarlo al sendero de la esperanza y a la puerta del arrepentimiento, el perdón y la reconciliación.

El anuncio del Profeta Oseas fue imperante y alentador para el pueblo hebreo muchísimo antes de nacer Jesucristo…Hace 2022 años, ese mensaje, que nos asegura que Él es el camino, la verdad y la vida…adquiere mayor sentido para todos los que creen en el Señor Jesús.

 “Jesús es la puerta” que conduce a la conversión; al encuentro con la verdad; a la paz interna; a la buena relación con los demás y con la esperanza de ser heredero del reino de Dios. 

El inicio del año 2023 es ocasión apropiada para renovación de la vida… es tiempo especial para entrar por la “puerta de esperanza”. ¡Ven pues a Jesús! Él es la puerta para que encuentres consolación, paz, esperanza, deleite espiritual y emocional en la vida de todos los creyentes y personas de buena voluntad.

Señor, escucha nuestra causa, atiende a nuestro clamor, presta oído a nuestra oración… Ábrenos la puerta de la esperanza.

Escrito por Telésforo Isaac 


viernes, 9 de diciembre de 2022

REVERDECER

 

Ocasionalmente compro pequeñas plantitas ornamentales para decorar espacios pequeños, como un estante en el baño o sobre mi área de trabajo. Al estar limitadas a una base o tarro tan pequeñito, usualmente estas plantitas tienen una vida limitada. Al no servir más, suelo deshacerme del tarro y adquirir una nueva.

Con esta que comparto en la foto, sucedió que al secarse completamente la plantita original, la moví de lugar, pensando que aun seca tenía cierto atractivo que podía extender el tiempo antes de tirarla y sustituirla.  Recuerdo que estuvimos fuera de casa un fin de semana largo y al regresar, de entre las ramitas secas empezaban a brotar nuevos retoños verdes. Me maravillé de pensar que, en circunstancias restringidas, sin cuidado ni agua, esta plantita resurgió, y me convenció de que vale la pena conservarla y apreciarla.

En la escritura, Salmo 92, versos 12 en adelante, encuentro un paralelo en la vida del creyente y lo que esta plantita me ha ilustrado:

 

 El justo florecerá como la palmera;

Crecerá como cedro en el Líbano.

Plantados en la casa de Jehová,

En los atrios de nuestro Dios florecerán.

 Aun en la vejez fructificarán;

Estarán vigorosos y verdes,

Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,

Y que en él no hay injusticia.

Hay etapas en nuestra existencia, en que podemos sentirnos como esa plantita seca; hay momentos que nuestra existencia parecer haber llegado a un punto de improductividad, sequedad, esterilidad, sin sentido. Muchas veces esta situación está asociada a la pérdida del empleo, a la soledad, al retiro, a la pérdida de un ser amado. Estas situaciones pueden llevarnos a conclusiones muy desalentadoras sobre el futuro. Pero el final puede tomar otro giro.

Cuando nos hacemos conscientes de la obra que Dios es capaz de hacer en nosotros,  cuando nuestra fe está fundamentada en su Palabra y sus promesas, cuando nuestras limitadas fuerzas son invertidas en obras de justicia, entonces, ninguna limitación o carencia evitará que logremos reverdecer, resurgir, dar fruto como árboles que  han experimentado otoños… pero que reinician el ciclo, con nuevas ramas ( Nuevas ocupaciones, talentos a desarrollar, ministerios en qué servir…) que adornan la obra de Dios.

No volveré a tirar una plantita, como Dios no me desecha en mi esterilidad, si no que me da la oportunidad de reverdecer.

viernes, 2 de diciembre de 2022

EL PERDON

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Por Telésforo Isaac

El perdón es una decisión, una acción tomada con libertad y voluntad propia. Es un hecho que libera los sentimientos negativos, como el rencor, resentimiento, enojo, disturbio mental, inestabilidad emocional, y desconfianza; ya que perdonar restaura la condición espiritual propia de una persona sana y consciente de lo que es la virtud de la fraternidad. Al perdonar, se restablece la energía perdida y repone la buena salud embobecida por la infección psíquica.

