No
me quejo de haber comprado el libro. Jon Gordon usa con sencillez el modelo de
hilvanar una historia para comunicar los principios esenciales que constituyen
su punto en esta propuesta: No da por
sentado que las quejas sean todas negativas y tengan efecto perjudicial, sino que hace una separación para apoyarnos
en la tarea de desarraigar el hábito crónico de quejarse por todo, todo el
tiempo: quejas sin fundamento, que usualmente se verbalizan ante quienes no tienen ninguna facultad para
aportar una solución.
Gordon propone un plan con sus herramientas de aplicación, para que
tanto en lo personal, lo familiar y lo empresarial logremos superar un hábito
que provoca pérdidas, fracasos,
malestar, clima laboral toxico, problemas de salud y deterioro de vínculos
significativos.
En
lo personal quiero mejorar en este sentido y espero estar en posibilidad de
influenciar positivamente a otros, de manera que un clima positivo florezca a mi
alrededor, y la maleza del negativismo
no tenga espacio para brotar.