La archifamosa frase de Quico en el Chavo del 8, sumada a la megafrase del monarca español "¿Porque no te callas?" se repiten en mi cabeza siempre que pienso en la busqueda de balance entre hablar y callar. Mi disciplina personal en ese orden, ya ha comenzado. No pienso sermonear a nadie que no me corresponda sermonear. No pienso dar consejos que no me pidan, no pienso preguntar por lo que no me concierne, no pienso opinar sobre lo que no entiendo ni manejo. No pienso irritar a nadie con peroratas que solo me interesan a mi y que fastidian al otro. No insistirè en hablar con quien no tiene interes de hablar conmigo. El unico que me tiene que soportar mi boca todos los dias es un frio y metalico, aunque sensible, microfono aleman marca Zeinheiser. - G.T.HABLAR oportunamente, es acierto.
HABLAR frente al enemigo, es civismo
HABLAR ante la injusticia, es valentía.
HABLAR para rectificar, es un deber.
HABLAR para defender, es compasión.
HABLAR ante un dolor, es consolar.
HABLAR para ayudar a otros, es caridad.
HABLAR con sinceridad, es rectitud.
HABLAR de si mismo, es vanidad.
HABLAR restituyéndote fama, es honradez.
HABLAR disipando falsos, es conciencia.
HABLAR de defectos, es lastimar.
HABLAR debiendo callar, es necedad.
HABLAR por hablar, es tontería.
CALLAR cuando acusan, es heroísmo.
CALLAR cuando insultan, es amor.
CALLAR las propias penas, es sacrificio.
CALLAR de si mismo, es humildad.
CALLAR miserias humanas, es caridad.
CALLAR a tiempo, es prudencia.
CALLAR en el dolor, es penitencia.
CALLAR palabras inútiles, es virtud.
CALLAR cuando hieren, es santidad.
CALLAR para defender, es nobleza.
CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.
CALLAR debiendo hablar, es cobardía.
Debemos aprender primero a CALLAR
para luego poder HABLAR
Que tus palabras sean más importantes
que el silencio que rompes.
Desconozco el autor.
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