El miedo es una agitación y ansiedad causada por la presencia o inminencia de peligro. Todos tenemos momentos en que tememos a algo. El miedo es útil cuando nos alerta de algo que puede causarnos daño, pero hay temores a cosas y situaciones irreales, que se adueñan de nosotros, frustrando y arruinando nuestras vidas.
En la Biblia encontramos muchos casos de hombres y mujeres que fueron presa de alguna clase de temor, pero encontraron la forma de vencerlo. La clave para vencer el miedo es sustituirlo por la fe en la persona de Dios. La fe y el miedo no pueden operar simultáneamente. Uno desactiva al otro. La fe torna nuestra vista hacia el todo sabio, todopoderoso y omnipresente Dios, y en El hallamos un ancla para el alma.
El miedo aprisiona, la fe libera
El miedo paraliza, la fe empodera
El miedo desalienta, la fe anima
El miedo enferma, la fe sana
El miedo nos hace inútiles
La fe nos hace serviciales.
-Emerson-
Solo la fe en Dios desactiva el miedo.
Lea el Salmo 56.
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