Una llamada telefónica transformó mi agenda para el año 2010. Me avisaban que sería parte de la delegación dominicana que participará en el III Congreso Mundial de Evangelización en Ciudad del Cabo, Sudáfrica del 16 al 25 de Octubre. A partir de entonces me he visto envuelta en un proceso de preparación que me desafía y entusiasma.
Lausana III tiene un trasfondo glorioso. Sus precedentes han sido momentos que han marcado los esfuerzos mundiales para el avance del reino de Dios. En 1974, en la ciudad de Lausana, Suiza, se celebró el primer congreso, del cual surgió el ampliamente difundido PACTO DE LAUSANA, un documento en el que líderes cristianos de más de 150 países se comprometieron a obedecer la gran comisión de Cristo, de proclamar el evangelio a toda la humanidad y hacer discípulos de todas las naciones. En dicho pacto solemne ante Dios, se propusieron orar, planear y trabajar juntos por la evangelización de todo el mundo.
15 años después, en 1986, se celebró el segundo congreso, teniendo como escenario la ciudad de Manila, Filipinas. En dicha ocasión más de 3 mil personas de 170 países se reunieron con el mismo propósito, y de allí surgió el MANIFIESTO DE MANILA, que tuvo dos lemas: “Proclamar a Cristo hasta que él regrese” y “Llamando a toda la iglesia a llevar el evangelio a todo el mundo”.
Y ahora, el 2010 nos presenta nuevos desafíos en un escenario totalmente distinto: El tercer Congreso de Evangelismo Mundial reunirá a 4000 delegados de más de 200 países y la tecnología actual permitirá a miles más incorporarse virtualmente en un enlace global simultáneo desde la República de Sudáfrica.
Temas críticos y de gran relevancia para la proclamación del evangelio, como son las otras creencias que hay en el mundo, la pobreza, el VIH SIDA, la persecución, entre otros , serán parte de la intensa agenda de este congreso, cuya realización es aplaudida y respaldada por los más respetados ministros y entidades cristianas del mundo.
Ocho idiomas oficiales permitirán la fluidez del congreso: Árabe, Chino, Inglés, francés, alemán, ruso, portugués y Español.
La selección de la fecha y el lugar del evento tienen una motivación especial: en 1810, William Carey, considerado el padre de las misiones modernas, fue el primero en proponer que se realizara allí una conferencia misionera internacional. Hoy, justo 200 años después, se cumplirá la visión de Carey. Y yo glorifico a Dios que esta pequeña vasija de barro será parte de este capítulo extraordinario de la historia de la iglesia
Me alegra mucho que seas parte de la representación de tu país, es muy emocionante reunirse con tantas personas de diferentes lugares, una experiencia maravillosa, lo que comentas de seguir las actividades paso a paso por las redes me interesa mucho, si sabes de algún enlace me lo compartes por favor. Ojalá pudieras encontrarte con Magda nuestra querida RC. Esperaré las fotos ansiosamente. Abrazos y cariños.
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