"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


lunes, 5 de marzo de 2018

365 SONRISAS, SEMANA 9



ANÉCDOTAS DE VIAJERA

Esta semana, recuerdo momentos curiosos y algunos divertidos que se dieron en la dinámica de viajar y exponerme a choques culturales y confusiones étnicas e idiomáticas. Son parte de mi cofre de gratos recuerdos.


SONRISA NO. 57
El Azafato del vuelo avanzaba por el pasillo con  su carrito bien surtido de botellas y termos ofreciendo a los pasajeros las opciones de bebida. Cuando me preguntó con--su español ensayado--  qué deseaba tomar, respondí:
--agua, por favor
-- ¿Con gas o sin gas?
 --Sin gas por favor
--Con hielo o sin hielo?
-- Agua, solo agua por favor.
--Agua solo?y se echó a reír
--Sí, (ja, ja, ja!) Agua solo, gracias.

Después de servirme el agua, se pasó  bromeando todo el tiempo de vuelo, cuando  pasaba cerca de mí  decía:  “Whisky solo?, vodka solo?, “¡Agua solo!”
(Como que le hice el día).

SONRISA NO. 58
Regresaba de Holanda en un vuelo de KLM.  A bordo me separaba el pasillo de un grupo de tres jóvenes que venían ensayando frases en español y se reían a todo dar cada vez que las repetían.
En un momento me consultaron si estaban pronunciando bien y les apoyé a memorizar y perfeccionar su pronunciación. Más allá de las frases de cortesía, buenos días u Hola, sus frases de supervivencia eran:
“¿Dónde está el baño?” y
“¿Cuándo es que se come aquí?”


SONRISA NO. 59
Durante la estadía en Holanda, por cierto, estaba tomando una capacitación de tres semanas con un grupo multicultural: tres alemanes, dos africanas  un polaco, un finlandés y dos norteamericanos.  Después de un par de días de interacción tuve una conversación muy amena con Thomas, uno de los jóvenes alemanes. Entre las cosas que charlamos, de pronto él me pregunta ¿En qué parte de África queda República Dominicana? A partir de entonces, donde quiera que tengo que identificarme, trato de tener disponible un mapa para señalar dónde queda  la isla que me vio nacer.

SONRISA NO. 60

Cada domingo en la mañana lo usual es que esté sentada en un templo. Esa vez, se trataba de una iglesia cristiana en una comunidad de Nairobi, Kenia. Tenía yo la enorme dificultad de no entender lo que se estaba diciendo desde el púlpito.  Sin embargo, veía que el pastor mientras hablaba me miraba y me sonreía, hasta que por fin, comenzó a hablar en inglés y entonces supe que en tres idiomas distintos en los últimos dos minutos, intentaba hablar conmigo y que yo respondiera: intentaba saber  quién era la visitante, y de qué tribu sería yo!  Del kiswahili solo recuerdo el saludo: Karibu!. De modo, que mientras no abra la boca y nadie me hable, puedo pasar fácilmente por africana.

SONRISA NO. 61

Mi primer viaje a Bonaire, en 1990, cuando no había redes sociales y mis anfritriones no me conocían, mi equipaje fue prácticamente el último en salir de la correa del pequeño aeropuerto no quedaban muchas personas por salir a la par conmigo. Cuando finalmente salgo, una delegación del comité de hospitalidad,  dos misioneras estadounidenses  de Radio Trans Mundial , me esperaban con un letrero con mi nombre. Me acerqué y me identifique como “Hola, I am Georgina Thompson” Se quedaron un poco confusas brevemente, se miraron entre sí y con simpatía me dijeron en inglés (Traduzco) “Perdón,  por tu nombre gringo, creímos estar esperando una gringa”.

SONRISA NO 62

En Sao Paulo Brazil,  hace tal vez unos 15 años, fui de compras con la anfitriona de mi estadía, que encantada estuvo dispuesta a andar de tiendas conmigo cada minuto que tuviera disponible. Yo estaba interesada en una chaqueta/blazer color gris, pero nadie entendía a qué me refería con el término gris, porque no se les ocurría a qué color me refería. ¡Tanto que daba yo por sentado que quien habla portugués entiende español!.  Por fin, cuando encontré algo color gris, lo señalo y digo, “éste es el color gris”  mi amiga replica: “ Ahhhhh! Cinza! Color cinza!. Luego con el color de los zapatos, no debía decir Zapato Negro, sino Zapato Preto!. De paso me advirtieron nunca decir en Brasil que la comida estaba exquisita, pues para ellos  sería ofensivo (el significado es casi opuesto al cumplido agradable que es en Español). Cuando me encontré con múltiples letreros en distintos lugares que decían “Borracharía” creía que se trataría de un bar, pero son los gomeros que tapan neumáticos pinchados. Antes de regresar a Brasil…  Eu quero aprender a falar portugués!


SONRISA NO. 63
En un breve viaje de 3 días a Filipinas tuve la magnífica oportunidad de compartir con gente muy cortes y hospitalaria, a la vez que experimentar un poco de su gastronomía. Pero me inquieté con la primera invitación almorzar, cuando mi anfitriona, mi colega de Recursos Humanos en Eclof Filipinas, me permitió elegir el plato que ordenaría, pero luego me pregunta qué creo de lo que ella va  pedir. No entendía por qué, hasta que al llegar la orden a la mesa ella con plena tranquilidad se sirvió de mi plato!  A seguidas también me insistió que debía tomar del de ella. En las próximas comidas, con grupos más amplios, la socialización era aún más compleja, pues todos tienen que aprobar lo que uno pide y todos comen de lo que ordenan los demás!

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