Por Marina Thompson (Yes, my sister)
Nehemias 1: 4: " Cuando oí éstas palabras, me senté y lloré, e hice duelo por algunos días".
Una de las características de la prensa de nuestros días es ser sensacionalista. La mayoría de las informaciones son presentadas de manera tan cruda, que podrían perturbar aún a las personas menos sensibles. Hay noticias que aun para la persona mas capacitada en el área de la comunicación resultarían difíciles de expresar.
Una de las características de la prensa de nuestros días es ser sensacionalista. La mayoría de las informaciones son presentadas de manera tan cruda, que podrían perturbar aún a las personas menos sensibles. Hay noticias que aun para la persona mas capacitada en el área de la comunicación resultarían difíciles de expresar.
Cuando el doctor dice ‘’es cáncer’’ó ‘’el paciente murió’’; cuando uno de los cónyuges dice al otro ‘’quiero el divorcio’’; cuando en la empresa el jefe dice ‘’esta despedido’’, todas estas situaciones resultan muy duras, no solo para el que comunica la noticia, sino también para el que la recibe.
Nehemìas recibió una noticia que lo dejó completamente sin aliento. Su pueblo y su ciudad, estaban en la más completa ruina, humillados sus moradores y reducidas a cenizas todas sus edificaciones, Al oír todo aquello, no pudo evitar el llanto, ni sostenerse en pie. Esta tristeza le duró algunos días, pero no se quedó sumido en la tristeza; ‘’ayunó y oro al Dios de los cielos ‘’ y también actuó, y Dios lo bendijo ampliamente, y por encima de toda adversidad, le permitió ayudar a solucionar la situación de su pueblo y de su gente. No importa lo devastadora o trágica que pueda ser alguna noticia que llegue a nosotros, no importa si nos desplomamos y lloramos, somos seres con emociones, y estas, no siempre se pueden reprimir, pero, lo que si importa es, que, sea cual sea la situación, no podemos quedarnos sumergidos en ella, podemos orar, y ayunar, y clamar por esa ayuda que viene de Dios, y levantarnos y vencer.
Aunque todo parezca derrumbarse, Dios nos sustentará.
Nehemìas recibió una noticia que lo dejó completamente sin aliento. Su pueblo y su ciudad, estaban en la más completa ruina, humillados sus moradores y reducidas a cenizas todas sus edificaciones, Al oír todo aquello, no pudo evitar el llanto, ni sostenerse en pie. Esta tristeza le duró algunos días, pero no se quedó sumido en la tristeza; ‘’ayunó y oro al Dios de los cielos ‘’ y también actuó, y Dios lo bendijo ampliamente, y por encima de toda adversidad, le permitió ayudar a solucionar la situación de su pueblo y de su gente. No importa lo devastadora o trágica que pueda ser alguna noticia que llegue a nosotros, no importa si nos desplomamos y lloramos, somos seres con emociones, y estas, no siempre se pueden reprimir, pero, lo que si importa es, que, sea cual sea la situación, no podemos quedarnos sumergidos en ella, podemos orar, y ayunar, y clamar por esa ayuda que viene de Dios, y levantarnos y vencer.
Aunque todo parezca derrumbarse, Dios nos sustentará.
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