"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


jueves, 19 de noviembre de 2020

JOHN EDMUND HAGGAI CON EL SEÑOR


En la mañana del 18 de noviembre 2020, nuestro amado fundador, el Dr. John Edmund Haggai, pasó de esta vida a la vida eterna con El Señor.

"Emprende algo TAN GRANDE para Dios, que esté destinado al fracaso, a no ser que DIOS esté en ello." - Dr. John E. Haggai

El Dr. John Edmund Haggai no sólo compartió estas palabras, sino que vivió su vida de una manera que cumplió esta famosa cita aún más allá de lo que esperaba.

Como resultado de su liderazgo, Haggai International ha equipado a más de 123,000 líderes en 189 naciones para que sean mucho más efectivos en compartir el Evangelio de Jesucristo en sus naciones y que también capaciten a más líderes para que hagan lo mismo. Solo podemos imaginarnos hoy cuántos millones de personas han escuchado el Evangelio en todo el mundo como resultado del impacto de su vida.

Dr. Michael A. Youssef

Ex director general de  Haggai International

Los detalles para una celebración global de su vida se estarán compartiendo en el sitio web de Haggai International.

https://www.haggai-international.org/memorialpage/

miércoles, 30 de septiembre de 2020

CUANDO CREZCA, QUIERO SER CONSULTORA

 


Más de una vez me he escuchado a mí misma decir: “Cuando sea grande, quiero ser consultora”.

Más de una vez también me he preguntado: ¿Por qué las instituciones  están dispuestas a pagar cuantiosas sumas de dinero por el consejo de asesores externos, cuando al parecer tienen a bordo  gente con sobrada experiencia y competencia en el negocio? ¿Cómo se le solicitan servicios de asesoría a un tercero a pesar de que el consultor contratado desconoce la dinámica interna de la organización, los detalles de las operaciones diarias y la cultura que tarda años en tomar forma y arraigarse en una empresa?  Y escucho la queja de los internos: “Ellos vienen (los consultores), nos toman tiempo en entrevistas, tenemos que responderles montón de preguntas, buscarles documentos, pasearlos por todas partes para que observen nuestras acciones, hacer las tareas que nos dejan, y luego leer y revisar sus informes y sus recomendaciones... usted piense que más…

Dice el proverbio que “quien está en la selva no ve los leones”. Necesitamos a los consultores por una diversidad de razones:

a)   Para mejorar desempeño ( aunque la institución tenga niveles satisfactorios en este orden)

b)   Para actualizar planes, procesos o iniciativas que la gerencia no tiene tiempo de detenerse a realizar.

c)    Para facilitar procesos de planificación estratégica, sirviendo de catalizadores para integrar, refinar y compilar los aportes de cada uno de los individuos y áreas funcionales de la organización.

d)   Para desaprender culturas y  descontinuar prácticas que pueden estar enraizadas en la organización y que llegan a causar que esta se estanque y no tenga la facilidad de reinventarse, de “pensar fuera de la caja”.

Lo ideal es que un consultor tenga recorridas algunas millas más que los asesorados, que haya estado “en sus zapatos”.  Sin embargo, la experiencia nos ha enseñado que en algunos casos, el camino trazado bajo la asesoría de un consultor externo es un camino errado, y nos damos cuenta tarde, cuando ya no hay “garantía” del servicio prestado, y la responsabilidad por los resultados queda sobre los hombros de los líderes de la organización. Talvez no les dimos  los insumos correctos para realizar su diagnostico y recomendaciones. Tal vez nos han traído una formula enlatada que venden en cada esquina y con poco de  Copy-Paste nos entregan un traje que parece hecho a medida… y tarde nos damos cuenta que ese traje nos queda mal…

Quizá sería bueno antes de decidir solicitar un consultor para un proyecto, nos conviene avanzar el trabajo que él haría, con preguntas reflexivas como:

¿Cómo y dónde debe estar mi organización en dos/tres años?

¿Qué debo “yo” lograr en este año?

¿Cómo voy a hacer que ese logro ocurra?  (Ejecución de las metas)

¿Dónde puedo encontrar a otros que hacen algo similar, especialmente aquellos que lo están haciendo  bien? (Benchmarking).

¿Qué lecturas, cursos u otras oportunidades hay disponibles para aumentar mi conocimiento?

Alguien dijo que una de las cualidades  sobresalientes de un gerente debe ser contar con una mente cuestionadora y reflexiva. Esa es la facultad que da cabida al consultor: él viene a hacernos las preguntas que nosotros mismos podríamos vivir haciéndonos. Si en su dinámica está ese factor, de pronto usted ha crecido y perfectamente puede haberse convertido en el consultor, que otros esperan y necesitan.

martes, 29 de septiembre de 2020

LOS ESTEREOTIPOS DEL DINERO, EL TRABAJO Y EL PODER

 


Nuevas autoridades asumieron el gobierno de mi país recientemente.  La ley establece que los servidores públicos,  deben presentar su declaración jurada de bienes tanto al inicio como al final de su gestión. Los datos  recién publicados de la mayoría de las figuras de interés  en el saliente y nuevo gobierno se han hecho virales.   La sorprendente riqueza que algunos funcionarios han  declarado  contrasta con la extrema pobreza de muchos de los votantes que los eligieron.  Los comentarios en las redes sociales en muchos casos, cuestionan de dónde, cuándo y cómo se obtuvieron estas fortunas.