Perdonar abre un nuevo camino hacia la reconciliación, abandona la infausta condición de negación del pasado, y alivia la persistente angustia que mantenía un veneno que intoxica el alma. Se ha dicho de manera muy precisa que: “La falta del perdón es el veneno más destructivo para el espíritu”. 

De manera efectiva, al perdonar, capacita para concentrarse mejor y relacionarse con amor sincero, e indudable confianza; pues, libera suspicacias y trazos sombríos subyacentes en la mente y el corazón.

Perdonar es una virtud enseñada y practicada por personajes de la santa Biblia, en realidad por Jesús de Nazaret, quien en Mateo 18:14-22, dio un puntual modo de perdonar al responder a Pedro, quien le preguntó a Jesús; ¿Cuantas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. (Matero 18:21-22).

Más notable, aun, es el caso en la ocasión cuando Jesús estaba colgado en la cruz y expresó: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23: 34).

Otra valiosa narración acerca de perdonar, fue lo que sucedió en la muerte de Esteban, mientras él era apedreado   por dirigentes judíos para martirizarlo, con el consentimiento de Saulo de Tarso, posteriormente, san Pablo; el joven seguidor de Jesucristo, oró diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: “Señor. No tomes en cuenta este pecado”. (Hechos 7: 59-60). Estos hechos singulares de perdonar, está ahí como atinados prototipos. 

En la santa Biblia hay 35 a 40 versículos con referencias sobre el valor de perdonar. Los ejemplos de Jesús, Esteban y otras figuras en las Santas Escritura para perdonar, deben ser modelos para seguir; por tanto, en lugar de ser acomplejados, de duros corazones, vengativos, resentidos, debilitados por el veneno que intoxica el alma; se sigue lo dicho por san Pablo en Efesios 4: 32: “Más bien, sean bondadosos, y compasivo unos con otros, y perdonándose mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (Efesios 4: 32) 


martes, 22 de noviembre de 2022

MOTIVOS DE ESPERANZA EN ADVIENTO

 

Photo: Pixabay, uso libre. 

¡Adviento, tiempo de esperanza! Este es el período designado por los cristianos que se ubica entre los cuatro domingos antes de Nochebuena, el 24 de diciembre de cada año.

En el calendario litúrgico, el tiempo de Adviento tiene características de preparación y expectativa, con dos enfoques principales:  primero, se hace memoria de las profecías y las expectativas del pueblo hebreo ante la venida del Mesías, según las Santas Escrituras, para liberar al pueblo judío y reinar en el mundo. Esto se cumplió con la llegada de Jesús Nazareno, cuyo nacimiento es celebrado por los cristianos el 25 de diciembre.

En segundo lugar, ahora los cristianos esperan la nueva venida del Mesías o Salvador, llamado Cristo. Estos tienen la certeza de que su retorno al mundo terrenal será para juzgar a los pueblos, y establecer un reino de paz, justicia y bienestar espiritual por toda la eternidad. Adviento es el espacio litúrgico que evoca esa esperanza. 

El Adviento es tiempo de confianza, aunque esta estación se ha convertido en una época para incrementar el comercio y las celebraciones festivas que, muchas veces, sólo son expresiones seculares de esta observancia religiosa.  

A pesar del desgaste espiritual y la secularización del Adviento, los cristianos y los seres humanos de buena voluntad, consideran que esta temporada no puede extinguirse, ni tampoco marchitarse; por eso, la estación pre-navideña es tiempo de esperanza y de preparación para la evocación del nacimiento de Jesús el Cristo.  

Adviento es ocasión ideal para incrementar la fe, la esperanza y el amor. Es propicio hacer el llamado para la devoción, el fortalecimiento de la hermandad y la voluntad de realizar hechos de benevolencia y caridad. Es el momento para oír de nuevo la misma voz de Jesús, diciendo: “Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios está cerca, vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias” (Marcos 1: 15).

Es cierto que el mundo está convulsionado. Hay muchas mentes perturbadas, innumerables corazones angustiados, separaciones de familias, guerras, brotes epidémicos, corrupción moral, carencia económica, intolerancia, opresión, degradación de seres humanos, empobrecimiento material y espiritual, desprecio a la dignidad de   seres creados a imagen y semejanza de Dios, humillación  a menesterosos,  prejuicios raciales y culturales; a pesar de todos estos males, anualmente se aviva la esperanza, se reanima la ilusión, los buenos deseos florecen y la buena voluntad de muchos se hace manifiesta, con el propósito de prepararse a fin de celebrar la fiesta del nacimiento de Jesús el Salvador.

