"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


viernes, 30 de agosto de 2013

¿INSATISFECHA CONMIGO MISMA?


A los diecisiete ya gozaba de buena reputación en lo que respecta a ser dedicada en mis estudios,  pero indudablemente en esa adolescencia fluctuante, los sentimientos  ambivalentes, los complejos   y debilidades de autoestima  gobiernan en mucho la personalidad de una mujer.
En ocasiones me invadía una insatisfacción de no ser quien quisiera ser, pero en realidad era todo fruto de caer en la trampa de compararme con otras personas.  Entre mis amigas del colegio, estaba la número uno, más brillante que yo, estaba la número dos, más atractiva que yo; estaba la número tres, que tenia mejores condiciones económicas y su casa era (a mi ojos) más espléndida que la mía… Y habían otras compañeras de clase que  no estaban en mi círculo de  amigas, nos mantuvimos un poco distantes, talvez porque sus conductas eran más liberales que la mía. Hablaban de novios, de fiestas, chismes y hacían trampas en los exámenes. Esa no era mi forma de actuar.
Me acomplejaba mi cabello crespo, las manchas de quemaduras en mis piernas y las cicatrices que alguna vez sufrí en un accidente… nunca me consideré popular, ni en la escuela ni en la iglesia. Hasta los maestros parecían tratarme de otra forma, la mayoría no me llamaba por mi nombre, sino por mi apellido.
Cuando terminaba la secundaria me invadió un indescifrable miedo al futuro. Me deprimía pensar que todo me costaría más esfuerzo que a los demás y me preguntaba si de verdad habría algún espacio en dónde pudiera experimentar realización. ¿Podría llegar a dar la talla para alguna cosa? Me auto compadecía como aquella chica de la canción de Janice Ian, que se sentía patito feo y creía que conquistar el mundo y encontrar el  amor  era solo para bellas reinas.
Pero entonces conocí acerca de Jesús, y de su oferta de darle sentido, dirección y significado a mi  vida. Por la enseñanza de Jesús,  supe que era una trampa eso de estar atenta a que no soy tan brillante, tan atractiva o tan acomodada como mis amigas una, dos y tres… porque siempre habrá otros y otras con mejor apariencia o mayores habilidades y eso de estarnos comparando nos causa descontento con todos, incluyendo a Dios, pues implica que no estoy a gusto con quién soy y cómo él me hizo.
Supe que es legitimo tener aspiraciones, sueños y ambiciones, siempre y cuando no estemos detrás de ellos para alimentar nuestro  ego y  alguna insana sed de importancia.
Supe del valor de la diversidad de personalidades, caracteres, dones y talentos, de la riqueza de no competir con los demás, sino de complementarnos unos a otros. Supe de las fortalezas y particularidades que me hacen una persona única y valiosa, importante y necesaria para los demás.
Hoy, cuando miro hacia atrás, me maravillo de cuánto  (Y esto por el favor de Dios) he experimentado en la vida, y me miro al espejo en la mañana, llena de ímpetu para seguir viviendo la aventura interminable que Dios ha diseñado para mí.  Y a la noche al llegar a casa, subo cantando las escaleras, agotada, pero plenamente agradecida de vivir con este sentido de libertad.

jueves, 29 de agosto de 2013

EL TIEMPO PERDIDO



Por Juan Vega.

En cierta ocasión un líder pidió a un grupo de empresarios que le indicaran cuánto tiempo consideraban que sus trabajadores realmente trabajaban durante el día (que descontaran el tiempo que su gente pasaba conversando con amigos, familiares, jugando en internet, etc.).

Los empresarios le contestaron que en promedio sus empleados destinaban a trabajar cerca del 75 por ciento de su tiempo laboral. A continuación, les pidió que indicaran qué porcentaje de ese tiempo de trabajo era enfocado a crear valor. Vale decir, de ese 75 por ciento del tiempo trabajado, qué porcentaje aportaba algún beneficio para la empresa. La respuesta fue que aproximadamente el 70 por ciento del tiempo se destinaba a crear valor.

El líder concluyó que los empleados estaban destinando solamente la mitad de su tiempo a crear valor para la empresa (Tiempo real de creación de valor = 70 por ciento de tiempo trabajado X 75 por ciento del tiempo enfocado en crear valor = 53 por ciento).

Enterarse de que casi la mitad del tiempo de sus trabajadores era “tiempo perdido” para la empresa dejó entre sorprendidos y estupefactos a los empresarios.

El tiempo perdido de la historia no está muy alejado de la situación de la empresa promedio. Existen “ladrones del tiempo” que perjudican tanto a la empresa (rentabilidad/calidad) como a los empleados (estrés por el tiempo perdido, horas que le quitan a la familia por acabar tarde, agotamiento, etc.).

La estrategia para salir del problema es aprender a cuidar/optimizar el tiempo:

1. Identifique a los principales ladrones del tiempo que suelen ser: a) reuniones que duran más de lo esperado, b) leer y responder correos electrónicos interminables, c) reuniones/llamadas telefónicas que no crean valor, etc.

2. Piense cómo puede trabajar/producir con más eficiencia/en menos tiempo.

3. Tome medidas para cada caso: a) Reuniones: defina claramente resultado esperado, hora de inicio/finalización. b) Correo electrónico: tenga un objetivo claro, redacte lo más corto posible y copie solo a las personas involucradas. c) Evite reuniones/llamadas innecesarias, etc.

4. El secreto para eliminar los ladrones del tiempo está en la autodisciplina de cumplir horarios y aprender a respetar el tiempo propio y ajeno: inicie y termine a tiempo las reuniones, enfóquese en actividades que creen valor y acostúmbrese a entregar a tiempo los trabajos.

