Oh sorpresa la mia! cuando una tarde, al descender del vehiculo en el estacionamiento del edificio en que resido, fui "asaltada" por varios niños, (hijos de mis propios vecinos) quienes me encañonaron con armas que, aunque obviamente de juguete, lucian tremendamente reales. Mi reaccion inmediata fue ¡Rendirme! con las manos en alto, les supliquè que nuncan usen las armas de verdad.
Se que muchos padres no les compran estos juguetes a sus hijos y que los chicos se las arreglan para obtenerlos por su cuenta.
Creo que nuestra aspiracion deberia ser que nadie las venda y que nadie las fabrique. Los peligros de los juguetes belicos no radican tanto en su propia naturaleza como en la interpretacion que el niño haga de ellos. Regalar una metralleta a un niño es prepararle para que en el futuro no ponga reparos al uso de una autentica.
Si su niño reclama esto como regalo, orientelo sobre lo negativo del mismo y dele a elegir alternativas que tambien pueda disfrutar sin daños. Asi no contribuiremos a la creciente violencia que nos amenaza constantemente.
No hagamos oidos sordos a las campañas que exhortan a erradicar los juguetes belicos, es decir, aquellos que imitan las armas destructivas o los artefactos usados en la guerra.
Desde hace algunas decadas, el rechazo al juguete belico no solo es compartido por pedagogos, politicos, padres y madres de familia; sabemos que incluso muchos de los propios fabricantes del ramo han renunciado a los beneficios financieros que esgtos pudieran reportarles, eliminandolos de sus catalogos. Pero la campaña debe continuar y todos debenos colaborar.
¡NO A LA VIOLENCIA! ¡SI AL RESPETO A LA VIDA!
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