"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


martes, 27 de noviembre de 2012

INFLUENCIA: UN PODER NEUTRAL (2 de 3)

Hablemos de otra mujer cuya historia es parte del registro bíblico. Ella vivía con su esposo y sus otros familiares; era abusada y ridiculizada día tras día por algo de lo cual ella no tenía nada absolutamente que pudiera hacer,  algo más allá de su capacidad de cambiar. Ella era estéril y no había forma de que pudiera darle un hijo a su esposo.  Estaba deprimida y triste. Ella era abusada verbal y emocionalmente por la segunda esposa de su marido. ¿Puedes imaginarte vivir de esa forma? Tenía muchas razones  para estar amargada, pero escogió no estarlo. 

Esta mujer tenía un sueño, un gran deseo, ser madre, la mejor madre en todo su pueblo. Cuando la vida conspiraba contra su sueño, ella decidió orar. Ella optó por la oración en lugar de la amargura y la venganza. Derramó su corazón  a Dios, exponiendo su dolor y angustia. Con muchas lagrimas  y súplicas en el tempo, pidió por lo imposible, un hijo. 

Su oración movió el brazo y el corazón de Dios. Antes de que Dios contestara su oración, en fe,  ella entregó la respuesta de regreso a Dios.  Su oración fue escuchada. Con la gracia de Dios esa madre crió a ese niño por apenas 5 años,  pero ejerció en él una influencia tal que ese muchacho llegó a ser el más grande profeta  y juez sobre Israel. La oración de Ana y la manera piadosa de criar a su hijo, tuvieron como fin el cambio del curso de la historia de la nación judía. 

Dos madres: una conocida como Herodías, otra conocida como Ana, son dos ejemplos poderosos de lo que es la influencia de una madre en la vida de sus hijos.  Dos influencias poderosísimas que determinaron  dos diferentes, muy diferentes destinos. 

Me maravilla que Dios aun esté contando  con las madres para realizar su milagro de creación. La vida pasa primero por las manos de una mujer. ¡Somos socias de Dios! ¡Que privilegio, pero también, qué responsabilidad! Cada niñita que nace en este planeta viene envuelta en un poderoso e increíble don llamado INFLUENCIA.  Alguien dijo que la mano que mece la cuna es la que domina al mundo. Ya dijimos en la primera parte que la influencia  es una cualidad neutral, la forma en que la usemos es lo que la hace buena o mala.  Hay la posibilidad de reforzar este don de forma intencionada, y usarlo conforme a los propósitos de Dios.  CONTINUARÁ.

domingo, 25 de noviembre de 2012

INFLUENCIA: UN PODER NEUTRAL ( 1 de 3)


Era el cumpleaños del rey. Música, comida, decoración, dignatarios  e invitados de honor, todo listo para comenzar una gran celebración.

A la mitad del festejo, una chica adolescente hace su entrada al gran y majestuoso salón y empieza a danzar. Cada movimiento estaba lleno de gracia y encanto.

Cuando la música se detuvo y la danza terminó, el rey le ordenó a la chica acercarse al trono. El quedó tan prendido de su gracia y belleza que impulsivamente le dijo: “Pídeme cualquier cosa que desees, y te la daré, solo pide!  ¡Hasta la mitad de reino, te lo voy a dar!”

¿Te puedes imaginar? ¡Tremenda oferta para una chica adolescente!
Su mente se volvió un torbellino. ¿Qué hago? ¿Qué pido? ¡No se me ocurre nada!, mejor le pregunto a mi madre.
Ella se volvió a Herodías,  su madre y le susurró al oído: “mamá ¿Qué debo pedir?”  La señora respondió enseguida, como si hubiera estado esperando el momento clave para saciar un apetito que la dominaba por completo y por muchos días: “Pide la cabeza de Juan el bautista en una bandeja de plata”.
El rey Herodes no podía retractarse de su palabra, de modo que, momentos después, un sirviente vino con la cabeza del profeta, tal como fue requerido, en una bandeja de plata, y puesta en las manos de una aterrorizada jovencita.

Aquella fiesta tomó un giro repulsivo, indignante y cruel ¿Por qué una madre sería capaz de exponer a su hija a un trauma de tal magnitud?, De hecho, no podemos atribuir responsabilidad a la niña, pero necesariamente tenemos que considerar qué clase de madre es esta y qué marcas su influencia deben haber dejado en su hija.

