¡Qué virtud tan difícil, pero tan necesaria!
Ver nuestro ser temblar mientras nuestra mente
batalla por gobernar nuestro corazón.
Emociones, impulsos y pasiones
que intentan reinar sobre la sensatez y el buen proceder.
Autocontrol, ser dueño de sí mismo,
Autodominio, ser capaces de negarnos a actuar
dominados por la agenda que trazan
las provocaciones, las tentaciones y
dominados por la agenda que trazan
las provocaciones, las tentaciones y
las circunstancias.
Crecemos y nos hacemos más fuertes y
más resistentes, una batalla a la vez,
Y el alivio nos invade cuando vencemos,
Y quedan intocables nuestra integridad, nuestros valores
Y por sobretodo, nuestra paz interior
Y un indescifrable bienestar regresa al alma
(hasta el próximo round).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son bienvenidos!