JOYAS DE PAPEL: MANAGING, por Henry Mintzberg.
Mintzberg se reinventa y admite que es
él quien ha cambiado al sumergirse en nuevas investigaciones en el campo gerencial. Pone de relieve los paradigmas de la gerencia y el
liderazgo y dice que, por 50 años el liderazgo ha sido tan enfatizado que ahora
hay mucho liderazgo y poca gerencia. Con su obra MANAGING, se propone regresar
la gerencia a su justo lugar: el frente y el centro.
Apenas voy por el capítulo 2 y ya estoy
confrontada por la radiografía perfecta que hace de la gerencia contemporánea:
una práctica (No una ciencia ni una profesión) sin tiempo ni espacio para pensar y visualizar
el cuadro completo de hacia dónde vamos y si es allá a donde queremos ir. Una gerencia capaz de sacrificar calidad,
destruir relaciones y flexibilizar la ética con tal de ir más rápido, como si
todo se tratase de una carrera de velocidad.
La orientación a la acción, el ritmo
implacable a que vamos, imprime superficialidad a la gerencia, y la
superficialidad es un riesgo laboral que se verifica en errores más costosos,
más daño al clima organizacional, entre otras muchas consecuencias.
Agunas citas del texto:
Los informes sobre
ritmo frenético del trabajo gerencial han sido coherentes: los jefes de planta
promedian una actividad cada 48 segundos; los gerentes de nivel medio logran
trabajar al menos media hora sin ser interrumpidos apenas una vez cada dos días);
para la mitad de los directores ejecutivos muchas actividades duran menos de
nueve minutos. Más de 40 estudios de trabajo
gerencial han demostrado que los ejecutivos más bien andan de acá para allá
todo el tiempo”
Es verdad que las organizaciones necesitan lograr objetivos,
necesitan que las cosas se hagan, que las cosas sucedan, pero el frenesí actual parece tener efectos contrarios:
un gerente abrumado puede caer en la vacilación,
en muchas distracciones, en la falta de iniciativa y hasta en una especie de “parálisis”.
Mintzberg sugiere que para
tener éxito, los gerentes deberían
ser muy diestros en su superficialidad, por ejemplo, manejando
asuntos complejos dividiéndolos en pasos
menores que se puedan dar uno a la vez. También tienen que afinar su capacidad
de reflexionar en su trabajo.
Pero el síndrome de la superficialidad causado por la velocidad del siglo XXI es
apenas uno entre los múltiples embrollos de la Gerencia planteados por Mintzberg
en este texto. Seguiré leyendo…
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