Delegación Dominicana en Ciudad del Cabo 2010, en el III Congreso de Evangelización Mundial
del Movimiento Lausana.
“Aquel que padece hambre debe ser alimentado, no enseñado”.
-Santo Tomás de Aquino
“Creo en el cristianismo como creo en que el sol se levanta. No solo porque lo veo, sino porque a través de él veo todo lo demás”
-C.S. Lewis
Hace 8 meses que estuve en Sudáfrica y aún trato de digerir el propósito para cual me tocò estar allí. El 3er Congreso Mundial de Evangelización de Lausana, Ciudad del Cabo 2010, reunió 4000 delegados de más de 200 países y representando a más de tres generaciones. Al reflexionar sobre la agenda de prioridades que debe enfrentar la Iglesia, la realidad de la pobreza en sus múltiples dimensiones domina el cuadro.
· Pobreza material y pobreza del ser.
· Pobreza bíblica, un concepto que abarca la no-disponibilidad de las escrituras en muchas lenguas, el analfabetismo y la comprensión limitada o viciada de los fundamentos de la fe.
¿Qué respuestas se han planteado en el marco del Compromiso de ciudad del Cabo, ante la realidad de una sociedad que danza entre las luces de la prosperidad y la miseria de la ignorancia y la desesperanza?
Entiendo que otros pueden percibir el Congreso como una medición de lo que hemos logrado desde los Congresos anteriores. Pero en base a mi percepción, Lausana III no se trata de lo que tenemos sino de lo que carecemos, se trata de pobreza, de qué nos falta, en qué medida y dónde. Se trata de la pobreza que es fruto de la ausencia de las sobreabundantes riquezas de su gracia[i] a que alude la carta a los Efesios, libro que fue la base teológica del evento.
Cito a Harold Segura, plasmando sus impresiones sobre Ciudad del Cabo 2010: “La pobreza de Lausana III es una pobreza sin rostros específicos. La tarea para eliminar esa pobreza o luchar contra ella no tiene fuerza alguna, ni en el documento, ni en las alocuciones del Congreso…Sí se habló de pobreza bíblica y de injusticia espiritual. La primera para referirse a la necesidad de trabajar en la educación cristiana y en el discipulado de la fe; la segunda para invitarnos a ir a predicar a los pueblos que nunca han escuchado el evangelio después de 2000 años. Como se ve, la pobreza de rostro concreto no tuvo la presencia que sí tiene en la realidad de nuestro mundo. De justicia, se habló menos."
POBREZA MATERIAL Y POBREZA DEL SER
El tema de la pobreza también fue citado por René Padilla como una de las preocupaciones de la delegación latinoamericana, al plantear que la globalización tiene efectos perjudiciales sobre los millones de pobres en el mundo. Hubo reacciones en cadena de rechazo a la imagen de Latinoamérica expuesta en video en las 5 pantallas gigantes que exhibían todo lo audiovisual en el congreso. Se presentó a una región eminentemente pobre, atrasada, que danza entre la idolatría y el sincretismo religioso, dejando fuera todas las luces que podríamos destacar del avance del evangelio en nuestros pueblos, así como de los grandes contrastes que exhiben la urbanidad, civilización y madurez de nuestras ciudades.
Pero hay pobreza de que hablar, y no debería ofendernos que nos la enrostren.
CONTINUARÁ…
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