Aburrimiento: la condición en la que muchos caen inmediatamente se acaba la acción, la ocupación y el entretenimiento; Al parecer creemos que nuestros sentidos no requieren reposo y deben estar siempre sometidos a la excitación cada vez más intensa a que nos exponemos en la vida actual. En mi caso, pocas veces he llegado al estado de aburrimiento, porque hace mucho me inscribí en la escuela de los que buscan, aman y disfrutan de la quietud, del silencio, de la contemplación y de estar placidamente acompañados de si mismos.
Y me identifico con estos pensamientos de Pascal:
“A menudo he dicho que la única causa de la desdicha del hombre es que él no sabe cómo permanecer callado en su habitación… Lo que las personas quieren no es la fácil y pacífica vida que nos permite pensar en nuestra condición infeliz, ni en los peligros de la guerra ni las cargas de la oficina, sino en la agitación que no nos aleja del pensamiento de esta y nos desvía. Por eso preferimos la caza a la captura. Por eso es que a los hombres les gusta la prisa y la bulla. Por eso es que la prisión es un castigo tan temido. Por eso los placeres de la soledad son tan incomprensibles”.
También soy de los ¿patéticos? que se detienen a ¿torturarse?, sobre todo a fin de año, en un proceso de auto evaluación íntima, con preguntas tales como:
¿Me estoy perdiendo de algo en mi vida en este momento que es muy importante para mí?
¿Qué me apasiona?
¿Quién soy?
¿Qué es lo que valoro?
¿Qué quiero estar haciendo dentro de 5, 10, 15, 20 años? (más urgente: ¿Qué quiero estar haciendo el mes que viene?
¿Qué dones Dios me ha dado que se han perfeccionado con el tiempo? ¿Cuáles necesito ejercer con mayor compromiso?
¿Por qué estaría dispuesta a morir?
¿Qué pasos necesito dar mañana para que mi futuro sea mejor que mi pasado?
¿Cómo me siento acerca de mi carrera ahora?
¿Cómo quiero que me recuerden?
¿Estoy viviendo una vida equilibrada?
Y asi, muchas cuestiones màs…
Aunque algunas preguntas se quedan una y otra vez sin respuestas, el sello de este examen de conciencia es un clamor al Altísimo quien fija en mis ojos para hacerme entender el camino a seguir:
Examíname oh Dios, y sondea mi corazón, ponme a prueba y sondea mis pensamientos, Fíjate si voy por mal camino y guíame por el camino eterno. Salmo 139:23-24.
En la vida debemos parar y mirar hacia donde nos dirigimos, siempre es bueno hace esas perguntas como auto evaluacion.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con lo que citas de Pascal, sin embargo, me hace gracia pensar que: "El aburrimiento es la enfermedad de las personas felices; los desgraciados tienen demasiadas cosas que hacer".
ResponderEliminarUn saludo muy cordial.
Y ¡FELIZ NAVIDAD!