Extraído del libro: Los 21 minutos más poderosos en el día de un líder/ John Maxwell
¿Cuántos terminan bien?
Maxwell narra en su obra la siguiente experiencia:
Hace algunos años, ofrecí una conferencia para pastores en Alburquerque, Nuevo México. Mientras estaba allí hablé con un amigo pastor de Houston, Texas, llamado John Basagno, acerca del tema de terminar bien. Mientras conversábamos me mostró una Biblia muy usada y dijo: John, recibí el llamado a predicar cuando tenía 21 años. Se lo conté a mi suegro poco después de recibir el llamado. ¿Sabes qué me dijo? “Esto es así: solo uno de cada diez de los que entran al ministerio estarán en el a los 65 años.”
Note que John se emocionó cuando abrió su vieja Biblia para mostrarme el interior de la cubierta. “escribí en esta Biblia los nombres de 25 amigos que fueron mis compañeros en la universidad. Todos teníamos poco más de 20 años. Aun no tengo 65, pero lamento decir que 20 de ellos ya han abandonado el ministerio. Entonces me miró a los ojos y dijo: “estoy luchando arduamente por ser uno de los que lo logran; Quiero llegar bien”.
Pienso que muchas personas creen que si reciben un comienzo como el de Sansón, hallarán que es fácil dirigir y terminar bien. Pero Dios nos a cada uno una salida suficientemente buena como para terminar bien. Depende de nosotros vigilar nuestro carácter y edificar la confianza entre los demás para Dios pueda utilizar nuestro liderazgo. La falta de integridad fue la ruina de Sansón, Cuando los líderes pierden eso, también pierden al confianza de las personas. Y cuando no tienen esa confianza, están acabados. Quizás Sansón pudo derrotar a unos pocos cientos de filisteos al final, pero no sin perder su autoridad, el liderazgo como juez, así como su vida.
¿Cuántos terminan bien?
Maxwell narra en su obra la siguiente experiencia:
Hace algunos años, ofrecí una conferencia para pastores en Alburquerque, Nuevo México. Mientras estaba allí hablé con un amigo pastor de Houston, Texas, llamado John Basagno, acerca del tema de terminar bien. Mientras conversábamos me mostró una Biblia muy usada y dijo: John, recibí el llamado a predicar cuando tenía 21 años. Se lo conté a mi suegro poco después de recibir el llamado. ¿Sabes qué me dijo? “Esto es así: solo uno de cada diez de los que entran al ministerio estarán en el a los 65 años.”
Note que John se emocionó cuando abrió su vieja Biblia para mostrarme el interior de la cubierta. “escribí en esta Biblia los nombres de 25 amigos que fueron mis compañeros en la universidad. Todos teníamos poco más de 20 años. Aun no tengo 65, pero lamento decir que 20 de ellos ya han abandonado el ministerio. Entonces me miró a los ojos y dijo: “estoy luchando arduamente por ser uno de los que lo logran; Quiero llegar bien”.
Pienso que muchas personas creen que si reciben un comienzo como el de Sansón, hallarán que es fácil dirigir y terminar bien. Pero Dios nos a cada uno una salida suficientemente buena como para terminar bien. Depende de nosotros vigilar nuestro carácter y edificar la confianza entre los demás para Dios pueda utilizar nuestro liderazgo. La falta de integridad fue la ruina de Sansón, Cuando los líderes pierden eso, también pierden al confianza de las personas. Y cuando no tienen esa confianza, están acabados. Quizás Sansón pudo derrotar a unos pocos cientos de filisteos al final, pero no sin perder su autoridad, el liderazgo como juez, así como su vida.
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