Sacudida en mi alma, copio aquí un mensaje con el que me acabo de topar, que mandé a mi abuelísssimo Gruger por email, el 12 de marzo del 2011, en el idioma afectado que solíamos usar en nuestros diálogos.
"Noble
Gruger,
Le
envío este pergamino como embajada en lo que me presento en su hogar. No crea
usted en este falso abandono. ¿Cómo es posible que estando a menos de tres
estadios aun no haya recibido mi visita solidaria por causa de su dolencia? Ya
usted debe saber que su nietísima es a veces anormal. Este sábado no fui al
trabajo, y no salí ni al balcón de mi casa.
Pero
he estado con usted cada minuto. Me propuse ¡Por las barbas del profeta! no ver
más su rostro hasta terminar La Conspiración Zelote y… EUREKA!!! Por fin he
terminado esta mañana. Aunque me falta terminar el glosario que es estupendo.
Espero
llegar esta tarde a su casa, quisiera hacerlo con flores frescas perfumadas,
una canasta de frutas y una garrafa de vino, pero como no he cobrado las dos
blancas que me pagan en la empresa… esta vez solo iría a acompañarle en su
ayuno. "
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