En un mundo quebrantado, plagado de males, desgracias personales y tragedias globales, el
mensaje del evangelio es la esperanza que nos fortalece para perseverar. Jesús,
en su primera venida, anuncia las buenas noticias del reino de Dios, y nos dice: “El reino de los cielos se ha
acercado". Su reino es su dominio desde
la eternidad y hasta la eternidad. Su
reino es el gobierno soberano de Dios en
el campo de la salvación. El reino de Dios está vigente en el corazón de su
pueblo el día de hoy. En el futuro será un reino terrenal físico. El reino de los cielos se ha acercado, porque
el Rey, Jesús, está presente. [i]
Como parte del cumplimiento de su misión, Jesús elige a
quienes le acompañarán en el ministerio: aquellos cuya profesión era la pesca,
reciben un llamado más excelente: Venid
en pos de mí y yo les haré pescadores de hombres. [ii]
El llamado de Jesús recibe inmediata respuesta de obediencia.
Dejaron negocios y familia para seguirle.
Seguir a Jesús es más que alejarse del pecado. También puede implicar
dejar cosas que son buenas en sí mismas. Es parte de la fe y del servicio cuando somos capaces de sacrificar tiempo y
recursos a favor del reino. Hay muchas
promesas del propio Jesús de que en realidad recuperamos con creces todo aquello
que nos pueda parecer que perdamos por
su causa. Es cuestión de fe. Fe es
creer. Creer es una decisión. Aceptar el llamado de Jesús, con todo lo que
implica, es nuestra elección. ¿Eres parte del reino de Cristo?
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