Si bien esta es una ley que  busca el fortalecimiento de la institucionalidad y la transparencia, pone de manifiesto algunas realidades que tal vez pensamos son estereotipos:

ESTEREOTIPO 1: EL RICO NO TIENE QUE TRABAJAR

El pobre que, con pocas  probabilidades de hacerse rico, sueña con ganarse la lotería para si lo logra “¡no dar  un golpe más!” (No tener que trabajar).  Ese pobre, cuando oye que gente con tanto dinero se afana tanto por llegar a una posición de estado que implica trabajo intenso y mucha responsabilidad se pregunta ¿Para qué coger tanta lucha cuando ya se tiene todo el dinero del mundo y un poquito más?

ESTEREOTIPO 2: NO SE PUEDE PONER A UN POBRE A ADMINISTRAR RIQUEZAS

Esta construcción mental  desliga el carácter ético y los valores del ser humano de su condición socioeconómica. Valida que la persona rica es la idónea para administrar los cuantiosos recursos que implica el presupuesto de un país, mientras asume que las carencias del pobre harán irresistible la tentación de robar y corromperse.  El ciudadano pobre pero honrado se siente ofendido con tal estigmatización.  Hay gente cuyo honor es más grande que su carencia.

¿QUE BUSCA EL SER HUMANO EN REALIDAD?

¿Qué mueve a la gente más allá del dinero y la satisfacción de necesidades cuando de trabajo se trata? ¿Qué hace a un multimillonario tener la disciplina de levantarse y estar al frente de sus negocios antes que sus empleados? ¿Qué hace a un rico empresario enfrascarse en una batalla electoral implacable? La respuesta, el poder. Los analistas de la conducta humana han documentado ampliamente el tema de la motivación humana y la tesis es que, trascender, lograr, saciar en alguna medida esa “sed de importancia” , hace del dinero solo un medio para ello, no un fin en sí mismo.

lunes, 28 de septiembre de 2020

ESTILO GERENCIAL: MÁS ALLA DE LA REGLA DE ORO.

 


¿Cuáles cosas hacen la diferencia entre los líderes que fracasan y los que tienen éxito? En lo que he leído al respecto  hallo un terreno común  y con frecuencia estos elementos que se traducen en fallas:

1.    Insensibilidad

2.    Apatía y frialdad,

3.    Ambición desmedida

4.    Traición a la confianza

5.    Sobre-gerenciar.

Mientras son actitudes no deseables, algunas de ellas pueden ser parte de nuestro temperamento. Nuestro estilo de liderazgo  puede causar incontables  conflictos y estrés entre nuestros  subordinados y colegas. Es necesario estar conscientes de cómo nuestro estilo de liderazgo está muchas veces impulsado por nuestro temperamento o personalidad y cómo los problemas con nuestro equipo pueden surgir a menos que examinemos  como nuestro estilo los afecta.

Un ejemplo es el tipo de personalidad definido por el test DISC como “Director”. Este perfil de líder suele ser autoritario y exigente,  le gusta estar a cargo, quiere  ir directo al punto, es impaciente y poco tolerante, poco o nada  empático respecto a los sentimientos de los demás. Inconscientemente  puede decirse  a sí mismo: “esta es mi forma de ser, y mi gente debe aceptarme y conformarse a como soy y como lidero”.  Es líder recibe una “obediencia” por miedo más que por compromiso. Este perfil se apoya en que su estilo lo hace ser efectivo en resultados, aunque sabe, que no es exitoso  en todo, y no todo el tiempo, e ignora  el costo de tener subordinados infelices.

Cuando se trata de gestionar personas profesionalmente, socialmente e incluso espiritualmente, hacemos “click” con algunas personas, como se dice, hacemos buena química.  Pero lo opuesto también ocurre: Hay un sentir de dificultad en nuestras interacciones con algunos colaboradores o colegas, y debemos buscar las razones  para esos “no tan cómodos relacionamientos”.

Un paso sabio es aplicar la regla de oro (Trata a los demás como deseas ser tratado). Pero necesitamos ir más allá. Este enunciado siempre da por sentado que el otro quiere ser tratado como “yo” soy tratado, y no necesariamente es así. El criterio entonces podría ir hasta: “Trata a los demás como ellos quieren ser tratados”, no como yo prefiero.  Eso requiere que, no solo entendamos sus temperamentos, sino  que analicemos cómo el nuestro puede suavizar o endurecer  nuestra interacción. Entender el estilo de trabajo de nuestros colaboradores, entender como algunas combinaciones de temperamentos y personalidades pueden causar tensiones, y aprender cuándo debemos poner especial atención y ser flexibles. Buscar esas vías de entendimiento  toma tiempo, pero rinde sus frutos. Es un reto más para el líder que crece, que sabe que puede mejorar  en su rol y que está dispuesto a salir de su zona de confort hacia el terreno de tener un equipo de verdaderos aliados dispuestos a dar el máximo de potencial.

miércoles, 19 de agosto de 2020

ABUSO E INFANTICIDIO: MUCHO CON DEMASIADO

Uno quiere hablar de esperanza, pero las circunstancias hay días que nos superan. Las tragedias nos invaden. Algunas se instalan y tenemos que lidiar y convivir con ellas. Otras nos sacuden como un repentino tornado que trastorna rápida e inesperadamente. Para todos los casos la resiliencia es la vía recomendada para salir fortalecidos y adoptar cambios que nos ayuden a ser mejores después. 