Entramos de lleno en el proceso para organizar la fiesta del nacimiento del Cristo. Se ven las ofertas comerciales, decoraciones de casas y calles, expectativas de dar y recibir regalos, anhelo de intercambiar felicitaciones, agrado de encontrarse con familiares y amigos.

El pueblo en general ofrece muestras de gozo, actividades de confraternidad y alegría espontánea. Aunque no hay dimensión profunda de espiritualidad, ni conciencia religiosa; sin embargo, persiste el sentir de lo sagrado y los creyentes cantamos: “Ven Jesús muy esperado, ven y quita de tu grey, sus temores y pecados, pues tú eres nuestro rey”, y porque, ¡Adviento, es tiempo de esperanza! 

Telesforo Isaac


lunes, 7 de noviembre de 2022

PEQUEÑOS Y VULNERABLES

 

Foto: Pixabay de uso libre

Llevábamos  un grupo de 4  pequeños escolares, tres chicas y un varoncito de entre 9 y 10 años a visitar el oftalmólogo. Se trata de niños de una comunidad empobrecida, favorecidos por una misión que les provee escuela, alimentación y cuidados en área de salud física, emocional y espiritual.

El punto de encuentro para esta cita médica sería por supuesto, la escuela. Al Recogerlos, notamos que una de las niñas  llegó con sus ropitas rotas y ajadas. Hubo que hacer un movimiento rápido en el lugar para conseguirle otra vestimenta.

Al subir al transporte, me ocupé de ayudar al jovencito a ponerse el cinturón de seguridad. Me miraba maravillado y sonriente mientras exclamaba “ ¡Wow, nunca había usado un cinturón de seguridad!”

Mi esposo conducía y una maestra del centro nos acompañaba. Yo me senté detrás entre dos de las niñas.  El estómago de una de ellas crujía tan fuerte que los demás escuchamos  y reímos porque nos pareció gracioso.  Entonces ella dijo: “ Tengo taaanta hambre!” .  Me avergoncé de haber reído y le prometí que tan pronto llegaremos a destino, les compraría desayuno.

Mientras avanzamos por la ciudad, estos pequeños expresaban  sorpresa y admiración por los túneles que pasamos y los edificios en el recorrido. Fue chocante para mi pensar que, viviendo en zonas marginales no tan distantes del centro de la ciudad, estos pequeños estuvieran disfrutando esto como un paseo, como una experiencia extraordinaria.

En el centro médico, hicimos de todo un poco para entretenerlos en la sala de espera, mientras el doctor recibía a cada uno. Comimos, jugamos y compartimos risas y lágrimas. Una de las niñas dijo tener sueño y se recostó en mi regazo. Fue cuando pude notar los piojitos que inundaban su cabello. Su descanso fue interrumpido con el llanto de la niña que salía de la oficina del doctor, emocional porque su problema de visión era más serio de lo que esperábamos. La tuve abrazada a mi hasta que se calmó.

Yo pasé solo una mañana con 4 chicos y tenía el corazón quebrantado. Así que,  considero héroes a quienes dedican su vida a estas misiones y todos sus días están trabajando con cientos de pequeños vulnerables, cuya condición en general es que les falta casi todo.

El perfil de un niño en riesgo es:

·      Un hogar roto, madre soltera y trabajando…padre ausente

·      Un hogar roto, ambos padres ausentes, criados en el contexto abuelos o tíos, usualmente marcados por la carencia de afecto.

·      Hogar de extrema pobreza, padres iletrados o de baja escolaridad (Y en consecuencia poca conciencia de la necesidad de enviar los niños a la escuela);luchan por una subsistencia cotidiana, poca y mala alimentación, salud precaria,

·      Hogares marcados por el hacinamiento, el alcoholismo, el abuso en todas sus manifestaciones… todo un drama.

Estos pequeños, por tanto, están en alto riesgo de perpetuar  el círculo de pobreza y miseria.

