LECTURA: 1 TIMOTEO 4: 12-16.
¿Qué es lo que pasa con nuestra juventud? Que tiene muchas energías que consumir y tiene que decidir en qué invertirlas. Somos en cierta forma, como un juguetito con baterías nuevas. La diferencia es que fuimos creados con voluntad y a diferencia del juguete, tenemos la capacidad de decidir en qué invertiremos esa fuerza que tenemos.
Hay un enemigo que ha creado un sistema para que no nos de tiempo a pensar siquiera en qué gastar esa energía; nos quiere usar como juguetes y nos ha rodeado de atracciones que aparentemente dan gozo, emociones intensas y mucho placer, pero sin responsabilidad.
Yo entonces creo que el reto de los jóvenes cristianos es demostrar con nuestras propias vidas a nuestros amigos y a la sociedad, que sí se puede ser joven, sí se puede disfrutar, sí hay en que invertir todo ese potencial, en Cristo, quien le da sentido y propósito a la vida.
¿Por que consumirnos en 4 o 5 años de desenfreno, y terminar destruidos, esclavizados por el alcohol, las drogas, o por el sida?
Los jóvenes cristianos debemos ser el modelo que Dios tiene de cómo se vive la juventud, en una combinación de crecimiento, diversión-educación-Responsabilidad. Esto último (responsabilidad) es lo que muchos quieren evadir y por eso terminan parasitando, dependiendo toda la vida de lo que le quitan a sus padres, o tomando por la fuerza o con violencia lo que no les pertenece. ¿Y quien dice que en la juventud no hay que ser responsable? ¿Quien dice que en la responsabilidad de no hay satisfacción? sí la hay, y de ahí se logra el equilibrio para vivir una vida plena, abundante, bajo la gracia de Dios.
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino se ejemplo de los creyentes.
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