COSAS DE NOSOTRAS: YUGO DESIGUAL -II-

En nuestra entrega anterior iniciamos el tema del Yugo Desigual, refiriendonos especificamente a una relación romántica entre una mujer cristiana y un hombre no creyente. Al continuar con este tema, comentaremos las consecuencias de esta clase de relación.

Debo hacer constar que no estoy enfocándome en mujeres que vinieron a Cristo después de casadas. Eso es otro tema. Para ellas Dios tiene promesas de que pueden ganar a sus esposos con su conducta y ellos son bendecidos por medio de ella.

El punto importante es que Dios dice que no debemos unirnos en yugo desigual con los infieles. Todo lo que el hombre siembra, eso también cosecha. El profeta Amos se preguntaba: Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?

A menudo los creyentes rebajamos tanto nuestras normas y principios de vida, que a fin de cuentas hay muy poca diferencia entre el creyente y el inconverso. Esto no debería ser así, pero esas normas rebajadas son parte de la razón para que hoy haya tantos matrimonios mixtos.

Aun cuando una mujer cristiana y un hombre no creyente puedan coincidir en muchas cosas, nunca podrán estar de acuerdo en las cosas de mayor importancia. Ella ha visto su necesidad de salvación y se ha dado cuenta de que su única esperanza es confiar en Jesucristo para salvación. El por su parte, le dice, creo en Dios, pero no en hombres, no en iglesia, me gusta vivir como yo quiero, en libertad, disfrutar, porque la vida es una y cuando se acaba se acaba. Para ella Cristo es su vida, para el, Jesús es solamente un nombre al que invocar en funerales y bautizos. No hay por tanto, comunión intima posible, a menos que ambas partes concuerden por lo menos en el asunto de la fe personal en Cristo.
Si esta es tu situación mi amiga, no puedes entregarte totalmente al Señor al mismo tiempo que estas considerando, sino es que ya lo estas, involucrarte sentimentalmente con un no creyente. A el no le preocupa su condición espiritual, y aunque te jure no estorbar tu vida cristiana, de hecho ya lo està haciendo al procurar que no hagas caso a la Palabra de Dios.
Tampoco podrán estar de acuerdo en cosas vitales de la vida cotidiana, los lugares que han de visitar, las bebidas, la música, la conducta, y que decir de la crianza de los hijos, del servicio al Señor y de la asistencia a la iglesia.
Mi amiga, el problema es que los creyentes vemos la vida desde el punto de vista espiritual, mientras que los demás la miran con otros ojos, quiero decir, desde el punto de vista puramente humano.

Óyeme bien, amiga, hermana mía, soltera, sin novio, pretendida o atraída por hombres que les gustan las muchachas de las iglesias, porque son sanas, son buenas, porque no tienen experiencia ni malicia, pero luego que las conquistan las quieren sacar de la iglesia, puede que uno suene muy arbitrario, muy duro, pero creo que hay cosas en la vida que no se pueden negociar, en las que no se debe ceder y esta es una de ellas.

Conozco personalmente casos de amigas, muy consagradas al señor, que han cedido en este paso y no han logrado imponer la voluntad de Dios a la suya propia y a las emociones, o cualquier otra circunstancia, y ahora sufren al tener que cargar tamaña cruz. Algunas ni siquiera llegan al matrimonio, se entregan, y luego son abandonadas, aun con hijos de por medio.

Si el caso tuyo es que ya te has unido a un no creyente, sabes de lo que hablo. Seguro hay conflictos en tu interior y probablemente en tu vida de pareja. El no va a orar contigo, ¿ir a la iglesia?, ni que lo arrastren con grua, y de seguro que tu eres quien tiene que acomodarse a las normas de el, soportarle hábitos que tu detestas y verlo irse solo a la calle, porque su ambiente no es tu ambiente.

No estoy poniendo en duda que ese hombre este enamorado, que sus intenciones sean serias, pero el amor es mucho mas complejo cuando se aprecia desde el plano espiritual.

Alejandro Binet dijo: Cuando se avanza en la carrera del matrimonio y de la vIda, levantada la mirada hacia un salvador amado y hacia una salvación que se espera, en un espíritu de ruego y de suplicación, cuando Jesucristo interviene constamente entre el esposo y la esposa, entonces un matrimonio puede ser dichoso, y lo es infaliblemente. Entre dós corazones convertidos, la unión es necesariamente tierna, e inalterable, aparte de ella no hay garantía ni seguridad.

Si tienes, amiga querida, sueños, ilusiones hermosas que deseas concretar con una persona amada, los veras convertirse en realidad si esperas la voluntad de Dios, porque Dios promete además que toda buena dádiva y todo don perfecto, desciende de lo alto, del padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.
Además dice: Deléitate así mismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu corazón.