Fundadora de Proyecto Ana.
El Proyecto Ana Angola celebró su 7º. Aniversario en Junio 2008. Un año después que sus grupos de oración comenzaran, Angola firmó oficialmente la ley de un Acuerdo de Paz, luego de 25 años de devastadora guerra. Seis años más tarde, Angola es aún una nación que necesita sanidad.
Los grupos de oración comenzaron sus reuniones en Mozambique a finales del 2005. Dios usó estos tiempos de oración para arreglar relaciones familiares, sanar al enfermo y presentar Su poder de muchas maneras. Estas mujeres han recibido esperanza y coraje al compartir sus vidas unas con otras y orar unas por otras.
Las mujeres en Angola y Mozambique luchan por proveer para sus familias. Sufren por falta de saneamiento, electricidad y agua limpia. El desempleo y la falta de entrenamiento las mantiene en el borde de la pobreza. Con sus bebes en sus faldas, venden mercancías en las calles; al final del día ellas han ganado casi nada, ni lo suficiente para una comida para cinco personas. Cuando llegan a sus hogares, algunas son víctimas de violencia doméstica (verbal y sexual) de sus maridos.
Las mujeres cristianas sufren profundo dolor en sus corazones porque los miembros de sus familias no quieren saber nada con Jesús. Algunas mujeres se encuentran forzadas a casarse con hombres de diferentes religiones. El dolor de la infidelidad causa que muchas se sientan sin esperanza y en su agonía desean dejar a sus maridos.
En medio de muchas dificultades, los grupos de oración de Proyecto Ana están luchando para tener esperanza y guía espiritual para las mujeres y sus familias. Están ayudando a las mujeres a alcanzar a sus familias para Dios y ver sus vidas transformadas. La dignidad está siendo restaurada, las familias están siendo reunidas, y los prisioneros están siendo libertados. Estos resultados han animando a los intercesores a orar con fe y clamar a su Padre Celestial.
Los grupos de oración comenzaron sus reuniones en Mozambique a finales del 2005. Dios usó estos tiempos de oración para arreglar relaciones familiares, sanar al enfermo y presentar Su poder de muchas maneras. Estas mujeres han recibido esperanza y coraje al compartir sus vidas unas con otras y orar unas por otras.
Las mujeres en Angola y Mozambique luchan por proveer para sus familias. Sufren por falta de saneamiento, electricidad y agua limpia. El desempleo y la falta de entrenamiento las mantiene en el borde de la pobreza. Con sus bebes en sus faldas, venden mercancías en las calles; al final del día ellas han ganado casi nada, ni lo suficiente para una comida para cinco personas. Cuando llegan a sus hogares, algunas son víctimas de violencia doméstica (verbal y sexual) de sus maridos.
Las mujeres cristianas sufren profundo dolor en sus corazones porque los miembros de sus familias no quieren saber nada con Jesús. Algunas mujeres se encuentran forzadas a casarse con hombres de diferentes religiones. El dolor de la infidelidad causa que muchas se sientan sin esperanza y en su agonía desean dejar a sus maridos.
En medio de muchas dificultades, los grupos de oración de Proyecto Ana están luchando para tener esperanza y guía espiritual para las mujeres y sus familias. Están ayudando a las mujeres a alcanzar a sus familias para Dios y ver sus vidas transformadas. La dignidad está siendo restaurada, las familias están siendo reunidas, y los prisioneros están siendo libertados. Estos resultados han animando a los intercesores a orar con fe y clamar a su Padre Celestial.
Foto: Georgina Traduciendo a Marli mientras explica la expansiòn en el mundo, del movimiento de oraciòn.
ESO ESTA EXELENTE, NO ESTUVE ALLI, PERO, ME GUSTO MUHISIMO QUE LO PUBLICARAS. ME SIENTO RESPONSABLE Y LLAMADA A HACER RADIO DE MANERA QUE LO QUE HAGA NO CALLE LO QUE DIGA.
ResponderEliminarFelicidades, querida colega, muchas felicidades11!!!