¿Qué es una prioridad? Simplemente aquello a lo que dedicamos más tiempo, esfuerzo, interés y atención, no porque sea necesariamente lo más importante o necesario, sino lo que con más urgencia clama por nuestra intervención.
Muchas veces he realizado sondeos en reuniones de estudio sobre cuál es el orden de nuestras prioridades. ¿La vida espiritual? ¿Los hijos? ¿El trabajo? ¿Los estudios? ¿Uno mismo? ¿La iglesia? ¿El esposo o esposa? Uno podría establecer con diferentes argumentos qué debe estar primero y en qué orden sucesivo lo demás en nuestras vidas, sin embargo, es un ejercicio de conciencia personal decidir el orden de las cosas más importantes.
Yo pienso que el verdadero problema está cuando en nuestra mente y en nuestra intención tenemos establecido un orden ideal, lo que proclamamos muy noblemente, pero que en la cotidianidad, en la práctica, se evidencia algo distinto. Otros tienen suma dificultad de cumplir con sus prioridades por el hecho de que están como los bomberos, siempre resolviendo emergencias, apagando incendios. Cuando llegamos a esta situación, es que porque hemos hemos cedido el derecho de decidir qué tiene real importancia para nosotros y el control de nuestro tiempo y esfuerzos lo tienen otros (personas y circunstancias). A veces es tarde cuando reaccionamos y tratamos de recuperar lo que perdimos al no considerar ocuparnos primero de lo que tiene real valor.
Reflexione si hay congruencia entre el esquema de prioridades que tiene en su mente y la realidad que vive cada día.
Ponga en orden sus prioridades y ¡defiéndalas!
Muchas veces he realizado sondeos en reuniones de estudio sobre cuál es el orden de nuestras prioridades. ¿La vida espiritual? ¿Los hijos? ¿El trabajo? ¿Los estudios? ¿Uno mismo? ¿La iglesia? ¿El esposo o esposa? Uno podría establecer con diferentes argumentos qué debe estar primero y en qué orden sucesivo lo demás en nuestras vidas, sin embargo, es un ejercicio de conciencia personal decidir el orden de las cosas más importantes.
Yo pienso que el verdadero problema está cuando en nuestra mente y en nuestra intención tenemos establecido un orden ideal, lo que proclamamos muy noblemente, pero que en la cotidianidad, en la práctica, se evidencia algo distinto. Otros tienen suma dificultad de cumplir con sus prioridades por el hecho de que están como los bomberos, siempre resolviendo emergencias, apagando incendios. Cuando llegamos a esta situación, es que porque hemos hemos cedido el derecho de decidir qué tiene real importancia para nosotros y el control de nuestro tiempo y esfuerzos lo tienen otros (personas y circunstancias). A veces es tarde cuando reaccionamos y tratamos de recuperar lo que perdimos al no considerar ocuparnos primero de lo que tiene real valor.
Reflexione si hay congruencia entre el esquema de prioridades que tiene en su mente y la realidad que vive cada día.
Ponga en orden sus prioridades y ¡defiéndalas!
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas"
Mateo 6:33
Mateo 6:33
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son bienvenidos!