Ahí te veo merodeando la tierra prometida
Codiciando tesoros
protegidos por infranqueables murallas.
¡Qué payasadas haces!, dando vueltas
y soplando bocinas estridentes
Que en nada cautivan,
Pues distan de ser una serenata
Y más aun, distan de producir
el delirio de Ulises a los cantos de sirena.
¡ Espías! ¿Para qué
envías espías
que luego escapan cobardes por la ventana?.
Tal vez sería más útil que tocaras la puerta.
Tal vez se produzca una gran configuración
En la que solo apareces tú,
con la urgencia de
quien llama de pronto
y su llamado es oído.
La puerta se abre y al pasar
encuentras una verdad oculta
tras la ventana de un sueño bueno
pero que nunca termina
de convertirse en realidad.
GThompson 17-7-2012
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