¡Qué atento estás a mi voz!
¡Qué atento estás a mi grito de súplica!
Desde mi silencio y mi oscuridad
Creí llamarte, mas quien llamaba eras tú
Llegaste de nuevo a tiempo
Mientras nadaba en angustia
¿Te diste cuenta?
Bebiste mis lágrimas
Bebiste el sonido de mi voz
Me tomaste el pulso y
Me diste aliento.
Esta vez solo lloraba
De pensar que luchas sin mí
Que no puedo protagonizar tu obra,
Aunque tú sí la mía.
Amargo y doloroso el precio
De no ser quien debiera ser,
De no pensar como debo pensar
De no ir donde quiero ir.
Gracias de todas formas por
Venir en mi rescate.
Eres más fuerte y valiente que yo.
-Gthompson -Feb 01, 2011
-Gthompson -Feb 01, 2011
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