Por Bienvenida Gonzàlez.
“ Jehová hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero." Exodo 33:11
Una de las quejas más frecuentes de los matrimonios es la falta de comunicación. “Es que nosotros no nos comunicamos…” es la clásica confesión cuando buscan ayuda profesional. Uno de los axiomas de la comunicación establece que no es posible no comunicarse. Esto es así, porque toda conducta humana envía un mensaje que comunica aspectos positivos y/o negativos de la vida.
Desde una palabra inadecuada hasta una posición equis del cuerpo, traduce un mensaje. No siempre lo que se comunica es claro y específico. A veces se dice algo y no es bien escuchado o lo que se dice es tan ambivalente que trae confusión.
En mateo 5:37, el evangelista demanda que vuestro hablar sea: “si, si o no, no”. Qué tan veraces somos al hablar? Lo que decimos, ¿Posee la envoltura de la verdad? ¿Hablamos a la luz de nuestros sentimientos o por el contrario, comunicamos lo inexistente?
El texto elegido hoy nos ilustra una de las vivencias más hermosas tenida por Moisés con Jehová: comunicarse con El de manera abierta, como si hablara con un humano igual a él. Este diálogo indica revisión de peticiones, claridad de posiciones, promesas, limites de experiencias: “pero no podrás ver mi rostro”.
Dado que siempre nos comunicamos, que es imposible vivir de espaldas al decir y escuchar – sea con palabras o gestos- comunicar de manera abierta se constituye en algo natural e indispensable para vivir en armonía.. Pedir lo que se desea. Decir lo que se piensa y lo que se siente es lo recomendable en toda relación humana.
La comunicación abierta es clave de exito en el plano espiritual y relacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son bienvenidos!