Foto: Durante la visita con los niños al oftalmólogo. 

En el evangelio de Marcos, capitulo 10, del 13 al 16 hallamos una escena en la que muchos adultos traían sus niños a Jesús para que los bendijera. Los discípulos reprendían a estas personas pensando que los niños molestarían o interrumpían la agenda del Señor. ¡Nada más equivocado!

Hoy como ayer, llevar a los niños a Jesús es lo mejor que podemos hacer por ellos.  Cuando esto hacemos, Él los abraza y los bendice, y nos declara que Su Reino le pertenece a los niños y todos aquellos que vengan a él tan ingenua y confiadamente como un pequeñito.

Parece ser que, en un mundo caído, con estados fallidos, sistemas corruptos y hogares rotos o disfuncionales, seguiremos necesitando  que las iglesias y fundaciones  de base cristiana sigan asumiendo la tarea de proveer soluciones alternativas para estos pequeños inocentes. Gente con vocación de rescatar, de mitigar carencias y de proveer espacios seguros y afectuosos para estas criaturas. 

El fruto de estos esfuerzos ha hecho y seguirá haciendo la diferencia en el destino  terrenal y celestial de muchos niños pobres en el mundo.

viernes, 4 de noviembre de 2022

AMBICIONES ¿CUANTAS TIENES YA?

 

El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha pensaba que podía  haber hecho jaulas para pájaros y palillos de dientes si  su cerebro no hubiera estado tan lleno de ideas de caballería.  La mayoría de la gente tendría éxito en las pequeñas cosas si no estuviesen preocupados con las grandes ambiciones.

Southey dijo: "No es del hombre el descansar en absoluto contentamiento. Ha nacido para alimentarse de esperanzas y aspiraciones, como las chispas vuelan hacia arriba,  a menos que haya embrutecido su naturaleza y apagado su espíritu de inmortalidad que es su porción."

Sin embargo, hay que canalizar las ambiciones, pues estas  pueden ahogar la palabra de Dios y hacerla infructuosa en nuestras vidas. Jesucristo dijo, en el contexto de la parábola del Sembrador: "el que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra y la hacen infructuosa." Si desea salvar su alma eternamente, tenga cuidado con sus ambiciones.

(Foto por Georgina Thompson. Don Quijote en Casa de Campo, Rep. Dominicana)


OPORTUNIDAD

Después del silencio, más silencio.  Paredes blancas, techo blanco, salones blancos.  Sentimientos: Incertidumbre, confusión, temor, impotencia.

Ahora alguien viene, puede oír pasos acercándose: entonces la puerta se abre y un hombre vestido de Blanco aparece seguido por atrás, de otros vestidos de verde, su cama está siendo movida, pero él no reacciona, solo sus ojos revelan que aún está vivo.

La lenta procesión por el corredor le recordó las ocasiones en asistió a los funerales de familiares y amigos, la muerte había sido siempre para los demás.  Él siempre había sido fuerte, arrogante y arriesgado.

Una nueva habitación.  Una fuerte luz sobre su cara. Podía escuchar el sonido agudo de objetos metálicos y luego, solo silencio una vez más.

Otro día comienza.  Él abre sus ojos; caras sonrientes alrededor de la cama.  todavía está aquí- le dijo una voz familiar.

Si, pensó El, estoy todavía aquí ¿Por qué? ¿Para qué?

(Foto: Pixabay de uso libre)

miércoles, 2 de noviembre de 2022

ENRIQUECER

 


“…La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” Lucas 12: 15

El promedio es el indicador estadístico que menos me simpatiza, porque digamos, si usted tiene dos gallinas y yo no tengo ninguna, en promedio tenemos una gallina por persona.  Con datos así quedan maquilladas muchas realidades que nos impiden ser conscientes de los desequilibrios que se dan en la distribución de los recursos para subsistir en este mundo.  Los más pobres suelen aspirar a cambiar de situación.  Muchos que disfrutan de holgura económica viven de espaldas a la realidad de los demás.