Es  atroz y desconcertante lo que sucedió a una pequeña niña de la comunidad al inicio de esta semana. Abusada, asesinada y su cuerpecito lanzado al fondo del mar por su verdugo. Este hecho, que sacude el alma y  levanta una generalizada indignación, revive el inframundo del abuso en su más aberrante dimensión. Pone en evidencia el potencial de hacer daño del que puede ser capaz un ser humano tras la fachada del amigo, del vecino, del padrastro, del pariente, de la gente de confianza.  Hará que muchos se tornen paranoicos, si  cabe el término,  en el cuidado y protección que se debe prodigar a los pequeños, vulnerables hasta más no poder en este sentido.

Se pide a gritos una respuesta inmediata y contundente de las autoridades. Sin embargo, este grito puede ser una proyección de culpas propias. Las Protestas caldeadas son una manifestación  poco civilizada a la consecuencia que pudo evitarse. Quizá entre la multitud de los reclamantes se mezclen algunos otros  abusadores, negligentes, y testigos silentes que, como aquellos que pretendían apedrear a la adultera en la historia del evangelio, tal vez solo procuran con su alboroto acallar sus propias conciencias.

Protejamos a los pequeños, por el amor de Dios, protejamos a los más pequeños.

lunes, 10 de agosto de 2020

EL HABITO.. ¿NO HACE AL MONJE?

 Foto por Georgina Thompson. Vitrina de una tienda de ropa religiosa en Ciudad del Cabo, Sudáfrica (2010)

Mateo Alemán, en su novela “Guzmán de Alfarache” es el autor de la célebre cita “El Hábito no hace al monje”. Su uso, con el tiempo aplica al principio de que no debemos juzgar a las personas por su apariencia.

Sin embargo, el poder de la apariencia física asociada a un rol tiene un poder psicológico, sociológico, de soporte a la esencia del portador: El uniforme de un piloto, debe dar la sensación de seguridad a los pasajeros de un vuelo, el atuendo del doctor, vende esperanza de salud al paciente, el uniforme del policía, le atribuye una autoridad que debe ser acatada en ciertos contextos. He visto como un cuello clerical abre muchas puertas vedadas a otros.  El hábito del sacerdote, simboliza espiritualidad y, sin duda, condiciona la actitud de aquellos con quienes interactúa.

En un desafortunado evento ocurrido recientemente en mi país,  un joven involucrado en acciones delictivas, luego de herir de bala a dos personas,  penetra a tempranas horas de la mañana en un hogar que se encuentra en su desesperada ruta de escape. Allí toma como rehenes a una madre y su bebé. Por horas la comunidad, la policía y la prensa intentan negociar con el individuo procurando rescatar con vida a los rehenes. El secuestrador armado insiste en no entregarse, ya que no confiaba que su vida e integridad física serían preservadas. Finalmente solicita la presencia de un sacerdote, quien, dicen los negociadores, ya viene en camino.

El Sacerdote y una valiente periodista son aceptados a ingresar a la casa por el secuestrador, también el padre de la mujer secuestrada. La dinámica entonces fluctúa entre declaraciones del secuestrador y rogativas de los presentes de que entregue el arma, de que suelte al bebe, de que salga acompañado del religioso o de la periodista… En todo momento su discurso es el de una persona atormentada, que pregunta a los presentes si toma su propia vida, a lo que le insisten que no. Manifiesta su miedo a entregarse porque ha estado preso antes y eso ha implicado recibir maltrato. Hay un punto en que pide al sacerdote orar. Levemente se descuida y una ráfaga de fuego sacude la transmisión y ahí concluye nuestra oportunidad de ser testigos de lo ocurrido.

A su salida, el "sacerdote" resulta ser un oficial de policía disfrazado. Los presentes aplauden la acción y los colegas validan el “buen trabajo”. Para unos el policía es el héroe, para otros el villano criminal usurpador de un rol sagrado.

A raíz del desenlace, las reacciones brotan como de un volcán en erupción. Siempre es más inteligente el que analiza y dicta cómo debió actuarse sin estar en los zapatos del que actúa y en el calor del momento ante un ser acorralado, mentalmente atormentado  e impredecible en su accionar.  Nadie al parecer, incluyéndome, puede opinar sin algún sesgo, sin alguna subjetividad. En mi caso, pienso que si se prolongaba la situación el desenlace pudo hacer sido aún más lamentable. Pienso en casos previos de nuestro contexto local,  en que las victimas del secuestro o los oficiales actuantes fueron quienes perdieron la vida en la operación.  

