"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


miércoles, 14 de febrero de 2018

DEL PODER Y LA CORRUPCION POLITICA



"El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente". Con esta frase de  Lord Acton,  tengo una reacción similar a la que me ocurre con el tema del dinero. Unos entienden que el dinero corrompe, pero lo preciso es afirmar   que  “la raíz de todos los males es el amor al dinero”[i].

Por tanto, tal vez no sea el poder lo que corrompe, sino la ambición de poder. Y si el poder tiende a corromper, ha de ser a aquellos que ya tienen debilidades de carácter.

Nos asusta ver la sed de importancia y las dinámicas plagadas de diatribas que se dan en las esferas en las que se compite por prevalecer: Luchas de poder en el hogar, intrigas detrás de un premio, detrás de un campeonato deportivo,  en medio de unas elecciones de  la directiva de hasta la más simple organización… y desde luego, la cumbre de las mieles del poder: gobernar un país.

El escenario político actual, sobre todo en el hemisferio en que prevalecen los idiomas  español y portugués (América Latina) me tiene más que perpleja: cada país tiene sus particularidades, pero el factor común es que presidentes, expresidentes e importantes ministros de sus respectivos gobiernos están siendo objeto de  acusaciones de  graves  actos de corrupción.  Otros, se enfrascan en forzar cambios constitucionales que les favorezcan para mantenerse en el poder, como si fuesen los únicos individuos capaces de gestionar la cosa pública. Preclaros, iluminados, líderes endiosados… usted nómbrelos como crea. 

 Solo con sarcasmo puedo expresar que me conmueve tanto desprendimiento, entrega y sacrificio que están dispuestos a hacer esos personajes al tener tal disposición de continuar en labores tan gravosas y extenuantes, a costa de sufrir desprecio de muchos. Raya con el martirio.

Pero ese interés de servir y continuar sirviendo, se ha traducido en innumerables casos, en el uso de fines no santos para obtener y conservar el poder, dando muchas veces al traste con el bienestar de una nación entera,  persiguiendo y destruyendo adversarios de toda forma posible, incluso matándolos, en la ceguera de imponer la voluntad de unos pocos.
 
Pena de la vida, es  que quienes suelen  hacerle frente a estos fenómenos, muchos de los que denuncian, muchos de los que exigen cambios y transformaciones, muchas veces ya han hecho lo mismo o peor, o simplemente, de tener la oportunidad, caerían en las mismas acciones que hoy señalan.

Como realmente, mis esperanzas de ver justicia, equidad e institucionalidad en nuestros pueblos debajo del sol, levanto mis ojos al cielo y hago la oración que me enseñó Jesús: “Venga tu Reino y hágase tu voluntad en la tierra, así come hace en el cielo” [ii]



[i] Biblia, I Timoteo 6.10

[ii] Mateo 6:10

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