Cuando su experiencia personal es la de alguien que ha tenido recursos limitados, que ha tenido que esforzarse, disciplinarse, trabajar duro y sufrir carencias, perder sueño, padecer estrés, posponer sus propios antojos o renunciar a ellos con el objetivo de superarse o mejorar su calidad de vida, le puede resultar difícil entender el perfil de una cultura hedonista que florece en medio de tener garantizados los elementos necesarios para la cotidianidad.  Un escenario en el que la gente está tan cómoda y satisfecha, que no aspira a nada, que no tiene metas, excepto pasarla tan bien como se pueda.  Se hace difícil creer que ese mismo nivel de bienestar pueda llevar al individuo a sacrificar relaciones significativas  por dar prioridad a cosas materiales.

Sea cual sea nuestra condición económicamente hablando, nos conviene preguntarnos  ¿Qué es lo que satisface al alma? Aunque sea válido aspirar  a tener un estilo de vida plácido, ¿Es eso el todo de la vida?  

Consideremos invertir en la eternidad,  viviendo vidas productivas, caracterizadas por la generosidad y el desapego a lo material.

¡CORRE, CORRE TAN RAPIDO COMO PUEDAS!!!


“…Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”  Hebreos 12: 1.

¡Corre, corre, tan rápido como puedas! No me  puedes alcanzar. ¡Soy el hombre de jengibre! Este cuento infantil que siempre me ha hecho mucha gracia. Correr suele implicar prisa, aunque no siempre se tenga sentido de dirección.

En las películas es muy típico que veamos escenas de persecución en las que alguien corre por miedo al peligro, intentando escapar de algo o de alguien.  Otros corren para atrapar al que huye, usualmente sospechoso de algún delito. En el deporte, nos entusiasman las competencias en que los  atletas corren en una pista rodeados de una gran cantidad de espectadores que aclaman a sus favoritos para incentivar su impulso. Los primeros en llegar a la meta saborean gloria, regocijo y premios.

En las Sagradas Escrituras, correr es una ilustración, utilizada por más de un escritor como figura del avance de los creyentes en el camino de la fe. El autor de Hebreos  usa la figura de una carrera luego de resumir lo que muchos hombres y mujeres lograron en tiempos antiguos por medio de la fe en el Dios verdadero. En esas personas tenemos una numerosa cantidad de ejemplos. Esto implica que nosotros también podemos ir adelante por la fe. El propio Señor Jesucristo es nuestro supremo ejemplo y a la vez nuestra gloriosa meta. Es una invitación a considerar que la vida cristiana es una carrera de fe, que se corre con paciencia. No es una competencia, todos estamos llamados a alcanzar la meta y lo que Pablo llama “el premio del supremo llamamiento de Dios”.

Nosotros también podemos vivir más con sentido de trascendencia, sabiendo que todo lo adverso que podamos sufrir en esta vida será superado por un final gozoso y glorioso.

sábado, 16 de julio de 2022

TRABAJAR O MORIR

 

Imagen por Robin Higgins / Pixabay / de uso libre

“Más personas mueren el lunes por la mañana a las 9 am que en cualquier otro momento”. El dato es citado, resaltado y destacado en el libro “The Energy Bus” (El Bus de la Energía, del autor Jon Gordon) el cual  estoy leyendo esta semana. Los personajes de esta obra novelada de superación laboral y personal comentan que mucha gente prefiere morir antes que regresar el lunes al trabajo.

Otra publicación cita a la CDC de Estados Unidos, para precisar qué día y por qué causas muere más gente en dicha nación. El lunes tiene prevalencia en muertes por ataques cardiacos.  

Las bromas que hacemos sobre como iniciamos el primer día de trabajo de la semana, tan distintas a las caritas felices del viernes, refleja un paradigma que se ha entretejido en la dinámica laboral.

Hemos satanizado el lunes, como si regresar al trabajo fuera un acto adverso e indeseado.  Sin duda, si el lugar de trabajo tiene un clima tóxico y los empleados sienten niveles insanos de ansiedad de solo pensar en su empleo, se puede validar esta inferencia estadística.

La perspectiva cristiana del trabajo es distinta. Trabajar es parte relevante del propósito y significado que Dios le imprime a la existencia del ser humano. Dios trabaja, Jesús trabaja, sus seguidores trabajan. Con el fruto del esfuerzo y de la diligencia, obtenemos los recursos necesarios para el sustento personal, familiar y aportamos a la sociedad en conjunto.