Por otro lado, la indignación que manifiestan los legítimos dueños del hábito sacerdotal, suena en mis oídos como un reclamo farisaico, en donde lo que importa es la apariencia y no la integridad física de los inocentes involucrados.

Cuando un oficial falta, su baja deshonrosa incluye un público evento en que se le despoja del uniforme. Pero este acto no aplica para el hábito. Para reclamar la sublimidad del hábito hay que respaldarlo con el fundamento moral y ético. El respeto no se pide, se gana.

En casos como este todos perdemos, pero quienes más son los miembros de esa familia que requerirán tiempo para recuperarse del trauma.  Hay las circunstancias en las que hay que dar por perdidas algunas cosas. Aquí quedó un precedente, pues  de volver a ocurrir algo similar, no se confiará en nadie para mediar. Y las fuerzas del orden, también cuestionadas en su contexto, tendrán que acogerse a sus propios recursos y a su tesis de que hay circunstancias en las que no se negocia, se actúa.

Cuando el hábito se usa como disfraz, se puede tener apariencia de piedad, pero los hechos negarán la eficacia de ella[i]. Es la incoherencia nuestra de cada día.



[i] 2 Timoteo 3.15


martes, 4 de agosto de 2020

LOS COLORES DE LA VIDA


Foto por Georgina Thompson-Vista de la ciudad de Santo Domingo. 

Me sorprendió esta mañana un impresionante arcoíris. Pensé por supuesto en la narración bíblica de su origen. Es reflejo de la misericordia de Dios. Y a la vez pensé de qué color es la vida. Me respondí: depende…

La vida es gris,  cuando se torna una travesía de supervivencia en bajo perfil, sin brillo ni estridencia. Es gris para aquel que carece de lo esencial, vulnerable y desvalido, hambriento y desnutrido.

La vida es azul, (Blue) para aquel que  vive hundido en la tristeza, el duelo, las pérdidas y la traición. Para aquel cuyos  ojos no son capaces de distinguir otro color. Hay frio y vacío, soledad y oscuridad. Hace falta luz, hace falta calor, hace falta color.

La vida es roja, intensa, arriesgada, para el que transita por las sendas de la delincuencia, en paralelo con el que la combate. Es roja también para el temerario que desafía la ley y la prudencia. Siempre hay sangre, y tarde o temprano puede ser la propia.

La vida es  negra, para el que ama la noche, cuando otros van a la cama, él se prepara para salir, trasnocha en juergas y vicios. Es negra también para el empleado de turno nocturno, que vive en el submundo de las horas de la lechuza.

La vida es rosa, pensamos, para  aquellos capaces de conjugar  la comodidad, los caprichos y antojos  garantizándole  indulgencia a los sentidos. Los problemas son de terceros y los observa con ligereza, mientras se complica decidiendo qué marca comprar esta vez o qué restaurante recomendado  falta por visitar. Lo que para otros es un drama, para ellos es una oportunidad de exhibir su plenitud y sus glamorosas fachadas. Pero es rosa para los que miramos, no necesariamente para el que la vive.

La vida es amarilla, para el que se expone al imponente sol con toda su calidez, con todo su fuego, con toda su luz, no teme a quemarse, no teme al calor, el deber y la responsabilidad le hace querer aprovechar cada destello de luz que otorga el día.

Se promueve hoy más que nunca que la vida sea verde. El verde es el color de la vida en el contexto de la esperanza, que, como dijo el poeta, siempre es más fuerte que la desesperación. Es el color de un medioambiente equilibrado, que garantice el bien común.

Quizá no es que sea de colores la vida, sino sus estaciones, como las pinta Vivaldi con su música. Tiempo para todo en este mucho para lo que se disfruta y para lo que sufre. Dios todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la dimensión de la obra de Dios.


lunes, 13 de julio de 2020

CITA CON EL CARDIOLOGO


Imagen de Raman Oza / Pixabay 

Cuando fui invitada a impartir una conferencia para mujeres bajo el tema: “La Medicina y tratamiento para un corazón enfermo”, pensé que en realidad correspondía invitar a un médico cardiólogo.  Los especialistas en  enfermedades del corazón han logrado avances asombrosos para resolver problemas cardíacos o al menos mitigarlos y darles a los pacientes una mejor calidad de vida: Cateterismos, marcapasos, trasplantes y mucho más. 

Mientras reflexionaba, mi mente recorrió memorias diversas de la lucha familiar que mantuvimos por la insuficiencia cardíaca que padeció mi padre… muchas consultas, emergencias, medicamentos, estudios, momentos de tensión y de esperanza… hasta aquel día en que su corazón sencillamente se fue apagando hasta dejar de latir.

Pero mi desafío era aún mayor, debía presentar la medicina para el corazón no físico, sino espiritual que se describe  en la Biblia.  El corazón es  el centro de la vida  espiritual y mental. Se refiere a la vida interna del individuo, que incluye pensamientos, sentimientos y voluntad. Cuando hablamos de motivos, afectos, deseos, carácter y principios, hablamos del corazón. Allí se determina si la persona hace el bien o el mal. Es un corazón  intangible, no podemos localizarlo físicamente, por más que lo asociemos con el órgano físico, también tiene implicaciones de la mente y con las entrañas.