Cuide su tiempo como cuida su dinero o salud. Ganará mejores resultados, menos estrés y podrá disfrutar más tiempo con su familia.

miércoles, 28 de agosto de 2013

CONSPIRADORES


¿Es posible que la cabeza de una persona justa pueda estar en manos de gente vil y malsana?  Pregúntele a Juan el Bautista.
“La voz que clama en el desierto”, precursor del mesías, es un modelo excepcional de humildad, sacrificio y dedicación. Con   sus dotes de líder innato y la autoridad de su carácter personal granjeó  muchos seguidores, a los cuales tuvo que aclarar que él no era el Cristo.  “Es necesario que  él crezca y que yo mengüe” llegó a afirmar. Los líderes religiosos y los gobernantes lo trataban a distancia, temiendo  a la credibilidad e influencia que Juan tenía en el pueblo llano.
Y para coronar sus méritos, el propio Jesús  lo consideró “el más grande entre los hombres”.  Pero… ¡Paradojas de la vida!, Conspiradores sin un ápice de virtud (al contrario, viciados de prácticas repugnantes), tienen la facultad de pedir y recibir la cabeza del siervo en una bandeja.
Pregúntele además  a Daniel, el profeta cuyos enemigos no hallaban tacha en él con la cual descalificarlo, y asecharon ávidos,  e intrigaron hasta lograr que fuera echado al foso de los leones.
Entonces no podemos sorprendernos, de que hoy día este cuadro se repita. Es complejo explicarlo, pero hay que estar conscientes de que es una realidad. Son las injusticias que se viven debajo del cielo, en este mundo caído, plagado de almas oscuras, que harán siempre lo posible por apagar las luces que pongan en evidencia sus malas prácticas.
El justo a conciencia siente la aversión, la hostilidad,  las maquinaciones, respira las amenazas silentes de gente ruina, acostumbrada a salirse con la suya por medios ilegítimos. Sí, hacer lo correcto le puede costar su cabeza.
¿Por qué Dios libró a Daniel y no libró a Juan?, eso tampoco puedo explicarlo, y lo pienso a la luz de la eternidad, y lo veo con los lentes de la fe en un Dios soberano cuyos dominios trascienden las fronteras de la muerte física.

viernes, 9 de agosto de 2013

¿EN QUE PUNTO ESTAS Y HACIA DONDE VAS?



El mundo es muy, muy complicado. La vida es muy accidentada e intensa.
No todos tenemos las mismas condiciones de vida. No todos tenemos las mismas oportunidades. En el mundo está la realidad de una minoría que parece tener la categoría de VIP, (Very Important Person).  No todos pueden ser el presidente, el líder, el número uno, etc.

Por eso, el éxito y la realización  deben estar en otra parte y no en el nivel de fama, logros, recursos y facilidades que se puedan tener o alcanzar.  Debe haber una fórmula distinta al patrón del mundo respecto a la razón de ser y existir del ser humano.

Muchas personas tienen proyectos de vida esencialmente materiales.  Otros no tienen proyectos de ningún tipo. Solo viven, como una veleta, el viento decide el rumbo. Pero viven con la pena de desear y soñar sin nunca dar un paso en consecuencia.

Mi base de reflexión se trata de que sepamos, que definamos, que precisemos, cuál es nuestra motivación para vivir, qué es lo que nos mueve, qué nos apasiona, que anhela nuestro corazón.
Se trata de visualizar nuestros ideales, hacerlos pasar por una máquina de rayos X,  por un escáner y definir el rumbo.
·        Visión tiene que ver con tomar las riendas
·        Visión tiene que ver con agarrar el timón
·        Visión tiene que ver con sentarte frente al volante
·        Visión tiene que ver con definir un destino
·        Visión tiene que ver con trazar la ruta a seguir en el mapa
·        Visión tiene que ver con encender el motor y emprender el camino.

¿Qué es más fácil decirlo que hacerlo? ¡Claro! Es más fácil decirlo que vivirlo. Por eso mucha gente nunca dará un solo paso. Muchas actitudes negativas van estar en la línea de enfrente para mantenernos desactivados.

Te invito a tener visión, a hacer planes, a confiar en la guianza de Dios. Los planes fallan, pero peor es no tener ningún plan. Sin planes, puedes pasarte la vida cansado y frustrado, sin satisfacción alguna. Es la vida de la persona que “se pasa la vida juntando material y nunca construyó nada”

No te quedes a medias, sobreponte a la inacción, sobreponte a la apatía que te paraliza, sobreponte a los peros, a los miedos, a la inseguridad. Cuentas con la compañía del todopoderoso. El Dios que te esfuerza y que extiende su mano para darte la victoria. Aquel que en vosotros empezó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

domingo, 4 de agosto de 2013

LLUVIA




No quería que volviera a pasar
E  hice un pacto vida por vida
Irreversible, inquebrantable
Con firma y sello de la providencia.

Hoy  gozo que bebas agua viva
Y aplaudo desde el silencio cuando
Desde la aridez del desierto
Percibo que hay vida en el valle.

Y celebro desde la penumbra cuando
Vislumbro tus luces esplendentes.
Pero aun lloro mis renuncias
Como duelo interminable.

No es que quiera, pero a veces
Me parece necesario que mis penas
Lleguen a tu oído,
Hipnotizada por las nubes de lluvia
 que invaden mi cabeza,
aumenta el fervor de las gotas calientes
que brotan  a cántaros con furia.
Mientras tanto .... La vida sigue ....

Gthompson, Agosto 4, 2013