En todo el libro de Proverbios hallamos inspiración y consejos para fortalecer una actitud amigable hacia el trabajo. Lo mismo pasa con Eclesiastés, donde Salomón profundiza en la búsqueda del sentido a toda esta vorágine de lucha y afán laboral, como apreciamos en estos versos:

¿Qué provecho saca el trabajador de tanto trabajar?  He visto todo el duro trabajo que Dios dio a los seres humanos para mantenerlos ocupados… Aprendí que lo mejor que puede hacer la gente es ser feliz y disfrutar mientras viva, pues Dios quiere que todos coman, beban y disfruten de su trabajo. La vida es un don de Dios.[1]

La ecuación no tiene que ser Trabajar o Morir. Hay que esforzarse, y de ser posible, apasionado de lo que uno hace, aunque no siempre tenemos el empleo deseado.  Muchas veces hay que lidiar con frustraciones implícitas en el entorno laboral.  Esas variables no las podemos controlar.  Pero hay opciones respecto a nuestra actitud que podemos mejorar.  La Biblia también dice: “Cuando hagan cualquier trabajo, háganlo de todo corazón, como si estuvieran trabajando para el Señor y no para los seres humanos.”[2]

Podemos, y nos conviene, renovar nuestro ánimo y sentido de dirección respecto al trabajo y así iniciar y concluir el lunes y cada día de trabajo con un buen espíritu.



[1] Eclesiastés 3: 9-14

[2] Colosenses 3:23, La Palabra de Dios para Todos, PDT

miércoles, 4 de mayo de 2022

CONTRASTES DEBAJO DEL CIELO

 

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Vista Zona Colonial y Puerto de Santo Domingo, Rep. Dominicana. Foto: Georgina Thompson. 

Salomón, el famoso rey hijo de David, es reconocido por su notable sabiduría. Sus palabras compiladas en el libro de Eclesiastés aparentan ser sabiduría humana, pues no habla mucho de Dios. Sin embargo, son dichos bien pensados, de los cuales sacamos grandes advertencias. No son, como algunos catalogan, una reflexión fatalista.  El poema de “Todo tiene su tiempo” encierra verdades profundas. Se trata de un pasaje que siempre me ha cautivado-

El Sabio escritor de Eclesiastés nos ha enseñado que todo tiene su tiempo y que todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Si hacemos un ejercicio de memoria, seguro podríamos dividir nuestra vida por capítulos, pues hay momentos marcados en los que el rumbo de la misma cambió significativamente.

Pero hay capítulos más largos que otros, episodios cuyo desenlace nos toca decidirlo a nosotros y no a las circunstancias.

Podemos notar catorce contrastes que hace el predicador entre las cosas buenas y malas. Muchos de ellos  son radicales .   Todos, si bien se refieren a vivencias del contexto terrenal, tienen paralelos espirituales que hallamos en  un sinnúmero de pasajes en toda la Biblia.

1          NACER           MORIR

2          PLANTAR       ARRANCAR

3          MATAR           CURAR

4          DESTRUIR     EDIFICAR

5          LLORAR         REIR

6          ENDECHAR   BAILAR

7          ESPARCIR PIEDRAS JUNTAR PIEDRAS

8          ABRAZAR      ABSTENERSE DE ABRAZAR

9          BUSCAR         PERDER

10        GUARDAR     DESECHAR

11        ROMPER        COSER

12        HABLAR         CALLAR

13        AMAR ABORRECER

14        GUERRA        PAZ

Notemos que Salomón encuentra que todo tiene su momento y que, en su momento preciso, en su hora debida, todo es hermoso, adecuado. Este es el balance divino de la vida.

lunes, 4 de abril de 2022

EL NEGOCIO DEL ESCANDALO Y DE LAS MALAS NOTICIAS

 

Foto de uso libre, Pixabay

Es una realidad que el periodismo contemporáneo en sentido general, dista mucho de ser un servicio que contribuya al bienestar de la sociedad.  Al contrario, es mi percepción, que los medios están jugando un papel que incide perjudicialmente en la salud mental de la comunidad.  Hay un “mercado de malas noticias”  y los ciudadanos nos hemos convertido en consumidores de ellas.