¿Cuál es entonces el instrumento eficaz para reparar el corazón humano? ¿Qué tal la Palabra de Dios,  como expresa el autor del libro de Hebreos?  Se asemeja a un  filoso  bisturí  que puede penetrar y cortar el alma y espíritu.

¿Has entregado a Dios tu corazón para permitir que, con su poderosa herramienta de sanidad trabaje en lo más íntimo de tu ser? Al abrir las Escrituras de Dios, al escuchar el mensaje predicado, ¿Por qué no pedir la ayuda del Espíritu Santo para   comprender y poner en práctica lo que  nos enseña? ¡Ofrezcamos nuestros corazones al Gran Médico-Cardiólogo divino!.

jueves, 11 de junio de 2020

CON EL CORAZON ABIERTO


Es muy difícil compartir los secretos de nuestros corazones con otros. Podemos mantener ocultas nuestras flaquezas, nuestras vergüenzas y nuestros pecados por mucho tiempo. 

 Tememos que otros nos juzguen o rechacen si conocieran nuestras debilidades. Nos avergonzaríamos si fueran expuestas las áreas grises/oscuras de nuestras vidas. Por eso, los miedos, remordimientos y ansiedades que causa el pecado oculto puede gravitar en nuestra mente y corazón, impidiéndonos la plenitud de gozo y paz que disfruta un alma perdonada.

A veces tenemos cargas en nuestros corazones, y en la medida que crece nuestra confianza y cercanía con alguna persona, sentimos el impulso de abrirle completamente el corazón. Pero dudamos de hacerlo porque esto nos haría vulnerables ante esa persona, además de que tememos que su reacción pueda ser contraria y que, en vez de apoyarnos, se decepcione y se aleje. Aun si la persona simpatizara con nosotros ¿Podría ayudarnos a librarnos de esas cargas?

Dios dice que si confesamos nuestros pecados (a él) él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. La confesión a Dios  no se trata de dejarle saber nuestra íntima condición, porque  nada está oculto a nuestro Padre. El pecado no confesado abre una brecha entre nosotros y el Dios que nos perdonaría y nos daría el poder de triunfar sobre él. Dios es la persona idónea a quien podemos confesar nuestros pecados. Podemos, en oración, expresarle nuestros temores y culpas mientras le pedimos que nos perdone cada cosa que entendemos le ofende, sean  estas visibles o no visibles a los demás.

El perdón de Dios sana y liberta.


sábado, 30 de mayo de 2020

¡NUNCA MÁS PUEBLO DOMINICANO! ¡NUNCA MÁS!

Monumento Héroes del 30 de Mayo
Solo oigo y leo las espantosas historias de 31 años de dictadura. No concibo como la gente pudo resistirlo. Tuve la bendición de llegar al mundo cuando ya el país empezaba a respirar otro aire.

El dictador Rafael Leonidas Trujillo vivió haciendo correr mucha sangre inocente, así que no es de extrañar que su final fuera igualmente sangriento.
Las sombras tenebrosas de su crueldad y cinismo aun nos alcanzan, como si su fantasma quisiera seguir gravitando en nuestras vidas y en nuestros pensamientos.

El 30 de mayo de 1961 fue cortada su existencia; comenzó así a deshacerse el régimen dictatorial que por 31 años se instaló en República Dominicana.

Los reinos de este mundo siempre serán imperfectos, pero eso no implica que en nuestro medio se imponga la maldad y la crueldad dictatorial de alguien que, en vez de servir a su pueblo se adueñe de él, de sus propiedades, de su gente, y disponga a su antojo de todo.
        
 Pido al Señor que la República Dominicana deje cada vez más atrás esa historia de sangre y dolor y que nos encaminemos alguna vez hacia la institucionalidad que nuestros héroes soñaron. ¡Nunca más pueblo dominicano! ¡Nunca más!

viernes, 29 de mayo de 2020

CRONICAS DE CUARENTENA

Ciudad Colonial de Santo Domingo. Foto: Georgina Thompson 

Desde lejanas tierras empezaron a llegar reportes sobre el surgimiento de un nuevo y letal virus. Este fenómeno  empezó a invadir la ciudad cobrando vidas, propagándose vertiginosamente y desbordando la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Las conjeturas, especulaciones y leyendas urbanas comenzaron a entretejerse desde el principio, como una oleada turbulenta. Las imágenes de la construcción de un hospital en Wuhan en cuestión de una semana, nos hacía cuestionarnos ¿Qué tan grave es esta nueva enfermedad?

Y luego, las medidas para frenar el avance casi exponencial de la plaga, que gradualmente se fueron implementando a medida que cada país se preparaba para la inminente llegada del virus. Y comenzaron las estadísticas, las patéticas estadísticas que nos espantaron, Italia, Nueva York… Ecuador, Brasil...

COVID 19 ha paralizado el mundo, ha generado muerte, duelo, temor. Ha confinado a muchos a un ostracismo de supervivencia. Ha cerrado los templos, las escuelas, los centros comerciales y los estadios deportivos. Ha Paralizado los puertos y aeropuertos. Ha quebrado empresas y generado desempleo.

