LOS MINISTERIOS DE COMPASION
Tan importante como la gran comisión, es el gran mandamiento de nuestro Señor en Mateo 22 de amar a Dios con todo nuestro corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esta es un área del ministerio donde debemos trabajar mucho. Si bien estamos de acuerdo en que necesitamos tanto la proclamación como la demostración, no tenemos suficientes modelos donde se hagan ambas cosas juntas eficazmente.
La base bíblica de nuestra responsabilidad:
1. Fuimos creados en Cristo para hacer buenas obras.
a) “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” [i]
b) “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” [ii]
Fuimos creados con el propósito de hacer buenas obras. En la medida que las hacemos en nuestra vida cotidiana, las personas comienzan a alabar a nuestro Padre Celestial. Nuestras buenas obras, realizadas en el poder el Espíritu Santo, validan nuestra proclamación del evangelio, en tanto que la falta de buenas obras, o la realización de malas obras, invalidan nuestro mensaje del evangelio.
2. Somos exhortados a amar a los extraños.
(a) “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” [iii]
(b) “Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa” [iv]
3) La misericordia vence al juicio.
“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso” [v]
¿Cuáles son algunas posibles metas?
· Tener a todos los miembros de la iglesia involucrados en ministerios de compasión en forma personal y a través de contribuciones monetarias.
· Cuidar de los pobres, las viudas y los huérfanos mientras proclamamos las buenas nuevas de la salvación.
· Con la compasión de Jesús, acercarnos a los extranjeros y a las personas de otras castas, culturas, razas y pueblos.
· Focalizar nuestros esfuerzos corporativos en las personas más desatendidas física y espiritualmente. Queremos asegurarnos de que haya una respuesta unida para brindar ayuda luego de grandes desastres. – Continuará--
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