“Georgina, tú ya no suenas ni te dejas ver, como
que caíste en el anonimato” frase que en tono sarcástico verbalizó uno de esos
“conoci-amigos" con los que interactué
en alguna etapa anterior de mi existencia, al producirse un inesperado
reencuentro.
Me limité a sonreír. No tenía interés ni tiempo
para argumentar con la persona. Pero tampoco quise dejarle saber si su
sentencia la consideraba como positiva o negativa.
Es que para muchos el éxito y la vida en general se
miden en base a qué tan públicamente expuesta
está una persona, si eres conocido, reconocido y , aprobado por las mayorías.
Días después y por este mi canal de expresión, me
parece razonable plantear una reflexión,
fruto de este comentario.
PÚBLICA NECESIDAD
VS. INTIMA LIBERTAD
Hay ese contraste en que se manifiestan a veces las
motivaciones íntimas del corazón humano. Como el fenómeno de las redes
sociales, en que, la frecuencia y la línea de las publicaciones generan un
mensaje contradictorio: La persona que asiduamente publica poses y autocita, con una línea de contenido y 5 líneas de
Hashtags, procurando que su post sea lo más difundido que sea posible. Y me pregunto: ¿Es la motivación promover la
fe, alguna causa, algún negocio o hay la necesidad de ser figura pública y de
ser reconocidos? Todo es válido si hay
la honestidad y la coherencia de lo que se busca.
Pero Jesús es muy específico respecto a los que alegan servirle: Mateo 6. 1-2 dice " Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa.
Pero Jesús es muy específico respecto a los que alegan servirle: Mateo 6. 1-2 dice " Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa.
2 »Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa"
Sin duda, los medios son el espacio para promover
ideas, impulsar causas, crear conciencia y e influir para bien en la sociedad. También
para hacer negocio.
Sin duda, los medios son el espacio para desahogar
las frustraciones e impotencia que se experimenta ante los males sociales que
abundan en nuestra sociedad.
Sin duda, los medios son en su momento, una fuente
para obtener apoyo, simpatía, solidaridad y hasta sustento económico. Sin duda los medios son canales para
denunciar, para elogiar, para entretenerse, para enterarse, para construir y
destruir una reputación…
Pero, si bien las redes sociales llegaron para
quedarse y evolucionarán en la medida que sus gestores procuren siempre innovar
y adelantarse a lo que el público quiera o necesite, hay siempre un remanente
que persiste en habitar el submundo del “anonimato”.
El haber desarrollado dones dados por el Espíritu
Santo para realizar una tarea que me expuso públicamente por mucho tiempo, no
implica que quisiera usar el don y la causa para auto promoverme. Puedo con franqueza y modestia decir que para mí esa nunca fue una motivación ni una necesidad.
Ojala mi amigo un día, llegue el momento en que
descubras el valor de la libertad que da la privacidad, la discreción y el ser
dueño de tu intimidad. Que Llegue el momento en que sí, caes en el "anonimato",
pero no hay nada que desees más que eso.
Ese momento en que, para decirlo en el contexto debajo del sol, vives en una dimensión en la que no tienes ni ánimo, ni interés, ni necesidad de
publicar todo, todo el tiempo y es irrelevante si te ven o no te ven, si “suenas no”.
Sin dudas, para mí los medios fueron, son y serán,
medios, no fines.
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