La culpa puede despertar en nosotros los más terribles sentimientos de horror, ira y desesperanza. ¿Por qué hice lo que hice? ¿Por qué no hice lo que debí hacer? Y nos herimos a nosotros mismos con este tipo de preguntas.
Hay dos formas de culpa: Una, la genuina, que viene como resultado cuando actuamos irresponsablemente. De hecho la culpa genuina es una condición más que un sentimiento. Pero la aflicción por nuestro pecado, Dios la usa para sacudir nuestras conciencias. Esa es una de las tareas del Espíritu Santo. En este caso la culpa puede significar un motivador positivo que nos lleva de rodillas ante el trono de la gracia y arrepentidos experimentar su perdón.
La otra es la falsa culpa, que puede ser mortal para nuestras emociones, destruyéndonos por dentro. Muchas víctimas inocentes de los actos inmorales de otros, por ejemplo, quienes han sido abusados, además del daño sufrido, quedan presas de una culpa que nunca debieron llevar. La falsa culpa es un instrumento del enemigo para hacernos creer que estamos en falta y a tal grado que no hay forma de remediarlo.
Hay que liberarse de ambas culpas. De la primero es aceptar a Cristo como Salvador. Luego, en ambos casos debemos identificar la causa de nuestro sentimiento de culpa, si es genuino, confesar y aceptar el perdón de Dios. Si es falsa, reprenda al enemigo declarando porla Palabra de Dios que Cristo pagó su deuda por completo.
Hay que liberarse de ambas culpas. De la primero es aceptar a Cristo como Salvador. Luego, en ambos casos debemos identificar la causa de nuestro sentimiento de culpa, si es genuino, confesar y aceptar el perdón de Dios. Si es falsa, reprenda al enemigo declarando por
Dios te declara “no culpable” por la sangre de Cristo.
Que se debe hacer cuando existen personas a nuestro alrededor que tienen una habilidad unica de hacernos sentir culpables por todo aun no lo seamos y no podemos quitarnos ese sentimiento de dentro de nosotros y llegamos hasta a cuestionarnos sin razon...
ResponderEliminarPrincesa, siempre hay una causa para las cosas, que quiza está fuera de nuestra comprensión. Quizá en algun momento fuiste realmente culpable de algo y entonces esa persona te ha "fichado" y sospecha siempre de tí, aun sin certeza. Puede que tambien la persona esté proyectando sus propias culpas sobre ti. En todo caso, el modelo que te pongo es Jesus, que nos defiende de todo lo que el enemigo vive de día y noche acusandonos delante del Dios Padre. El Señor dice que somos bienaventurados cuando se nos acusa falsamente, tal como le pasò a Jesus. Perdona, perdona y vuelve a perdonar, por el bien tuyo mas que el de la persona que te acusa.
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