La necesidad y relevancia de las instituciones microfinancieras está ampliamente documentada. Su rol en los llamados países del sur es indudablemente pertinente.
Si nos abocamos a conocer de la razón de existir de estas instituciones, sean estas de orden privado, religioso o gubernamental, nos encontraremos con que el enunciado de misión de cualquiera de ellas se enmarca en el contexto de objetivos sociales, como el combate a la pobreza y el auxilio a las poblaciones más vulnerables y desfavorecidas.
Pero siempre hay el peligro de que una institución se desenfoque, y en el interés de ser sostenible acelere sus objetivos financieros y los anteponga a los sociales.
¿Cómo puede una institución de este sector ser consecuente con el cumplimiento de su misión?
Es en ese marco que surge el concepto de Gestión de Desempeño Social, trillando el camino del regreso de las instituciones microfinancieras (IMFs) al origen de su razón de ser.
La preocupación por la pérdida del enfoque social está dictando una nueva agenda, y un cuestionamiento respecto al interés de lucro que se verifica en muchas IMFs.
Actualmente hay grupos de trabajo para la Gestión del Desempeño Social, que se define como la traducción efectiva de la misión de la institución en una práctica con valores sociales aceptados. Este enfoque se está convirtiendo en el rumbo a seguir de manera que las IMFs se alineen con su visión y misión, a la vez que se hacen capaces de implementar acciones que sean medibles y verificables en la población que es objeto de sus operaciones.
Este concepto es integral y se traduce a lo interno y externo de la organización. En un taller sobre el tema en que tuve la oportunidad de participar[i], se plantea la Gestión de Desempeño Social como una molécula, suyos átomos son: gobernabilidad, liderazgo y gestión, responsabilidad social con el personal de la institución, productos y servicios con valor agregado asequibles a los clientes, un desempeño financiero responsable y un sistema de monitoreo del desempeño, que permita medir el nivel de alineamiento entre la misión y las operaciones.
Falta sin duda mucho camino por recorrer en este orden, pero hay que hacer el camino al andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son bienvenidos!