NOSTALGIAS DE UNA LOCUTORA VIII: A TRAVES DE LA BIBLIA

1997: Segundo viaje a Estados Unidos.  Esta vez a la sede de A Través de la Biblia en Pasadena, California. El propósito era presentar el nuevo proyecto de una versión en Creole del emblemático programa que ha sido  escuchado a diario por décadas en numerosos idiomas.

La estadía en Pasadena fue breve, tanto que solo recuerdo el tour dentro de las oficinas,  que me permitió conocer al personal, observar las operaciones de copiado y distribución de las grabaciones así como el enorme trabajo de enviar por correo notas y bosquejos de los estudios Bíblicos  en Inglés.  Tuve el agrado de  saludar a una afable ancianita que, sentada en una silla de ruedas,  trabajaba transcribiendo manuscritos a una computadora: Se trataba de la mismísima secretaria del ya fallecido J. Vernon McGee, de quien quedaban innumerables escritos inéditos.

La oficina de Mcgee estaba tal como él la dejó el último día que estuvo en ella. Tambien contemplé la galerìa de fotos de los productores del programa en diversos idiomas.  Durante mi viaje conocí también al Coronel Ridgely O.  Ryan, entonces director de A Traves de la Biblia,  y a quien vería de nuevo años después en Uruguay.

La visita a Pasadena fue tan breve que nos quedaban muchas horas en Los Angeles antes de tomar un avión de regreso… Joe Fort propuso mostrarme Hollywood. (¡¡¡Claro!!!) le respondí. Mi camarita tan básica fue incapaz de captar el característico letrero en las montañas. Por más que intentamos, cuando muestro la foto, digo: “no se ve, pero la palabra HOLLYWOOD está justo detrás de mi”.

Caminé varias cuadras en el boulevard de las estrellas buscando un nombre sonoro, pero me cansé y me dije “esto es mucha frivolidad”.  Fotografié la estrella de James Dean, y me tomè una foto en la acera.  regresamos al aeropuerto. 

Meses después,  la clásica presentación del programa A través de la Biblia, con las notas del himno “Cuán firme cimiento” empezaron a salir al aire en Creole, en las estaciones cristianas de Haití, emisoras dominicanas y desde Bonaire, Antillas Holandesas. El desafío de tal producción nos costó mucho esfuerzo y desvelos, pero  luego de 6 años, ¡llegamos a la meta!  1300 programas de 30 minutos cada uno, para una serie de 5 años, en un recorrido por toda la Biblia, se convirtieron en toque de queda en las tardes calurosas de las comunidades haitianas, necesitadas del ánimo, la esperanza y las promesas del Dios de la Biblia.