Los titulares están escritos de una forma catastrófica.

·        Si es el informe del tiempo, cada tormenta es devastadora

·        Si es un accidente es mortal .Si es una escases, las imágenes muestran tramerias vacías de un supermercado como que llegó el Apocalipsis y nadie va a consegir nada para su familia. 

·        Si es un incendio es arrasador y amenaza consumir ciudades enteras.

·        Si son los precios de los combustibles estos suben como cohete lanzado al universo

·        Si es una enfermedad, es mortal, contagiosa, y avanza en forma agigantada, contando muertes y muertes por doquier.

·        Si es la guerra, nos repiten sin cesar las imágenes de lo peor de lo peor, masacre, destruccion, la devastación.

En el campo del entretenimiento a la fecha tenemos más de una semana saturados de una bofetada en medio de un evento que representa toda la doble moral habida y por haber. Como sociedad se hace campaña contra el bullying, pero lo usan sin contemplación en una producción que tiene millones de espectadores. La violencia en todas sus manifestaciones son la estrategia más taquillera, y obviamente lo es dentro y fuera del marco de una película.

Si bien cada información corresponde a hechos reales, el enfoque es en lo más negativo, lo más morboso, lo más feo de todo cuanto ocurre. Nos saturan con las imágenes que sacuden nuestras emociones.

Escuché a un conferencista, no periodista, plantearlo así: Las malas noticias nos causan preocupación, la preocupación nos hace cautivos de querer escuchar y saber más. Esto nos convierte en seguidores de los medios, cuyo rating aumenta, y por tanto aumenta su facturación de publicidad.  Las buenas noticias abundan, pero no son rentables para la industria. —Frank Suarez

Ya en artículos anteriores he tratado este tema, de lo atrás que ha quedado la ética en el uso de los medios de comunicación. Cuando en mi interés  y necesidad de informarme enciendo la tele, o entro al internet, me encuentro con lo mismo una y otra y otra vez.  Opto por desconectarme, porque ya detecto el patrón de “priming” (manipulación) que intenta condicionar mi forma de actuar, de pensar, de comprar… De eso se trata al final.  

Es una pena para el periodismo que hoy los medios estén saturados de artículos escritos por personas sin formación, que con un titular tienen que redundar en un dato que se puede ofrecer en un párrafo, solo para dar cabida a docenas de promociones publicitarias.  Los titulares engañosos, planteados como lo haría una persona chismosa para captar el oido y atención de otra en el patio o en la esquina: "No vas a creer como se ve fulana hoy día,  dónde vive perencejo...". 

Me queda apelar a que seamos consumidores más selectivos. Necesitamos estar informados, pero no caigamos en la trampa de consumir todo lo que nos sirven día a día, que es un poquito de verdad sobredimensionada para mantenernos preocupados y ansiosos, o para entretenernos con datos   que no nos aportan nada, sino que nos roban la paz mental y el tiempo que pudiéramos usosar en algo más productivo, que nos ayude a crecer y apoyar la búsqueda de soluciones. Procuremos fuentes que, si bien menos concurridas o renombradas, pudieran representar el remanente de un periodismo ético, responsable, coherente, que presenta los hechos con la mayor objetividad e indendepencia de intereses particulares. Si no hallamos eso, entonces aplicar el consejo de la Biblia: Escudriñarlo todo, retener lo bueno. 

jueves, 31 de marzo de 2022

UNIDAD EN LA DIVERSIDAD

 

Por Telésforo Isaac

Al llegar a los últimos días de mi vida en la Tierra, entre las cosas que me quedan por anhelar y decir, es lo siguiente: que halla UNIDAD EN LA DIVERSIDAD EN EL CUERPO MISTICO DE JESUCRISTO: LA IGLESIA.

¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos! (Salmo 133:1; VSB 1994).

La unidad debe estar en la Iglesia Cristo-Céntrica, que es la unión con Jesús aquí en la Tierra; por tanto, es necesario estar juntos aquí, si pretendemos estas hermanados alrededor del Trono del Padre Celestial, en la gloria eterna.

