Por Juan Vega.
En cierta ocasión
un líder pidió a un grupo de empresarios que le indicaran cuánto tiempo
consideraban que sus trabajadores realmente trabajaban durante el día (que
descontaran el tiempo que su gente pasaba conversando con amigos, familiares,
jugando en internet, etc.).
Los empresarios le
contestaron que en promedio sus empleados destinaban a trabajar cerca del 75
por ciento de su tiempo laboral. A continuación, les pidió que indicaran qué
porcentaje de ese tiempo de trabajo era enfocado a crear valor. Vale decir, de
ese 75 por ciento del tiempo trabajado, qué porcentaje aportaba algún beneficio
para la empresa. La respuesta fue que aproximadamente el 70 por ciento del
tiempo se destinaba a crear valor.
El líder concluyó
que los empleados estaban destinando solamente la mitad de su tiempo a crear
valor para la empresa (Tiempo real de creación de valor = 70 por ciento de
tiempo trabajado X 75 por ciento del tiempo enfocado en crear valor = 53 por
ciento).
Enterarse de que
casi la mitad del tiempo de sus trabajadores era “tiempo perdido” para la
empresa dejó entre sorprendidos y estupefactos a los empresarios.
El tiempo perdido
de la historia no está muy alejado de la situación de la empresa promedio.
Existen “ladrones del tiempo” que perjudican tanto a la empresa
(rentabilidad/calidad) como a los empleados (estrés por el tiempo perdido,
horas que le quitan a la familia por acabar tarde, agotamiento, etc.).
La estrategia para
salir del problema es aprender a cuidar/optimizar el tiempo:
1. Identifique a
los principales ladrones del tiempo que suelen ser: a) reuniones que duran más
de lo esperado, b) leer y responder correos electrónicos interminables, c)
reuniones/llamadas telefónicas que no crean valor, etc.
2. Piense cómo
puede trabajar/producir con más eficiencia/en menos tiempo.
3. Tome medidas
para cada caso: a) Reuniones: defina claramente resultado esperado, hora de
inicio/finalización. b) Correo electrónico: tenga un objetivo claro, redacte lo
más corto posible y copie solo a las personas involucradas. c) Evite
reuniones/llamadas innecesarias, etc.
4. El secreto para
eliminar los ladrones del tiempo está en la autodisciplina de cumplir horarios
y aprender a respetar el tiempo propio y ajeno: inicie y termine a tiempo las
reuniones, enfóquese en actividades que creen valor y acostúmbrese a entregar a
tiempo los trabajos.
Cuide su tiempo
como cuida su dinero o salud. Ganará mejores resultados, menos estrés y podrá
disfrutar más tiempo con su familia.
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