Entre tanto, los líderes del mundo se enfrascan en sus posiciones políticas generando más polarización. Se entremezclan los macabros intereses de la política y del mercado con la necesidad de proveer tratamientos y hallar una vacuna para la enfermedad. ¿Cuál es la prioridad? 

La controversia médica de qué funciona para prevenir y tratar, qué si usar mascarilla, que si los guantes, que si el distanciamiento, que si la Hidroxiclororquina ayuda o te mata más rápido… La OMS (WHO por sus siglas en inglés) ¿Merece credibilidad?

Mientras tanto, se prolongan los dramas de la familia. Los deudos entierran a sus muertos en soledad. Los prometidos cancelan, posponen o adaptan las ceremonias de bodas. Los chicos en casa  intentan mantenerse a flote con sus deberes escolares, si acaso les es posible continuar con algo de su programa educativo interrumpido. 

El que tiene medios hace más llevadera la cuarentena en la comodidad de su hogar. El pobre que vive hacinado viola normas de toque de queda en su necesidad de respirar fuera de su breve espacio saturado de bocas hambrientas de pequeños de todas las edades, que tampoco soportan pasarse días y días encerrados.

Salir a la calle, para algunos, llegó a parecer una escena apocalíptica de catástrofe.  Nadie alrededor, silencio y coerción de las autoridades a los pocos que osan moverse a horas no permitidas. La coerción depende, según sea el infractor, la estrella de TV  o el hijo de algún potentado se burla en su cara de los oficiales en servicio, pero el desvalido mendigo es golpeado, esposado y subido a un vehículo ya repleto de otros sujetos, donde el remedio es peor que la enfermedad si estamos procurando librar a la mayoría de la población del riesgo de contagio.

En  el otro lado, las almas libres que desestiman los riesgos, que quieren recuperar su libertad y que desafían normas que entienden violan sus derechos, aunque tales normas en su momento procuren favorecer el bien común. Las manifestaciones de fe se entremezclan entre lo sagrado y lo profano, entre la ingenuidad y la superstición.

Y están las fuerzas oscuras del crimen, que no descansa y se reinventa. Más fraude electrónico, atraco al alma solitaria que por alguna razón de fuerza mayor se expone a salir… el vicioso empedernido que necesita jugar, beber, drogarse, ir a un motel a continuar su vida extramarital… y la lista sigue.

Alguien dijo que cuando esto pase no seremos los mismos, que esto nos obliga a repensar la vida. Tengo mis dudas.  La memoria humana es cada vez más breve, y me cruza por la mente la trillada frase: “La vida sigue su agitado curso”.

viernes, 24 de abril de 2020

BAJARA LA MAREA


Y bajará la marea, de este tiempo tempestuoso
las aguas amenazantes volverán a su reposo.
Y navegaremos despacio asomando la mirada,
Hacia nuevas realidades, algunas muy transformadas.

Bajaremos de la barca cautivados del asombro;
Mirando infinitas cosas apiladas entre escombros
Se alcanza a ver muy quebrado, entre lodo y en el suelo
El gran orgullo de aquellos que solo ven el dinero.
Allí yacen la arrogancia, la vanidad, la mentira;
Y las caretas que muchos traían puestas de por vida.

Caminaremos despacio contemplando cada cosa;
Admirando que el turbión no arruinó cosas valiosas.
No pudo arrastrar la fe, mucho menos la esperanza,
No pudo abrir las heridas, que nos curó la confianza.
Y sabremos el valor de lo que Dios da a raudales;
empezando por la vida, y cosas no materiales.

Se retira la marea tras lavarnos las conciencias;
Enseñándonos a ver aún más allá de apariencias.
Advirtiéndonos que nada pueden retener las manos,
Desnudos llegamos todos y de igual modo nos vamos.

Supimos lo que es prisión, aun sin actos criminales,
Lo que es ver un ser amado a los lejos, tras cristales.
Cuando baje la marea seremos muy diferentes,
Quizá mucho más humanos, quizá mucho más conscientes.

Cuando baje la marea, de algo estoy bien segura;
¨Habrá arrastrado o expuesto lo que en el alma es basura¨.
Marina Thompson (Yes, my sister) 23/04/2020 

miércoles, 25 de marzo de 2020

EL MUNDO NECESITA DESCANSO


El Maestro Jesús de Nazaret de Galilea entendió que es conveniente anteponer las buenas acciones de bienestar social humanista sobre rúbricas, cánones, tradiciones y doctrinas religiosas. Eso fue lícito para él en ese tiempo y es mayormente válido hoy, porque, aunque se necesitan pausas para descansar, es prioritario “hacer el bien sin mirar a quien”.

Jesús actuaba con compasión para recobrar la salud de muchos enfermos, ciegos, cojos; pero los judíos tenían deseos de matarlo, porque no solamente no observaba el mandato sobre el sábado (día de descanso de la ley de Moisés) sino, además, se hacía igual a Dios diciendo: “Mi Padre siempre trabaja, y yo también trabajo”. (Juan 5:17).

