“El niño se agarraba a las piernas de
su papá, no sabía hablar aún y pretendía evitarlo. Él veía la mujer sangrando
por la nariz. La sangre no le daba miedo, no, solamente deseos de llorar, de
gritar mucho. De seguro mamá moriría si seguía sangrando.” – La Mujer, cuento
de Juan Bosch.
Ay! Ay! Ay!
Siento que muere algo en mí cada vez
Con cada mujer asesinada.
No salgo del desconcierto
¡Qué impotencia ante esta gran
calamidad!
Y presiento que la muerte toca a la
puerta
¡Está tan cerca!
De mi amiga que soporta el abuso
De quien debe mimarla.
¡Está tan cerca!
De mi vecina que grita desconcertada
en medio de la noche.
¡Está tan cerca!
De la señora que se esconde en otra
Casa hasta que pase la ebriedad de
Su amado verdugo.
Hoy fueron crueles y más crudos
Los medios publicando las traumatizantes
Imágenes de las más recientes Evas
Juzgadas y condenadas antes del juicio
final.
Ay! Ay! Ay!
¡Está tan cerca!
¿Será que no puedo hacer
más que morir con ellas.?
La mujer de la historia de Bosh
Ha dejado de ser cuento.
Gthompson
Y es cada vez mas frecuente, lamentablemente
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