Este es el primer devocional de una serie titulada Asuntos del corazon, elaborada por el Proyecto Mujeres de Esperanza, de Radio Trans Mundial*
«Entonces
María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.
Y el ángel se fue de su presencia». – Lucas 1:38
Hace
algunos años, unos amigos nuestros sintieron que Dios los llamaba a regresar a
su país de origen. Fue un cambio de vida importante que afectó a toda la
familia. Pasaron mucho tiempo en oración, buscando la mejor manera de compartir
esta decisión con sus hijos.
La
noticia no fue bien recibida por su hijo menor. Estaba triste por tener que
dejar todo lo que conocía. Unos días después, volvieron a hablar del tema, y él
respondió con tono de resignación: «¡He aceptado mi destino!». Cuando nuestros
amigos nos contaron esto, nos pareció enternecedor y aún nos saca una sonrisa.
No era lo que él quería, pero reconoció que rendirse era, dadas las
circunstancias, su mejor opción.
Sus
palabras fueron profundas. Estaba expresando paz con esta nueva etapa y su
disposición a seguir a sus padres. Poco después de la mudanza, ya se había
adaptado por completo y estaba prosperando, disfrutando de nuevas y
maravillosas experiencias. ¡Imagina todo lo que se habría perdido si se hubiera
resistido a la decisión de sus padres!
Rendirse
no siempre es fácil, especialmente cuando no es lo que teníamos en mente.
Cuando se trata de rendirse a la voluntad del Señor, el ejemplo de María es
especialmente inspirador. El relato bíblico muestra su reacción humana natural:
al principio se asustó por la visita del ángel Gabriel, quien la tranquilizó
diciéndole que no temiera.
Luego
le reveló la increíble noticia de que concebiría y daría a luz al Hijo del
Altísimo. La respuesta de María fue simple pero poderosa: «Entonces María dijo:
He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel
se fue de su presencia» (Lucas 1:38).
La
respuesta de María es una fuente de inspiración, una actitud que podemos imitar
en nuestra vida diaria. Que el Señor nos conceda la serenidad y el valor para
rendirnos a Él y permitir que sus planes se cumplan en nosotros, para que su
nombre sea glorificado.
Preguntas
para Reflexión:
1.
¿Te resulta difícil rendirte? ¿Qué lo
hace tan difícil?
2.
Piensa en un momento en que te rendiste
y el resultado fue positivo, aunque inesperado. ¿Qué aprendiste de esa
experiencia?
3.
¿Qué pequeño paso podrías dar hoy para
practicar la rendición en esa área donde sientes resistencia?
*Firma invitada de Susie Peck.
Publicado con permiso del
ministerio Mujeres de Esperanza, para más informacion visite el sitio https://mujeresdeesperanza.org/
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