Mateo 10:16-25
Jesús
nunca hizo a sus discípulos promesas de
comodidad o aceptación universal. Desde el principio, les habló con claridad y
enfáticamente : “He
aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos” (Mateo 10:16).
No es una imagen alentadora desde el punto de vista humano, pero sí una
poderosa afirmación espiritual. Somos enviados al mundo no para adaptarnos a
él, sino para impactarlo con la verdad y el amor de Cristo.
La
oposición es parte del camino. Vivimos en medio de culturas mezcladas,
pensamientos contrarios al evangelio y personas que no reconocen su necesidad
de Dios. En ese contexto, Jesús nos llama a ser “sabios como
serpientes y sencillos como palomas”. No se trata de ser astutos
para manipular, ni ingenuos para caer en trampas, sino prudentes e inocentes,
con corazones limpios y mentes despiertas.
El
rechazo puede venir tanto del ámbito público como del entorno privado. Jesús
advirtió que incluso los miembros de la familia pueden volverse en contra por
causa del evangelio. Pero esa oposición no es señal de fracaso, sino evidencia
de que el mensaje está cumpliendo su propósito. El Señor nos anima: “No
os preocupéis por cómo o qué hablaréis, porque en aquella hora os será dado”
(v.19). Su Espíritu nos acompañará.
El
llamado es a perseverar
hasta el fin (v.23), sabiendo que nuestro Maestro también fue
rechazado, malentendido y perseguido. Seguir a Jesús implica pasar por lo que
Él pasó, pero también experimentar su amor, su poder y su recompensa eterna. La
oposición no es el final de la historia. Es parte del camino de los enviados
con propósito.
Oración:
Señor, gracias por hablar con claridad y no ocultarme las dificultades del
camino. Dame sabiduría para moverme entre lobos, y sencillez para reflejar tu
amor. Ayúdame a perseverar, confiando en que tú estás conmigo y que tu Espíritu
me dará palabras, fuerza y paz. Amén.
Imagen: Klaus Müller from Pixabay de
uso libre.