En carne propia
¿Quién no ha vivido la presión de ser
tentado como aquellos en el Edén?
¿Quién no se ha escondido por el
miedo, por la culpa y la vergüenza?
¿Quién no ha mentido como el hermano usurpador?
¿Quién no ha menospreciado su mejor
don, como el hermano usurpado,
Para luego sentir el sabor amargo de no
poder revertir el error?
¿Quién no ha envidiado hasta
intoxicarse de odio por quien destaca a su lado,
Como los hermanos del hijo preferido?
¿Quién no ha estado en el pozo, sin
salida?
¿Quién no ha sido vendido?
¿Quién no ha corrido lejos de la seducción?
¿Quién no se ha sentido encarcelado?
¿Quién no se ha visto sin sentido de
pertenencia
como aquel esclavo disfrazado de
realeza,
¿O viceversa, la realeza con disfraz
de esclavitud?
En alma propia
¿Quién no ha estado tan cerca de Dios
como el patriarca ante la zarza
ardiente,
Y luego en el Sinaí, tan cerca que se
contagia de su gloria,
y todos ven su aureola excepto él
mismo?
¿Quién no ha estado en el horno de
fuego,
para en vez de quemarse, purificarse?
¿Quién no ha sufrido la enorme perturbación
de querer y poder hacer daño, y no
hacerlo?
¿Quién no ha olvidado cuánto ha logrado
y quien ha sido,
Para llorar en una cueva queriendo morir,
sintiéndose miserable y desvalido?
¿Quién no ha olvidado el llamado e
ignorado el mandato,
Embarcándose en vía contraria hacia
otros puertos?
¿Quién no ha dado por perdida la
causa y decepcionado
Ha decidido retroceder, y volver a la
vida de simple pescador?
En mente propia
¿Quién no ha recordado las promesas del
fiel y verdadero?
¿Quién no ha recordado al que cubre
el pecado
con su sacrificio único y suficiente?
¿Quién no ha recordado a José en el Palacio,
a Moisés al otro del mar
A Ester ante el Rey,
y Al cuarto príncipe en el horno de
fuego?
¿Quién no ha recordado a Jonás pregonando en la ciudad,
A Elías alimentado y sustentado para
continuar?
¿Quién no ha recordado a los
pescadores regresando a la orilla
Para recibir alimento fresco servido
por el maestro resucitado?
¿Quién no ha pensado que sí aun
respira,
es porque la trayectoria aún no
termina?
GTHOMPSON, Marzo 4, 2022
Hermana gracias por tus escritos, sólo los que hemos estado en el horno de la divina corrección entendemos fácilmente lo que tus escritos dicen al alma. Desde mi país, Venezuela, le pido a Dios con el más ferviente anhelo que cuide de ti y de todo su pueblo en esta dura, y muchas veces menos alegre vida que nos concedió. Dios bendito, pido con humildad tus bendiciones y paz para Georgina Thompson, su familia, tus hijos diseminados por el orbe que te amamos a pesar de esta travesía dura que es la vida, en nombre de Nuestro Hermoso, Santo y Único Salvador, Jesucristo, Amén.
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