"Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y enterrado,escribe cosas dignas de leerse, o mejor aún, haz cosas dignas de escribirse... - Benjamin Franklin


miércoles, 20 de mayo de 2009

EL AGUIJON: ¿QUE TE MORTIFICA?

El Apòstol Pablo

Lockward, en el Nuevo Diccionario de la Biblia define el término “Aguijón” como un punzón, instrumento puntiagudo. La Biblia usa el término para describir todo aquello que se utiliza para punzar, sea hecho por el hombre o parte de algún animal, como un insecto o un escorpión.
El apóstol Pablo cuenta de su lucha personal con un aguijón (2 Corintios 12: 7-9:
"Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo"

Es interesantísima la investigación respecto a qué era específicamente lo que mortificaba a Pablo; algunos afirman que se trataba de una enfermedad, debido a que, cuando él dice “en mi carne” interpretan que habla de su cuerpo. Sin embargo, Mcarthur prefiere argumentar respecto al contexto del pasaje, que trata de la oposición que sufría Pablo en su ministerio de parte de falsos apóstoles. La palabra “mensajero” con que se define al aguijón, es la misma palabra traducida como “ángel” en el Nuevo Testamento, y se referiría en este caso a un demonio.
Otros entienden que el aguijón, pudo haber sido una tentación.

Ya que Pablo no precisó cual era su aguijón, esa es una (de las muchas) preguntas que le tengo guardada. Espero que el apóstol me conceda una entrevista.

Pablo Martínez autor del libro “El Aguijón en la Carne”, define el aguijón como una situación de sufrimiento crónico en la que encontramos cinco rasgos distintivos:


- Es dolorosa
- Es limitativa
-Es humillante
- Es prolongada
-Implica lucha

Tal vez usted se identifique con Pablo en la realidad de estar hostigado o afligido por un aguijón. No tiene que ser el mismo que el del apóstol, (Claro, seguro usted no ha tenido las experiencias de Pablo como esa de ir al Tercer Cielo); asimismo Dios no tiene que tener igual propósito con Pablo, con usted o conmigo, ¿Qué quiero decir? Su aguijón, y la causa por la que lo sufre, tienen que ver exclusivamente con la obra que Dios está llevando a cabo en su vida.

Sin embargo, la respuesta a nuestro clamor para ser librados sí puede ser la misma que recibió pablo: BASTATE MI GRACIA.

Veamos una definición que se encuentra en la misma carta de Pablo: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Cor. 9:8). La gracia representa la abundancia de Dios para cumplir con toda buena obra. “Bástate mi gracia.” Esto es, “bástate la abundancia de los recursos que te he provisto para cumplir con el mandato que te he dado” El Señor le dice: “Mi amor es todo lo que necesitas”.

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