PREGUNTAS

Hay tantas preguntas que se hace la gente. Preguntas que, por cuestionar a Dios, muchas veces tildamos de insensatas dependiendo de quien y en qué tono se hacen. Pero la realidad es que en cualquier momento, en nuestra íntima reflexión, consideramos: ¿Dónde está Dios cuando sufrimos? ¿Permanece Dios callado? ¿Por qué no interviene? ¿Por qué no da explicaciones? En la vida de un creyente, el desaliento le hace presa fácil de todos estos pensamientos y dudas.
El escritor Phillip Yancey plantea que Dios no siempre nos dará las respuestas que esperamos; Quizás nos mantenga ignorantes porque saber las cosas no nos ayudaría. Hay veces que ninguna respuesta intelectual satisface o puede servir de solución al sufrimiento. O quizás Dios nos mantiene ignorantes porque seríamos incapaces de comprender la respuesta. Sus pensamientos son más altos que los nuestros; Dios está en una dimensión superior, ilimitada, y nosotros sí estamos limitados.

Pero, dentro de ti y de mi debe haber siempre una sensación de esperanza. Es la fe la certeza de que lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Cuando Dios no hace lo que queremos, no resulta fácil. Nunca lo ha sido. Nunca lo será. Pero la fe es la convicción de que Dios sabe más que nosotros acerca de esta vida y de que nos llevará a través de ella. El bien que no alcanzamos a ver, está listo y preparado por Dios para cada uno de quienes le amamos. Más adelante en el tiempo, sea a corto, mediano o lejano plazo, descubriremos los propósitos de Dios.

“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.” Romanos 8:28

Confía y espera en Dios.