Estar a cargo de un departamento de Recursos Humanos implica para mí una dinámica permanente de reclutamiento y selección de personal. Centenares de hojas de vida pasan por mis manos y mis ojos se deslizan rápidamente sobre tales documentos detrás de los candidatos que se acerquen al perfil de lo que estamos buscando.
Pero mi sorpresa mayor, y mi mayor decepción es notar que, a pesar de la tasa de desempleo que agobia a países como el mío, esas personas que dicen buscar empleo, a la hora de la verdad no muestran ese entusiasmo, esas ganas de “venderse” y ser considerados para un puesto durante una entrevista.
¡Cuántas horas he sentido que pierdo mi tiempo!. Esta semana he visto más de 100 CVs y entrevistado a una docena de candidatos. Con reservas hemos preseleccionado a dos, que deben ahora continuar con el proceso de verificar referencias y hacer pruebas adicionales.
Pero ¿Qué es lo me que decepciona? Le cito algunas cosas:
1. Una persona pone teléfonos para contacto en su CV, en los que realmente uno no los puede localizar. Pérdida de tiempo para el depto. de RRHH.
2. Una persona aplica, y cuando se le da una cita, ni llega ni llama para explicarse. (Anoto eso en su expediente, que finalmente puede terminar en un zafacón).
3- Una persona es citada, y llega tarde. A menos que tenga una situación de fuerza mayor, y que la comunique, es un factor sumamente desfavorable para un candidato, aunque sea la última coca cola del desierto, conmigo se quema si su impuntualidad no tiene excusa válida.
4- Currículos llenos de faltas ortográficas. “Profecional”, “Supervisol” gente que hasta su nombre está mal escrito... Si usted paga a otro para que le haga el CV, al menos verifíquelo antes de hacer copias y depositarlo en las empresas.
5- El marcado interés de algunos en conocer primero los beneficios. Está en su derecho de querer conocerlos, pero primero debe asegurarse de que califica para el puesto.
6- La vestimenta inadecuada. Antes de ir a una entrevista, lea aunque sea en internet cómo vestirse apropiadamente. A veces llegan unas chicas a una entrevista que parece que van para la disco o son parte de una comparsa de carnaval. Y los muchachos no se quedan atrás con sus camisas último modelo saturadas de estampados góticos.
Y por último, por esta vez,
7- El desgano con que contestan preguntas, como si les diera lo mismo responder o no, como si les diera lo mismo que los contraten o no. Me da la sensación de que no será fácil movilizar a gente con esa actitud en una organización donde la proactividad, la iniciativa y el estar alerta son competencias imprescindibles.
Seguiré reclutando…
GT
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