El domingo 7 de octubre del 2007 (justo un año atrás) mi sobrinita Judith me regaló la manualidad que había hecho durante su clase bíblica. Se trata de un corazón hecho en cartulina rosada en el que escribió un versículo.
Coloqué esta tarjeta debajo de un cristal que la ha protegido sobre mi gavetero y la he mantenido a la vista todo el año.
Contiene una de las grandes y fieles promesas del Señor para nosotros. Judith no se imagina cuantas mañanas al leer esta nota, no tengo excusas para darme por vencida. Mi confianza en El que ha prometido estar conmigo siempre, se renueva.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Coloqué esta tarjeta debajo de un cristal que la ha protegido sobre mi gavetero y la he mantenido a la vista todo el año.
Contiene una de las grandes y fieles promesas del Señor para nosotros. Judith no se imagina cuantas mañanas al leer esta nota, no tengo excusas para darme por vencida. Mi confianza en El que ha prometido estar conmigo siempre, se renueva.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
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