Es vergonzoso, deplorable e inaceptable los continuos conflictos, intrigas, luchas y divisiones, de los llamados seguidores del Cristo-Rey, y Señor de todos. Esto es lamentable, y no debe ser.

Estimado lector, por su seriedad y compromiso de dar testimonio de fidelidad cristiana, se recomienda tomar un momento, para hacer esta oración por la unidad de la Iglesia Universal.

“Oh, Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, nuestro único Salvador, el Príncipe de Paz: danos gracia para que de corazón consideremos seriamente los grandes peligros en que nos hallamos por nuestras desdichadas divisiones. Aparta de nosotros todo odio y prejuicio, y cuanto pudiere impedir una santa unión y concordia; para que, así como no hay más que un Cuerpo y un Espíritu, una esperanza de nuestra vocación, un Señor, una Fe, un Bautismo, un Dios y Padre de todos, así seamos todos de un corazón y un alma, unidos en vínculo sagrado de verdad y paz, de fe y caridad, y con una mente y una voz te glorifiquemos; por Jesucristo nuestro Señor”. Amen.

viernes, 11 de marzo de 2022

EL PRECIO DE LA UTILIDAD

 


Sentada en la sala de espera del consultorio de mi doctora, tenía frente a mi este cuadro y le tomé una foto para usarla de portada en esta reflexión.  La  trillada frase que presenta,  la  he escuchado y verbalizado incontables veces. "La recompensa de hacer un trabajo bien hecho, es la oportunidad de hacer más trabajos bien hechos". 

Me reconecté en esos minutos con mis primeros años como empleada. Tenía  18 o 19  años. Amaba mi trabajo y procuraba hacerlo con diligencia, buen espíritu y excelencia. Sin embargo, había ocasiones en que me sentía sobregirada, con más tareas que tiempo para cumplirlas. En uno de esos momentos, suena el teléfono y es mi superior inmediato solicitándome una tarea adicional con carácter de urgencia.

--“No hay problema señor, no se preocupe” respondí, y al cerrar el teléfono me desahogué, diciendo en voz alta, “ Uff, ¿es que aquí no se saben ningún otro nombre además del mío?”

Mi compañera de oficina, más sabia y madura que yo,  hizo de inmediato un comentario que hasta el día de hoy es para mí una lección aprendida:

--“Es el precio de la utilidad, Georgina; Saben que pueden contar contigo, que les eres útil”.

Poco después aprendí también que hay base bíblica sustenta este principio de la utilidad y que incluso lo enlaza con recompensas.

Por ejemplo, Jesús, en su ilustración de las recompensas que recibirán quienes le sirven eficazmente multiplicando los talentos que les ha confiado, promete poner sobre mucho a aquellos que han sido fieles en lo poco. [i]

Me encanta como lo plantea el sabio Salomón cuando asegura que la persona diligente en su trabajo estará delante de reyes.[ii] Es decir, ocupará posiciones de liderazgo y relevancia.

Esa diligencia aplica no solo en aspectos como ser puntuales, diligentes y eficientes, sino también para el aspecto de mantenerse  en proceso continuo de aprendizaje, desarrollando las capacidades. Pero sobre todo, aplica en términos de modelar un liderazgo servicial, dejando a un lado las quejas y excusas, y poner manos a la obra con una actitud adecuada.

 Hago la salvedad, que esto no implica  echarse encima todos los encargos de todo el mundo ni asumir más compromisos de los razonables. He tenido en el camino que aprender a diferenciar estos esquemas. Jesús no le pidió cuentas por cinco talentos al que solo le dio dos, pero le expresó el mismo reconocimiento.  Hay que encontrar el punto de equilibrio porque el otro extremo puede ser también muy perjudicial, cuando por no saber decir no, asumimos exceso de compromisos y eximimos a otros de cumplir con sus roles y responsabilidades, solo para terminar nosotros explotados, desgastados y con resultados mediocres.

Por eso las organizaciones necesitan fomentar el trabajo en equipo, donde todos estamos comprometidos con la tarea y todos somos responsables por el resultado.

 



[i] Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor Mateo 25. 21

[ii] ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? delante de los reyes estará; Proverbios 22.29