Ya los gurúes de la economía, política y negocios han
dictado sus predicciones de lo que serán las tendencias globales claves en el
2024. Algunos pronósticos pueden generar preocupación e incertidumbre. Otros
generan inquietudes en el campo de lo ético y social. Una cosa en común sale a relucir y es que el
mundo esta en un viaje de profunda transformación.
Hay presagios de inflación estancada y combinada con
tasas altas de desempleo en contextos tan referentes como Estados Unidos. Por
otro lado las turbulencias geopolíticas heredadas del 2023, no dan indicios de
solucionarse a corto o mediano plazo.
Un elemento que, si se fragmenta parece no ser relevante,
pero en conjunto es tema de análisis: 40 países celebrarán elecciones en 2024. Seguro
los sociólogos estarán monitoreando estos procesos para documentar que implicaciones
tendrán en lo adelante.
Los movimientos migratorios parecen ser igualmente un fenómeno
que sobrepasa las previsiones que los países implicados pueden manejar.
En el plano laboral, la saga del trabajo remoto derivada
de la pandemia continua. Los analistas de psicología laboral tienen tarea para
documentar los pro y los contras que esta realidad plantea para las empresas y
los colaboradores.
El 2024 parece ser el amanecer de grandes promesas de
avances tecnológicos: Se esperan más civiles/no astronautas conquistando el espacio,
y los viajes en vehículos sin conductores. Todos los reflectores apuntando a la
Inteligencia artificial y su irrupción entretejiéndose en los negocios, la educación,
la medicina y casi toda área de interés en el mundo.
Algo que es igualmente importante considerar con seriedad es lo que sucede en el
plano ético/social donde se incrementa el
rechazo a todo lo que hasta hace poco era considerado normal o convencional.
Muchos paradigmas éticos, de fe y de
justicia social están sufriendo ataques de cancelación. Esto bajo el manto de
una agenda que, contradictoriamente, dice perseguir equidad.
Pero, el 2024 llega, y un día a la vez se irá
completando la bitácora de eventos. Reflexiono en Eclesiastés 3 en la Biblia,
todo tiene su tiempo y no hay nada nuevo debajo del sol. Mi mejor deseo que es
que sobrevivamos, para que, dentro de un año ponderemos una vez más las experiencias
vividas y seamos capaces de visualizar un poco más allá.