Creo que  esta madre era una mujer amargada. Tenía mucha ira, mucho odio en su corazón, porque Juan el Bautista la había expuesto públicamente. El había denunciado que ella vivía en una descarada inmoralidad, pocas veces vista en su contexto. 

La verdad es que ese odio de la madre alejó para siempre la más grande oportunidad que pudo haber tenido su hija en toda su vida.

En lugar de obtener una vida  de reina, todo lo que esta jovencita obtuvo fue una horrorosa y despiadada muestra de odio, sostener en sus manos una bandeja con  la cabeza de hombre decapitado.

¿Cuántas madres estarán haciendo hoy algo parecido?  ¿Cuántas madres estarán viviendo  en ese camino en donde todo gira alrededor de sí mismas, y las primeras víctimas de esa filosofía de vida son sus propios hijos?

La influencia es una cualidad neutral, la forma en que la usemos es lo que la hace buena o mala.  ¿Cómo al hacernos conscientes de este poder con que contamos, podemos canalizarlo para objetivos dignos? CONTINUARÁ.

Ilustración: Herodías, lienzo de Ivan kramskoy, 1886.

lunes, 19 de noviembre de 2012

HOY LLORAMOS COMO JESÚS LLORÓ EN BETANIA




Jesús lloró”, (San Juan 11:35), es una de las citas más cortas del Nuevo Testamento. Estas dos  palabras hacen ver que el Señor Jesús tenía sentimientos emocionales como toda persona humana; tenía un corazón que se conmovía ante situaciones penosas. La ocasión en que el Nazareno estuvo compungido y derramó lágrimas, fue ante la tumba de Lázaro, hermano de Marta y María de Betania. Todo indica que los miembros de esta familia tenían estrecha relación con el predicador de Nazaret de Galilea que ambulaba por toda la tierra de Palestina.

La manifestación de sentimiento emocional de Jesús, nos hace creer que Él puede estar compungido continuamente por las penas que causan dolor, sufrimientos, miseria, explotación humana, injusticia, o muerte súbita, que a veces puede ser violenta.
En el caso de Lázaro, el hermano de Marta y María, éstas estuvieron apenadas, pero con esperanza. Por eso Marta le dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. (San Juan 11:21). Esto es contrario a lo que acontece con muchas familias que están amargadas y desconsoladas por la condición en que viven, porque no tienen fe, ni esperanza de recibir ayuda competente, ni mejoramiento predecible.

Las hermanas Marta y María de Betania, así como otros miembros de la comunidad, tenían confianza en que la presencia e intervención de Jesús hubiera de servir para que Lázaro no muriera; contrario a esta certeza, el deseo de gente en estos días, en innumerables lugares y situaciones, es de tener disponibilidad de salubridad preventiva, asistencias médicas y servicios hospitalarios; mas, no alcanzan obtener éstas atenciones.
El evangelista nos dice en San Juan 11:7, que Jesús respondió al llamado de las dos amigas acerca del estado de Lázaro. El Maestro fue a acompañar a las dolientes y llora ante la tumba del fallecido hermano. Incontables familias llaman hoy, pidiendo auxilio, pero no reciben respuesta a sus súplicas y deseos.

Muchos se peguntan ahora, ¿a quién se puede pedir  que los acompañe en el sufrimiento, el dolor, y/o la muerte?  Cuantiosas personas son las que “levantan los ojos a lo alto” y miran a su alrededor preguntándose: “¿De dónde vendrá mi socorro?” (Salmo 121:1). Son innumerables los que claman como el perturbado poeta de los Salmos, diciendo: “Clamo desde lo profundo” (Salmo 130:1) del valle de la desolación, de las entrañas de los barrios marginados, de las comunidades que están en continuo estado de desesperanza, de hogares quebrantados, de hermanos en conflicto, de matrimonios en desbandada y que habitan en chozas de cartón, yagua, tejamanil y barro.

Multitudes anhelan respuestas positivas e inmediatas de atención de servicios para tranquilizar sus corazones y calmar sus atribuladas mentes. Numerosas personas desean tener esperanza de respuestas para curar sus heridas, aliviar sus dolores y cambiar la pésima vida en que están.