Decimos que el mundo necesita descanso atendiendo a lo siguiente: El científico ingles Isaac Newton formuló que la tierra es un cuerpo con movimiento dinámico. Por otra parte, se ha dicho que el globo terráqueo podría ser considerado como un gran organismo viviente o sea que parece un ser vivo, o por lo menos con signos de vida.
Con el concepto de que la Tierra es un espécimen viviente, no es absurdo ni extravagante creer y decir que el mundo está extenuado por las continuas y estresantes actividades en su superficie física y aérea.
Los religiosos judíos y cristianos siempre han tenido el descanso como un momento imprescindible, una necesaria ocasión para estar en una condición de inactividad, tranquilidad, paz, una oportunidad en espacio y tiempo que es sagrada para los seres vivientes y también para la misma tierra física; pues, se necesita tiempo de descanso. El descanso por tanto es una ocasión sagrada.

Originalmente se llamó “sabat” al tiempo estipulado para descansar y se basó en investigaciones y análisis de la actividad creativa que duró seis días y el séptimo día fue para descansar. (Génesis 2:2).  Las Santas Escrituras tienen notas acerca del periodo de la creación y el lapso de descanso que sirve para establecer la base y principio esta modalidad.

Hay más de sesenta menciones o indicaciones de descanso en la Santa Biblia. Las menciones más notables están en Génesis 2:1-2 Y Éxodo 23:19. La primera relata lo que el Creador hizo: “El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho y descansó”.
En Éxodo 23: 10 la sentencia se extiende a beneficio de los pobres y animales salvajes y dice así: “Cultiva la tierra y recoge las cosechas durante seis años, pero el séptimo año no la cultive: déjala descansar para que la gente pobre de tu país coma de ella, y para que los animales salvajes coman de lo que sobra”.

El tributo ordinario de la implementación del descanso se encuentra concretamente en Deuteronomio 5: 12-14 y se señala así: “Ten en cuenta el sábado para consagrarlo al Señor, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es día de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día”

Estos versículos arriba citados son las columnas que sostienen el estatuto de descanso; pero, los versículos más considerables para los fieles cristianos están en las citas: “El Señor es mi pastor nada me falta. En verdes praderas me hace descansar”. (Salmo 23: 1-2); y la benévola promesa de Jesús: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar”. (Mateo 11: 28).

El descanso sabático que germinó con la Ley de Moisés fue sustentado por el judaísmo y adoptada generalmente por naciones del Mundo Occidental. El estatuto del descanso sabático, entre los muchos atributos, se hizo oportunidad de relajamiento, reposo momentáneo, esparcimiento transitorio y otras particularidades como símbolo de paz, armonía espiritual, oportunidad de tranquilidad mental, serenidad psicológica ...

Esta ley en los códigos laborales que imputa descanso de un día semanal fue impuesta en algunos casos con rigurosidad por religiosos conservadores como los judíos del tiempo de Jesús, quienes acosaban al iluminado maestro por hacer obras de sanación en sábado como en el caso de curar a un paralitico un día de reposo. (Juan 5: 16-18). En una ocasión Jesús refutó a los que le perseguían por no doblegarse a la ley de la observación de descansar en el sábado. Seguramente Jesús fue enfático y expresó: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado”. (Marcos 2: 27).

Ahora bien, para soslayar el cansancio y la carga que incomoda, Jesús hizo esta promesa de especial connotación para los que requieren alivio, paz y reafirmación de relación espiritual. La oferta fue la siguiente: “Vengan a mi todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar”. (Mateo 11: 28)

Telésforo Isaac
Obispo Emérito Iglesia Episcopal/Anglicana

jueves, 19 de marzo de 2020

CORONAVIRUS: PARA MI ¿EL VIVIR ES CRISTO?



Ya lo dijo alguien en algún momento, que las crisis revelan los lados desconocidos del carácter del ser humano. Y los que profesan la fe cristiana no están exentos de esta hipótesis.

En medio de la crisis que el Coronavirus ha desatado en el mundo, vemos como se inundan las redes con mensajes de todo criterio: están quienes invitan a la humillación ante Dios. Vemos aquellos  que atan y echan al abismo al virus. Aquellos que reivindican las profecías apocalípticas.  Vemos aquellos que reclaman para sí la declaración del salmo 91, que la plaga no tocará su morada y se abrazan al salmo como a un amuleto.

Algunas expresiones me han sonado hasta un poco egoístas, con decretos que me favorecen aunque alrededor la plaga haga estragos. Y no dejo de preguntarme ¿Para mí el vivir es Cristo?   Si bien es lógico y legítimo que oremos por nuestra propia seguridad, me pregunto si nos basta reclamar nuestro bienestar personal y no el de todo un mundo que sucumbe a la tragedia. 

Si para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia, si creo que Dios es soberano y está en control de su universo, debo estar asimismo plenamente consciente de que él tiene un propósito con esta situación, mucho más trascendente que mi bienestar físico y temporal debajo del sol.  ¡Fijemos nuestros ojos en el eterno y en sus propósitos eternos!. Entonces, mis miedos y instinto de conservación se ponen en perspectiva, y mi preocupación y cuidado se extiende horizontalmente hacia todos mis semejantes, muchos de ellos carentes de la riqueza y abundancia de la gracia  que Dios por  la fe me ha provisto.

“Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte”. Salmo 48.14

jueves, 5 de marzo de 2020

VERDE QUE TE QUIERO VERDE: LA AGENDA GLOBAL ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO.

Muchas son las  predicciones sobre los inminentes y catástróficos daños que esperan a  la tierra fruto del cambio climático. Es un tema de alta relevancia en las agendas globales de organismos internacionales y de uniones o conglomerados de naciones. A la vez, el tema ha cobrado un profundo matiz político en importantes escenarios.
Participantes en BEI CARIBEAN ROADSHOW 2020

Sentada por dos días con invitados de instituciones del sector financiero, cooperativo y de ONGs en República Dominicana, y otros paises, participé del BEI CARIBBEAN ROADSHOW 2020, que es un evento auspiciado por el Banco Europeo de inversiones, institución financiera de la Unión Europea. Allí tuve la oportunida de  escuchar  diferentes expositores con una diversidad de enfoques vinculados a la mitigación y adaptación al cambio climático. Por ejemplo, escuché sobre  el Pacto Verde Europeo, que traza una estrategia para reducir las emisiones de CO2 hasta el 2050. Implicará legislaciones, inversiones financieras de gran caudal, rediseño de infraestructuras amigables con el medioambiente y mucha, mucha reeducación. Sus impulsores afirman que el costo de esta agenda es alto, pero el costo de la inacción sería mayor aún.


Días después inicié mi relectura de La Biblia. Y pongo en perspectiva todo lo escuchado en el seminario del BEI. En Génesis capítulos 1 y 2 me reencuentro con los principios de la mayordomía de la creación: Dios crea, establece el orden de los tiempos y las leyes que han de regir la naturaleza, y culmina con la creación del ser humano a su imagen y semejanza, a quien constituye como administrador – responsable del planeta.

Por lo visto hoy cosechamos las consecuencias de daños irreparables que nuestra mala gestión ha causado: Más calor y contaminación, sequía, erosión, y tormentas de mayor potencial destructivo,   que amenazan el equilibrio que permite a la tierra ser nuestro hábitat. Desde la perspectiva de la fe somos responsables de conservar el planeta.

Algunos abrazan la causa con más pasión que una fe religiosa. Cambian sus prácticas cotidianas, viven de forma no convencional a la luz de su filosofía verde. Otros permanecen escépticos,  indiferentes o ignorantes de su “huella de carbono” con la mentalidad de que una golondrina no hace verano y que los activistas apasionados están exagerando. Hay sin dudas, un tercer grupo de doble moral que se lucra de la situación tal cual está y no ha de cooperar por el bien común. Y así la vida sigue, su agitado curso, mientras la tierra gime.

AUTOLIDERAZGO: EL FUNDAMENTO DE TODO



Cuando de liderazgo se trata, se espera que una persona que tenga el rol y la posición de liderar, guiar o supervisar a otras personas reúna características esenciales que lo hagan apto para tales fines.

El autoliderazgo es el fundamento de todo,  porque implica que uno es líder de sus propios procesos. El autoliderazgo requiere introspección y autocritica  para ponderar nuestras fortalezas y debilidades.

A su vez, el autoliderazgo está constituido de una serie de atributos tales como la capacidad de autodirigirnos, de fijarnos unos objetivos y llevarlos a cabo. Esta cualidad requiere no solo de una intención, sino de un ejercicio de definición y establecimiento de metas. Si el líder no es capaz de definir su propia misión, si no tiene sentido de dirección ¿A dónde va a guiar a los demás?

Asimismo, es necesario el autoconocimiento, la identificación de nuestras fortalezas y debilidades, lo que a su vez nos ayudará a integrarnos con nuestro equipo de colaboradores, ofreciéndoles nuestro apoyo en lo que somos fuertes y solicitando su ayuda en lo que somos débiles. Esto crea equilibrio e integración y la conciencia de que nos necesitamos unos a otros.

Sumemos a lo anterior el Autocontrol, el dominio de nuestras emociones y nuestro ego, y administrar adecuadamente nuestros sentimientos. El autocontrol o dominio propio es una cualidad indispensable para lidiar con las situaciones y oportunidades cotidianas. La falta de autocontrol  nos hace actuar por impulso y tomar decisiones inadecuadas de las cuales podemos lamentarnos posteriormente. El autocontrol ha evitado muchos fracasos y tragedias en la vida.

Un factor clave: Autodisciplina, imprescindible para alcanzar los objetivos. En una generación distraída por tantos entretenimientos, redes sociales e intensa actividad, en medio de interrupciones e imprevistos, se requiere disciplina para enfocarse, priorizar, llevar agendas, dar seguimiento y monitorear el cumplimiento de los objetivos.

Y para completar: Automotivación: en fuertes dosis, ajena a cualquier deseo de relajarnos o abandonar. No podemos esperar a que nos vengan a motivar. Es una cualidad intrínseca del líder  auto arengarse y sin importar las circunstancias responder como el soldado  cuando le preguntan cómo está la moral y responde: “Alta, altísima, a  mil pies de altura señor!!!, un soldado no nace, se hace, lo posible está hecho, lo imposible lo haremos señor!