Por Marina Thompson (Yes, my sister)
"De la manera que Cristo os perdonó, así también
hacedlo vosotros. Col. 3:13"
’’Sentimiento de
hostilidad o animosidad que alberga la persona que se siente ofendida o
maltratada ’’ Así definen los diccionarios el resentimiento,
algo de lo cual no nos gusta hablar, pero sin dudas, en algún momento de
nuestras vidas hemos sido presa de este sentimiento. Valores tales
como vestirnos de humildad, de benignidad, de tolerancia, cosas todas
que se aplican a lo que es el trato a nuestros semejantes, son imposibles de
cumplir, si hay algún rencor o resentimiento en nuestros corazones.
Cuando hemos tenido diferencias con alguien, y
después de esto no podemos seguir tratando igual a esta persona, es el momento
de aplicar lo único que funciona: el perdón; no nuestro modo de perdonar, sino
‘’De la manera que Cristo os perdonó ‘’
Muchas veces no
entendemos las características de ese perdón que hemos recibido del Señor. La
manera en que Cristo perdona es tan perfecta que aún a Pedro, luego de haberle negado, de una
forma que aún a nosotros nos conmueve,
le fue otorgada la oportunidad de ser restaurado en el amor del Señor. Y en su condición de apóstol, el fruto de su
vida, una vez restaurada por el Señor, fue
inmenso. ¿Es así nuestro modo de
perdonar? ¿Damos a los que nos ofenden
esa oportunidad de ser restaurados? ¿Pueden
seguir siendo iguales las cosas después de una ofensa ‘perdonada ’? O, ¿somos de los que al perdonar exigimos una
lista de condiciones? Que el Señor nos
ayude a perdonar tal y como él nos perdona.
El auténtico perdón, libra al corazón de todo resentimiento.
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