La innovación por sí misma es considerada una de las formulas que hacen la diferencia en el mercado actual. Sin embargo, no basta ser siempre el primero en la industria. Se necesita mezclar creatividad con disciplina, digamos, un buen matrimonio entre la excelencia en el desempeño con la innovación. Eso multiplica el valor de la creatividad.
John Brown dijo: “Es mejor estar un paso atrás en la moda”.
Más importante que ser los primeros o los más creativos, es hacernos la idea de qué funciona en la práctica, y hacerlo mejor que todos los demás.
Cuando tenemos expectativas y metas extraordinarias, podemos correr un gran riesgo yendo por ellas y errar completamente el blanco. Los autores del libro Great by Choice, sugieren que utilicemos nuestra artillería paulatinamente, en vez de disparar todo nuestro arsenal a un gran y único emprendimiento. Es preferible ir avanzando gradualmente, considerando alcances de bajo costo, bajo riesgo y baja distracción, de modo que si fallamos no perdamos todos nuestros recursos y si ganamos vamos validando lo que funciona, vamos ganando así experiencia que nos sirve de validación empírica para estar listos para grandes emprendimientos luego de un proceso adecuado.
Apuntar a grandes metas usando malos procesos y tener éxito es una trampa. El tener éxito de esta manera se asemeja a ganar apostando a la ruleta. Se gana una vez y se está dispuesto a arriesgarse otra vez y aun mucho más. Hay que contar con la validación empírica más que con una bola de cristal cuando se trata de grandes metas.
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