Jesús lloró y muchos lloran por la falta de fe, esperanza y por la ausencia de oportunidades para alcanzar el bienestar  social. Los que imploran por la mejoría de su condición de vida, están llamados a reforzar su fe y ampliar su confianza; pues, “la esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco.” (Hebreos 6:19).

Telésforo Isaac
Obispo Emérito Iglesia Episcopal/Anglicana
Santo Domingo, R.D.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

ESFUERZO Y VOLUNTAD



En una entrevista reciente, el Dr. Enrique Rojas, destacado escritor y psiquiatra,  planteaba el esfuerzo como una cultura. El esfuerzo tiene como ingrediente principal la educación de la voluntad. Educar la voluntad requiere “aplazar las recompensas”, tener la conciencia de no pretender gratificación inmediata, sacrificar lo cercano por lo lejano, saber esperar y saber continuar. 

El hombre de hoy recibe tantos estímulos a saciar sus deseos inmediatos,  momentáneos y sin continuidad, que pocos se trazan el camino de la madurez, en el que se quiere y se persevera con determinación en pro de algo relevante.
“Todo lo grande es hijo del esfuerzo y la renuncia, quien tenga la voluntad educada es más libre y puede llevar su vida a donde quiera, no eres más libre cuando haces lo que te apetece, sino cuando eliges aquello que te hace mejor persona” argumenta el Dr. Rojas. “Para tener voluntad hay que empezar a negarse y/o vencerse a sí mismo”. Esto es realmente difícil en los comienzos, pero es el único camino legítimo para aspirar a lo mejor y tener visión de futuro. 

Ambos términos planteados aquí, voluntad y esfuerzo, tienen espacio en el camino de la fe cristiana. En todo el contenido de la Biblia, hallamos a Dios animando y empoderando  hombres y mujeres a quienes encomendó una tarea trascendente. Está el caso de Josué, a quien le reiteró “Estaré contigo, pero esfuérzate y se muy valiente.” 

Por eso, me preocupa el triunfalismo de quienes en la vida espiritual creen que contar con el favor de Dios es como chistar los dedos y pedir un deseo al mitológico genio de la botella. Dios bendice mi fe, y mi deseo de cumplir “Su” buena, agradable y perfecta voluntad en mi vida, pero a la vez insiste en que el esfuerzo y el valor deben impulsar cada paso que doy, cada día hacia la gran meta.

jueves, 8 de noviembre de 2012

JOAN MANUEL SERRAT



Hoy encontré a Joan Manuel Serrat charlando apaciblemente en el lobby de un hotel y me he atrevido a interrumpirle para estrechar su mano y contarle cuánto aprecio su arte. Me respondió afable y  sonriente con un doble “gracias, gracias”. ¡Y yo doy gracias por las cámaras de los celulares! 

La música de Serrat invadía cada rincón de nuestro hogar en mis días de infancia. Especialmente los fines de semana, una y otra vez  la aguja lectora de sonidos surcaba las líneas del disco de larga duración a 33 revoluciones por minuto,  regalándonos un concierto de poesía magistralmente musicalizada.  Tendría yo  7 u 8 añitos. 

Me aprendí las letras, canción tras canción, especialmente de aquel álbum “Mediterráneo”. Una canción me hacía llorar como si fuera yo la nena que se fue y sus padres se preguntanQué va a ser de ti, lejos de casa”.  Aun hoy, cuando de pronto siento que mis batallas son infructuosas, canto una de estrofa de “vencidos” , rogando a Don Quijote que me haga sitio en su montura, que ya no puedo batallar”. Y la nostalgia de “Lucia”, “No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí”.  Y la patética conclusión de Pueblo Blanco “…pero los muertos están en cautiverio, y no nos dejan salir del cementerio”.

♫♪Gloria a Dios en las alturas,
 recogieron las basuras 
 de mi calle siempre a oscuras…♪♫
 (¿Se habrá inspirado en mi país para escribir esta canción?)

Pero, para cerrar esta nota,  ya que   “Juré amor eterno y no quisiera quedar en entredicho”. “No hago otra cosa que pensar en ti”. 
Gthompson
7 nov 2012