Lamentaciones es un libro muy importante para sentir
el peso de los sufrimientos y ver la misericordia de Dios en medio de ellos. Vemos
la firmeza de las misericordias de Dios en los sufrimientos del hombre. La crisis en Lamentaciones surgió cuando los
babilonios tomaron la ciudad de Jerusalén, profanaron el templo y zaquearon a
las personas. Lamentaciones es un
registro paso a paso de esa destrucción.
El pecado que había traído tanto sufrimiento fue
trágico, pero era justo. Lamentaciones
1: 8 “Pecado cometió Jerusalén, por lo
cual ella ha sido removida; Todos los que la honraban la han menospreciado,
porque vieron su vergüenza; Y ella suspira, y se vuelve atrás.” La ciudad
está a punto de ser destruida, pero el Señor está en lo correcto haciendo
esto. Lamentaciones 1:18 dice: “Jehová es justo; yo contra su palabra me
rebelé. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor; Mis vírgenes y mis jóvenes
fueron llevados en cautiverio”.
Su sufrimiento fue dado por Dios . ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo
que el Señor no mandó? 38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo
malo y lo bueno? Lamentaciones 3: 37-38 y también fue severo.
Lamentaciones 4: 4-6:
“La
lengua del niño de pecho se pegó a su paladar por la sed;
Los pequeñuelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.
Los pequeñuelos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.
5 Los
que comían delicadamente fueron asolados en las calles;
Los que se criaron entre púrpura se abrazaron a los estercoleros.
Los que se criaron entre púrpura se abrazaron a los estercoleros.
6 Porque
se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, Que
fue destruida en un momento, sin que acamparan contra ella compañías.”
Todo este sufrimiento hizo surgir preguntas que eran profundamente
intensas: ¿Somos abandonados por Dios? “¿Por qué te olvidas completamente de nosotros,
Y nos abandonas tan largo tiempo? 21 Vuélvenos, oh Jehová, a
ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio. 22 Porque
nos has desechado; Te has airado contra nosotros en gran manera” Lamentaciones
5: 20-22. Sus preguntas serian eternamente significantes:
¿Podemos ser perdonados? Esa pregunta nos lleva al consuelo en Lamentaciones.
El texto clave es Lamentaciones 3:22-24.
22 Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias.
23 Nuevas
son cada mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi
porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. “
El escritor
halló consuelo en las frescas
misericordias de Dios. Ellas son nuevas cada mañana y enraizadas en el amor
infalible de Dios. Nunca decayeron sus misericordias. También vemos la infinita fidelidad de
Dios. Grande es su fidelidad, y su consuelo levanta nuestra esperanza en la provisión
de Dios. La conclusión: “El Señor es mi porción, por tanto en él esperaré”.
Dios no se deleita en
disciplinarnos, pero se complace en volvernos de nuestros pecados hacia él y su
satisfacción. Esto conduce entonces, a un deseo urgente de arrepentimiento
delante de Dios. “Por qué se lamenta el hombre viviente?
Laméntese el hombre en su pecado. Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y
volvámonos a Jehová” Lamentaciones 3: 39-49.
De modo que, el reto de
Lamentaciones es este: confíe en el carácter de Dios, confiese la
profundidad de sus pecados, y cuente con las misericordias de Cristo. Apóyese en su misericordia!. En palabras de
Richard Sibbes: “ Nadie más necesitado de consuelo que aquellos que piensan que
están fuera del alcance de ella”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son bienvenidos!